La Cuesta de Moyano: la feria literaria que encanta a los lectores y cantera de inspiración para escritores

Es el espacio de encuentro literario más antiguo del Parque de El Retiro y que ofrece nuevas perspectivas a los ejemplares que alguna vez tuvieron otros dueños

La Cuesta de Moyano es el nombre que recibe la feria del libro permanente de Madrid. Las casetas instaladas por primera vez en 1925 no tenían luz eléctrica, agua corriente o calefacción, pero pasados los años se fueron introduciendo mejoras. Este lugar no ha parado de crecer y la última propuesta pensada para los lectores asiduos es la creación de su propio café literario junto a la parte más alta de las casetas.

Imagen del diseño del café literario MoyanoSoy de la cuesta

La tradición callejera

El origen de la cuesta de Moyano se encuentra en el mercado de la Plaza de Atocha, donde los libreros instalaban sus puestos junto a floristas y fruteros. En aquellos momentos las ferias eran motivo de sátira y caricatura, la imagen de la decadencia, tal y como recogió el cronista de la villa Enrique de Aguinaga. Esta misma idea perduró en el imaginario colectivo, a pesar de encontrarse en un nuevo emplazamiento junto a las verjas del Jardín Botánico, donde se trasladaron en 1919 y por lo cual recibieron continuas amonestaciones.

Los libreros, en sus puestos móviles, se encontraban en una situación inhóspita, azotados por el frío y el sol. Por eso, en 1925 esta feria quedó establecida con el permiso del Gobierno municipal en el lado derecho de la calle de Claudio Moyano y se erigieron unas casetas de madera para mejorar sus condiciones. A su vez, se decidió que sería un mercado permanente y dedicado en exclusiva a la venta de libros, quedando prohibidos el resto de tinglados que se colocaban en este lugar y que tenían juguetes y otros objetos de segunda mano.

El diseño de las casetas fue encargado al arquitecto Luis Bellido. Cada una con una superficie de 15 metros cuadrados, recubiertas de estanterías y un mostrador de exposición que delimitaba un pasillo de un metro de ancho. En su diseño original destacaba su color gris oscuro y todos estos aspectos se han mantenido en las casetas actuales, que no son las de la época, porque están mejor preparadas para soportar las inclemencias del tiempo.

Primeros benefactores

En el Archivo de la Villa se conserva una solicitud a la Administración municipal fechada en el mismo año de 1925, coincidente con la fundación oficial de la Cuesta de Moyano, donde un grupo de «amantes de todo cuanto redunde en beneficio de la cultura y amor al libro que, enterados de la iniciativa del Ayuntamiento para construir una Feria Permanente, verían con sumo gusto que la instalación de dicha feria fuese en sitio bien visible y de fácil acceso, ya que la instalación presente esta en sitio poco a propósito».

Este bonito texto concluye con las firmas de personajes tan reconocidos como Pío Baroja y Guillermo de Torre. También aparecen los nombres del novelista Benjamín Jarnés y los de los también escritores Mauricio Bacarisse y José Antonio Balbontín.

No muy alejado en el tiempo debió aparecer la idea de Ramón Gómez de la Serna de empezar a referirse a las librerías de la Cuesta de Moyano como la Feria del Boquerón. El apelativo hacía referencia a que en este lugar se podía comprar un libro por tan sólo 15 céntimos, el mismo precio que se pagaba por un aperitivo en su época.

Otros célebres clientes

Estas librerías míticas de la capital, especializadas en ejemplares de segunda mano, se acercan a su centenario. Este aniversario empezó a celebrarse en 2019, conmemorando la llegada de los primeros tenderetes junto a las verjas del Jardín Botánico.

Gracias a la iniciativa ciudadana Soy de la Cuesta autores y artistas actuales han podido demostrar su apoyo a la labor de estos libreros. Algunos de ellos han sido Rosa Montero, Luis Alberto de Cuenca, Carmen Iglesias, Christina Rosenvinge, Javier Sierra, Fernando Aramburu y Marwán. En ocasiones, incluso, comparten con sus seguidores en redes sociales las compras que han hecho al llegar a casa.

La escritora Rosa Montero declaró en una entrevista realizada por Soy de la Cuesta en 2019: «Para mí la uno de los sitios maravillosos de mi infancia y de toda mi vida. He comprado libros de segunda mano aquí de adolescente y cuando no tenía ni un duro y a mí me han servido como bombonas de oxígeno verdaderamente, para poder vivir».

En este reportaje hemos podido comprobar cómo esta línea de librerías abiertas resulta atractivo para mucha gente. Algunos la aprecian por sus libros de segunda mano, más asequibles, otros por el ambiente y el calor de sus libreros. Ojalá el ecosistema de la Cuesta de Moyano, en el centro de la vida artística de Madrid, siga teniendo el apoyo de los lectores muchos años más.