Marta Rivera: «Bolaños puede hacer las porras que quiera, pero sabe que los resultados no van a ir por ahí»

La candidata del PP al Congreso por Madrid augura el fin del sanchismo a partir del 23-J

Marta Rivera de la Cruz, (Lugo, 1970), fue la gran sorpresa en la lista del PP al Congreso de los Diputados. Gallega, como Feijóo, fue el único valor que rescató Ayuso de Ciudadanos tras borrar a los naranjas de la Asamblea de Madrid y a quien Almeida encargó, tras su mayoría absoluta el pasado 28-M, la concejalía de Cultura. Muchos la ven como ministra, pero ella solo tiene en mente compaginar su labor en el Ayuntamiento con el escaño en el Congreso. Un Congreso al que volverá cuatro años después de su marcha y representando a otro partido

–Estamos a pocos días de las elecciones, ¿qué sensaciones tienen?

–Hay que esperar a esa gran encuesta que es el domingo porque, por ahora, solo vemos unas urnas vacías, pero sí es cierto que después de una campaña muy de calle las sensaciones son buenas. Nos hemos encontrado a muchos ciudadanos que se nos acercan demostrándonos su confianza, incluso a personas diciéndonos que van a cambiar el sentido de su voto con respecto a otras de elecciones.

–Volverá al Congreso cuatro años después de cerrar la puerta de su despacho y representando a otro partido.

–Sí, parece que ha sido una eternidad, pero bueno, al final tampoco es tanto. Todavía me acuerdo de cómo se entra y cuáles son los laberintos del Congreso.

Lo único que le puede garantizar la estabilidad a España es un gobierno del PP en solitario

–¿Esperaba volver en algún momento?

–Pues la verdad es que no, pero la vida me ha ido enseñando ya que te da sorpresas hasta el último momento. Sucedió así y es estupendo.

–Su nombre fue una de las mayores sorpresas, ¿cómo se gestó su inclusión en las listas?

–No tengo ni idea. Yo solo sé el momento en el me llamó el presidente y me lo propuso, pero no sé cómo surgió. cómo surgió. Algún día se lo preguntaré a Alberto Núñez Feijóo por curiosidad. Sí recuerdo que estábamos en el último Consejo de Gobierno en la Comunidad de Madrid y cuando ya habíamos acabado le sonó el teléfono a la presidenta que me avisó de que me estaban llamando. Miré el móvil y era Feijóo.

–¿Por qué aceptó?

–Cuando el momento es tan importante como éste, cuando llegan unas elecciones que son clave para el futuro de España y cuando el cambio político es una necesidad imperiosa para el país, si un líder cree que puedes hacer algo para ayudar, no puedes decir que no. Es una cuestión de responsabilidad.

Sánchez se ha demostrado un personaje con el que es difícil llegar nada verdaderamente sólido

–¿Tuvo la tentación de decirle que no?

–Tampoco tuve mucho tiempo porque lo vi claro en seguida. Es que hay cosas que no se puede decir que no. Si te llaman, tienes que estar. Y si alguien cree que tú puedes aportar, tienes que decir que sí.

–La última vez que la entrevisté me contó la carta que le envió Feijóo cuando fue finalista del Premio Planeta allá por 2006. Parece que el destino político les tenía reservado trabajar juntos.

–La verdad es que la vida es muy rara. Creo que, incluso, cuando Feijóo me envió la carta no era presidente. Me gustó mucho porque estaba escrita a mano, mientras que las demás cartas de políticos que recibí estaban escritas, lógicamente, a ordenador. Es verdad que habíamos coincidido muchas veces en Galicia, pero yo nunca pensé que fuéramos a compartir una lista en unas elecciones tan importantes.

–¿Siguen apostando por un gobierno en solitario del PP?

–Sí, realmente es a lo que tenemos que aspirar y es también la forma de garantizar una gobernabilidad segura durante cuatro años. Viene una época complicada y creo que lo mejor que le puede pasar al país es un gobierno en solitario del Partido Popular.

La actual concejal de Cultura del Ayuntamiento de Madrid espera compatibilizar el Congreso con el consistorioPaula Argüelles

–¿Grandes acuerdos de país con el PSOE, ¿sí o no?

–Grandes acuerdos de país con quien de verdad represente los valores constitucionales.

–¿Aunque el PSOE lo siguiera dirigiendo Sánchez?

–Eso es muy difícil de pensar ya, porque yo lo que espero también es que, después de los resultados que vaya a haber el domingo, los cambios lleguen a más sitios. Sánchez se ha demostrado que es un personaje con el que es difícil llegar a a nada verdaderamente sólido. Sánchez se encuentra mucho más cómodo en otros terrenos. Recuerdo, en el cara a cara, cuando el presidente Feijoo le ofreció delante de toda España una posibilidad de compromiso, entre él y Sánchez, para que gobernara quien hubiera ganado las elecciones, pero no quiso oír hablar de eso. Sin embargo, ya ha comprado que va a gobernar en coalición con Yolanda Díaz y Sumar. Los pactos que le gustan a Pedro Sánchez son los pactos con la marca del sanchismo.

–El sanchismo ha sido, entre otras cosas, una gran acumulación de polémicas, la última, el desmentido de la Comisión Europea a un tuit del presidente del Senado que se hacía eco de unas palabras falsas de Von der Leyen criticando a Feijóo.

–A mí me parece muy grave. Esto no es solamente un líder del PSOE, es el presidente del Senado, quien tiene que caracterizarse por una exquisitez absoluta a la hora de entrar en la batalla política. Uno no puede comportarse como un hooligan cuando es la cuarta autoridad del estado. Me parece una metáfora de este fin de campaña y el símil perfecto de lo que son las últimas horas del sanchismo.

Lo más parecido que yo he visto a una reacción 'trumpista ' en España fue el 'Rodea el Congreso' que estaba convocado por los socios del Gobierno de Sánchez.

–Continúe la frase, la relación entre PP y Vox a nivel nacional, debe de ser…

–La relación correcta con cualquier partido democrático.

–¿Qué le parece la porra que hizo Bolaños el otro día en una emisora de radio sobre los resultados de las elecciones del próximo domingo?

–Yo creo que la desesperación lleva a perder el sentido de la realidad. Bolaños puede hacer la porra que quiera y consolarse como quiera, pero en su fuero interno sabe perfectamente que los resultados no van a ir por ahí.

–¿Se atreve usted a hacer una?

–No. Yo, como buena gallega que soy, tengo mi punto también supersticioso y no creo que sea deban aventurar resultados. Existe una demoscopia y unas tendencias y yo me apoyo en ellas, pero no me atrevo. No he querido hacerlas ni con mis amigos en privado

Rivera de la Cruz lamenta que Sánchez haya tenido cuatro ministros de Cultura en cinco añosPaula Argüelles

–Si ustedes acceden al gobierno, ¿creen que pueden encontrarse con una reacción en la calle promovida por la izquierda similar al movimiento 'Rodea el Congreso' de 2019?

–Lo más parecido que yo he visto a una reacción trumpista en España fue el 'Rodea el Congreso' que estaba convocado por los socios del Gobierno de Sánchez. Espero que, con una sociedad española como la de ahora que ya ha visto las orejas a los lobos, no se repitan esos hechos.

–¿Cuál es la apuesta que hará el PP por la cultura, terreno del que usted es una gran experta?

–Hay una apuesta, primero por las industrias culturales. La cultura, evidentemente, es alimento para el espíritu, es enriquecimiento, es futuro, es aportación a la historia, pero también es industria, empleo de calidad y la marca de un país. Hay que trabajar para apoyar las industrias culturales, porque además hay un reto muy importante: España tiene que aspirar a liderar la producción de contenidos en español y ese trabajo hay que hacerlo de una forma muy seria, más allá incluso de lo que se pueda hacer de ese Ministerio de Cultura. Además, el español tiene que seguir potenciando y tiene que seguir fomentándose y protegiéndose.

A Iceta le dieron un ministerio del que él mismo reconoció no saber nada

–¿Cómo valora la gestión de Miquel Iceta al frente del ministerio?

– A Iceta, con quien tuve un trato siempre muy cordial, le pasan un ministerio del que él mismo reconoce no saber nada. Intentó salvar los muebles como pudo, pero es que es muy difícil. Yo no quiero ni pensar lo que puede ser que te pongan a manejar un aparato que no sabes ni cómo se enciende. Quiero recordar que Sánchez ha traído cuatro ministros de Cultura en cinco años y al mejor que tuvo, José Guirao, se lo cargó para poner a una persona de la Federación Socialista Madrileña porque había que cubrir una cuota. Ese es el respeto que le ha demostrado Sánchez a la Cultura durante estos cinco años.

–¿Su idea es compatibilizar el Congreso y el Ayuntamiento?

Eso es lo que me gustaría. Quiero recordar que ha habido muchos antecedentes de concejales, incluso alcaldes, que fueron diputados. Es muy importante que el legislativo tenga un contacto estrecho con el municipalismo, que es al final la forma de política que está más cerca de la gente.

–Ha sido diputada, consejera, es concejal, ¿se ve como ministra?

He tenido la suerte, en mis ocho años en política, de contar con unos equipos buenísimos a los que debo la buena gestión que he podido hacer, tanto en el Congreso como después en la Consejería de Cultura. No aspiro a más de lo que ya tengo y he tenido estos años.