Madrid

La Mantequería Andrés, el templo gastronómico que lleva desde 1870 ofreciendo la mejor calidad a sus clientes

Andrés y su hermano José Luis están al frente de este negocio que se ubica en el madrileño Paseo de los Olmos número 3, junto a la Puerta de Toledo

Madrid cuenta con un puñado de negocios centenarios que han resistido el paso del tiempo gracias a su sello distintivo. En el caso de la Mantequería Andrés, el secreto se encuentra en ofrecer siempre la mejor calidad a sus clientes, algo que llevan haciendo desde hace 153 años.

La historia familiar del negocio comenzó con el padre de Andrés, que se trasladó a Madrid con tan solo 13 años. Hizo las maletas en Valdeolivas, un pueblo de la provincia de Cuenca, y se estableció en la ciudad para buscar una vida mejor. Allí consiguió un trabajo de dependiente en la tienda de ultramarinos Casa Pepe, ubicada en el madrileño paseo de los Olmos número 3, junto a la Puerta de Toledo. Después de fallecer el dueño, pasó a hacerse cargo del negocio. Cambió el nombre a ´Mantequería Andrés´ y comenzó a vender conservas, quesos, legumbres, vinos, embutido, fiambre, horchata, fruta y toda clase de dulces.

Ahora el local ha pasado a ser regentado por los hijos, Andrés y José Luis, quienes aplican la fórmula de su padre y son fieles a sus orígenes. Por eso, siguen ofreciendo los productos de toda la vida al mismo tiempo que no dejan de buscar los nuevos productos que despuntan en el mercado.

Andrés e hijosMantequería Andrés Instagram

Productos nacionales

Los productos que vende Andrés y su hermano José Luis son puramente nacionales. Al ser un negocio familiar y sus padres ser naturales de Cuenca, nos dice que traen «muchos productos de allí», entre los que destacan el gazpacho o, hasta hace poco, las conservas de La Ponderosa. Los dueños de esta última marca se hicieron mayores y terminaron por cerrar el negocio, por lo que Andrés nos cuenta que viajó rápidamente a la provincia para buscar cómo sustituirlas. Después de visitar varios locales encontraron Casa Eladio, especializado en conservas artesanales típicas conquenses como morteruelo, perdices, codornices, ajo arriero o gazpacho manchego, todo ello de alta calidad. Después de saborear sus productos quedaron muy satisfechos y los convirtieron en sus proveedores.

Mantequería AndrésMiguel Pérez Sánchez

Entre sus productos estrella encontramos el queso manchego. También la legumbre, que Andrés nos explica que gusta mucho a los clientes: «La viene buscando muchísimo público porque es finísima y la traemos de los pueblos donde la trabajan pequeños agricultores». Por ejemplo, algunas de las que venden son la lenteja de La Armuña o la judía blanca del Barco. Muchos también se llevan las conservas de pescado o vegetales. Entre las que ofertan podemos mencionar los mejillones y las sardinas en aceite de oliva de Galicia, los espárragos, los pimientos de piquillo o las alcachofas de Tudela (Navarra).

Aquí en España tenemos lo mejorAndrés de las HerasDueño de la Mantequería Andrés

En cuanto a los dulces, Andrés nos comenta que son muy populares entre los clientes por ser «bollería natural sana». La primera criba que hacen a la hora de seleccionar estos productos es «descartar aquellos que tengan coco o aceite de palma». Mantienen a la venta productos como las «galletas de Cuenca de toda la vida» que vienen desde el pueblo de Castejón (Teruel), núcleo rural que vio crecer a José Luis Perales. Otros productos que traen son las rosquillas de Chapela o los Miguelitos de la Roda (Albacete).

Dulces de la Mantequería AndrésMiguel Pérez Sánchez

Andrés es un firme creyente en el producto nacional. Asegura que «en España tenemos lo mejor» y que el proceso de selección que tienen desde la Mantequería Andrés es riguroso. Como explica, para poder elegir bien tienen que «probarlo todo, ver lo que hay en el mercado para coger las mejores marcas». Esta caza de los mejores productos se traduce después en unos clientes satisfechos a los que no les importa pagar un poco más, porque saben que la máxima calidad está asegurada.

Lo que los clientes más valoran

Nada más traspasar el umbral de la Mantequería Andrés puedes detectar una familiaridad en el ambiente que no hay en otros negocios. La cercanía entre los compradores y los dueños del local se percibe en todos los gestos, y son muchos los clientes habituales que charlan animadamente con Andrés.

Horario

Podrás encontrar abierta la Mantequería Andrés en el siguiente horario:
  • Lunes-viernes: de 10:00 a 15:00 horas y de 18:00 a 21:00 horas.
  • Sábado: 10:00-15:00 horas
  • Domingo: Cerrado

Ellos, de primera mano, nos hablan de lo que más valoran en la Mantequería Andrés. Las cualidades que más destacan son «la calidad de los productos» y «el trato con el cliente», dos virtudes que son el sello del templo gastronómico. Uno de ellos nos dice que acude «todos los días» para aprovisionarse de los mejores productos. Otro cliente también asegura que la Mantequería Andrés es como «El Corte Inglés en pequeño» porque «tienen de todo».

Clientes siendo atendidos en la Mantequería AndrésMiguel Pérez Sánchez

En este sentido, Andrés nos dice que a pesar del avance de la industrialización y la tendencia a comprar cada vez más en supermercados, no les preocupa en exceso la competencia. Asegura que «el cliente cuando prueba los productos le gusta, es fiel a ello, y nota la diferencia de calidades» porque al final,–dice– , «a todo el mundo le gusta comer bien».

El perfil de los que se acercan a comprar –que son muchos– es variado. El grueso de los clientes son personas del barrio, que conocen esta tienda «de toda la vida», pero también hay muchos que se acercan desde otras zonas de Madrid y de España. Por recomendación de otras personas o de los hoteles cercanos, los turistas también hacen acopio de embutidos y dulces cuando visitan la ciudad.

Mantequería Andrés AyuntamientoMiguel Pérez Sánchez

Como despedida, Andrés mira a la cámara e invita a los lectores de El Debate a pasarse por su local: «que se acerquen y prueben porque seguro que repetirán». Podemos asegurar que los que se pasen por allí no quedarán defraudados: saldrán con las manos llenas y deseando degustar todo lo que hayan comprado.