Cómo acceder a los vestíbulos secretos del Metro de Madrid y lo que esconden

metro de Madrid es una cámara de secretos, a lo largo de sus 104 años de historia se han ido sucediendo una serie de historia que muy pocos conocen. A estos relatos se le suman algunas cámaras secretas como si de un libro de Harry Potter se tratase. Por el momento, el suburbano ha dado a conocer dos vestíbulos ocultos, uno en Pacífico y otro en Las Ventas.

El primero de ellos ha abierto al público este domingo y lo volverá a hacer el próximo 28 de octubre a través de su web. Este espacio ha recibido una inversión de 23.000 euros que han tenido el objetivo de recuperar su aspecto original.

Este histórico hall prestó su servicio en 1923. Durante este mes de octubre vuelve a abrir sus puertas a los madrileños, pero en esta ocasión como museo. Para acceder a él hay que bajar al vestíbulo de la estación.

En concreto, el acceso está en el andén de la Línea 1 en dirección Valdecarros. El proyecto subterráneo incluye la Nave de Motores, la estación subterránea, oficinas, talleres, almacenes y la vivienda del ingeniero responsable de las instalaciones.

El proyecto original contemplaba un vestíbulo abovedado con lucernario central, que se modificó por el actual de planta rectangular con fuertes machones que los dividen en tres tramos y tres bóvedas más, tendidas con lucernarios más pequeños en sus centros.

En 1923 solamente existía un único acceso desde la entonces calle del Pacífico, hoy Avenida Ciudad de Barcelona, esquina a la calle de Caridad.

En 1961 se proyectó la ampliación de andenes de 60 a 90 metros con motivo de la modificación de la composición de los trenes de cuatro a seis coches, y se incluyó la apertura de dos nuevos vestíbulos, uno con acceso a Doctor Esquerdo pares y otro a la calle de Sánchez Barcaiztegui, cerrándose el vestíbulo original.

Vestíbulo de Las Ventas

Otro vestíbulo secreto se encuentra en la estación de metro de Las Ventas. Construida en ladrillo para recrear la icónica plaza de toros guarda uno de estos históricos halls. Con motivo de la reforma y modernización de halló esta 'máquina del tiempo'.

Por el momento se encuentra fuera de servicio ya que se encuentra tal y como lo abandonó el suburbano en los años 60. Para acceder a este habitáculo hay que bajar al andén de L2.

En concreto, se entra por la antigua cabina del jefe de la estación que da al andén y antes era la propia salida del metro que daba a este acceso antiguo. Esta antesala será decorada con temática de la época de los 60.

Para acceder a esta cápsula del tiempo hay que subir unas escaleras, tal y como si fuéramos a salir del metro. La oscuridad y la humedad prima en este lugar. Está tal y como lo dejaron tras el cierre de esta salida.

Este conjunto 'arqueológico' del suburbano lo componen los 'torniquetes' de la época. Al tratarse del vestíbulo de salida más cercano a la plaza su sistema era muy efectivo y ayudaba a los viajeros.

El sistema de salida estaba compuesto por un mecanismo rectangular metálico, similar a la caja que conocemos en la actualidad. El cambio más significativo es el mecanismo que permite la salida de los pasajeros.

Esta es una valla metálica que se abría y cerraba gracias a un anclaje que se activaba por medio de una placa metálica que estaba en el recorrido de la salida.

Este sistema era muy eficiente porque solo permitía la salida de pasajeros y no la entrada. Además, de esta manera se evitaba que los más perspicaces se colasen en el suburbano. Este vestíbulo contaba además con la caseta de vigilancia para que todo estuviera en orden.

La reforma de este espacio será integral. Las mamparas que constituían la salida se les dará un lavado de imagen y conformarán un único panel como en los años 60. El alicatado de las paredes también se sumará a la reforma.

Asimismo, las baldosas hexagonales y las luminarias tendrán estos aires del Madrid más clásico. Y por no olvidar que los 'toniquetes' se restaurarán por completo a la par que los dos vestuarios y la sala de vigilancia.