La última farola republicana

El rincón imprevisto donde aguanta la última farola republicana de Madrid

Para diferenciarla hay que fijarse en la parte superior. Lo que se observa en la peculiar farola es una corona mural

Madrid guarda un recuerdo de su pasado como república. En pleno centro de la capital se encuentra la única farola republicana. Su lugar exacto es de lo más peculiar, lejos de la casualidad se ubica en pleno Palacio Real. Este elemento se forjó en los años de la Segunda República (1931-1939) al igual que muchas otras que se colocaron en diferentes puntos de la capital y de toda España.

Para diferenciarla hay que fijarse en la parte superior. Lo que se observa en la peculiar farola es una corona mural, y no una corona real.

Estas coronas murales simbolizan fortificaciones genéricas o específicas de territorios determinados (comarcas, ciudades, pueblos), con una raíz política y militar.

Han sido empleadas por diversas culturas, especialmente por la romana en la antigüedad clásica, como reconocimiento a la conquista de una ciudad/pueblo/poblado rodeado de murallas.

Posteriormente, su uso común consiste en visualizar la afiliación a una estructura política o administrativa concreta.

La última farola republicana

En heráldica castellana está documentada su utilización para representar al propio Reino de Castilla. Otro ejemplo de este es tilo es la corona de Alfonso VIII de Castilla (1158 – 1214), preservada en el Monasterio de las Huelgas Reales de Burgos.

La corona mural comenzó a figurar en la cúspide de los escudos de España y de Madrid como resultado de la revolución democratizadora conocida como la Gloriosa, que tuvo lugar en 1868.

En ese momento, reemplazó a la corona real, dado que dicho movimiento político implicó la destitución de la reina Isabel II.

Evolución de los escudos de España

Desde la aprobación de la Constitución Española de 1869, el mural de la corona se incorporó en la moneda, sellos y, como hemos mencionado, en los escudos a nivel estatal, provincial y municipal.

La restauración de la dinastía borbónica en 1874, tras el reinado de Amadeo I de Saboya (1871 – 1873) y la Primera República (1873 – 1874), marcó el retorno de la corona real a los símbolos oficiales.

Será en 1931 cuando se reintroduzca la corona mural. En ese momento se lleva a cabo la fundición y forja de la farola republicana que se aprecia en la imagen de portada de este artículo.