Metro de Madrid convierte la estación de Chamberí en un pasaje del terror: horario y entradas

La Comunidad de Madrid celebra la fiesta de Halloween recordando las leyendas más terroríficas de la estación de Metro de Chamberí, conocida como la 'Estación Fantasma'. Con este motivo, el suburbano ha abierto el plazo de inscripción para todas aquellas personas que quieran disfrutar de este espacio histórico tan singular, ambientado para la ocasión. Esta iniciativa cuenta con visitas diarias guiadas y gratuitas que tendrán lugar del 27 al 31 de octubre.

Este año el hilo conductor de esta actividad lúdica es el relato sobre un último viajero que se queda atrapado en la parada de Chamberí el día que cerró sus puertas definitivamente en 1966.

Cuando este misterioso personaje comienza a sospechar que su encierro ha sido malintencionado, resucita antiguas leyendas que se irán desarrollando y viendo a lo largo del recorrido, desde la entrada hasta el andén.

Durante los más de 40 años que la estación de Chamberí permaneció cerrada han sido numerosas las historias y cuentos que hablaba de la presencia de fantasmas y personajes de terror en este espacio. Todas estas anécdotas fantásticas se recuperan este año para los aficionados a esta temática.

Los interesados en participar en esta actividad, recomendada para mayores de 12 años, tendrán que inscribirse previamente en museosmetromadrid.es, ya que el aforo es limitado. Las sesiones serán el viernes 27 de octubre, desde las 16:00 hasta las 24:00 horas, y los días siguientes, de 10:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 24:00 horas.

Esta iniciativa cuenta con la participación de seis actores que deambularán por la estación, debidamente ambientada, disfrazados de diferentes criaturas inspiradas en obras literarias y fábulas de miedo.

La estación más antigua

La estación de Chamberí fue clausurada en 1966 y en la actualidad guarda en su interior un museo gratuito. Aunque ahora no esté prestando servicio, con tan solo bajar las escaleras se puede viajar a los años 60.

Las taquillas y los torniquetes son los mismos que se usaban, las cabinas de cristal son las de hace 100 años, y los vestuarios de los trabajadores siguen intactos. La publicidad se encuentra tal y como fue creada hace un siglo, con azulejos pintados.

Chamberí pertenecía a la La línea 1 que en aquel año necesitaba albergar unos trenes mas amplios, pues cada vez más pasajeros utilizaban el metro. En muchos de los casos, los andenes también tuvieron que ampliarse, pero la estación se encontraba inclinada y en curva.

Además, estaba demasiado cerca de las paradas de Iglesia y Bilbao y era inviable reformarla para que se ajustara a las necesidades del momento. Por estas razones, se decidió cerrar la estación.