Testimonio para El Debate
«Atropellaron a mi hija de un año con un patinete eléctrico y estuvo en la UCI, inmovilizada y con morfina»
El conductor del patinete intentó huir. La madre recogió a su bebé del suelo que tenía los ojos cerrados y los brazos y piernas sin movimiento
Una tarde calurosa de agosto se convirtió en el momento más duro de la vida de Marta, madre de una pequeña de un año a la que el atropello de un patinete eléctrico le costó varios días en cuidados intensivos y lesiones craneales.
«Había quedado con unos amigos en un centro comercial de Leganés y salimos a tomar un café a los bares del propio centro», relata a El Debate. El calor aplastante les hizo detenerse en una fuente de chorros de agua donde los pequeños jugaban. «Estábamos jugando y yo la tenía cogida. De repente noté que me pegaron un golpe fuerte y me caí al suelo», recuerda asegurando que, al estar de espaldas, no tenía conciencia ni de cómo habían caído ella y su hija después de que un joven las arrollase con un patinete eléctrico haciendo que la niña de un año saliese disparada y cayese de cabeza contra el suelo.
Al levantarse, la imagen que vio no se le olvidará en la vida: «Cuando me levanté vi a la niña caída, la cogí en brazos y vi como hacía un gesto raro con los ojos cerrados y se desplomaba. Se quedó sin moverse y no respondía. Las piernas y los brazos no se le movían», detalla.
La pequeña sufrió una hemorragia cerebral y varias fracturas
Al ver que la niña no reaccionaba, un hombre que se encontraba en el lugar tomó el pulso a la pequeña para comprobar su estado. Hasta el centro comercial se desplazó la Policía Nacional que identificó al conductor del patinete que había intentado marcharse.
«El tiempo que tardó la ambulancia se me hizo eterno. Los minutos más largos de mi vida. Mi niña tenía un bulto muy feo en la cabeza y sabía que le había pasado algo grave», recuerda.
Una vez en el hospital, el personal sanitario hizo todas las pruebas pertinentes y comunicaron a los padres que, efectivamente, tenía hipotonía en las extremidades, varias fracturas en el cráneo y una hemorragia cerebral. «La dejaron en la UCI pero no nos podía decir nada. Podía seguir igual, evolucionar a peor o involucionar», apunta Marta.
Los médicos tomaron la decisión de no operar y no inducir el coma, a pesar de haberlo valorado previamente
Los médicos tomaron la decisión de no operar y no inducir el coma, a pesar de haberlo valorado previamente. La pequeña estuvo cuatro días en la UCI conectada a una máquina que le suministraba morfina para paliar los fuertes dolores. Además, los profesionales sanitarios tuvieron que inmovilizar a la niña.
Días más tarde, la pequeña fue enviada a planta y, posteriormente, dada de alta por el fuerte desasosiego que la niña tenía en el hospital a causa de los dolores y el trauma de lo ocurrido.
Ahora, la bebé está recuperada y, según cuenta su madre, no parece tener ninguna secuela. No obstante, los médicos se han reservado la posibilidad de que exista alguna consecuencia en un futuro aunque, por el momento y por fortuna, no lo parezca.