Imagen del árbol que compartió la testigo con sus amigos

Imagen del árbol que compartió la testigo con sus amigos

Madrid

La angustia en el intento de rescate de la joven a la que mató un árbol en Madrid: «Hay una chica ahí abajo»

La testigo relató como los presentes intentaron ayudar a mover el árbol sabiendo que había una chica debajo

La tragedia de la muerte de una joven de 23 años en Madrid este jueves ha reavivado el debate sobre la peligrosidad de ciertos árboles situados en las ciudades. Durante varios minutos de angustia, decenas de personas intentaron rescatar a la chica que permanecía bajo las ramas en plena calle Almagro de Madrid.

«Hay una chica atrapada ahí debajo», relataba una joven a sus amigos en Madrid después de haber ayudado en el intento de mover el árbol de 188 centímetros de perímetro que provocó el fallecimiento de una chica que estaba cruzando un paso de cebra en ese momento. «De repente ha sonado un golpe y se ha caído ese árbol», contaba enviando una imagen del ejemplar que atravesaba la calle madrileña.

Según la testigo, unas cien personas habían intentado mover el árbol sin éxito para conseguir sacar a los afectados. Finalmente, además del triste fallecimiento de la joven, seis personas resultaron heridas. «Nos hemos bajado a ayudar. Qué mal cuerpo», apuntaba asegurando que había «una chica atrapada ahí abajo» y que creía, que había muerto.

A pesar del esfuerzo de los ciudadanos, no se pudo hacer nada por la joven fallecida a la cual los servicios de emergencias tampoco pudieron atender y solamente pudieron certificar su muerte.

Un árbol en «buen estado»

El árbol, tal y como informa el Ayuntamiento de Madrid, era un olmo siberiano con un perímetro de 188 centímetros que había pasado dos revisiones por el Servicio de Evaluación y Revisión Verde (Server), una en mayo del 2022 y otra en mayo de este año. Este chequeo se había realizado en dos ocasiones en un año por su gran envergadura. Sin embargo, el informe concluyó que se trataba de un árbol sano que no tenía ningún defecto.

A pesar de ello, las rachas, que superaron los 80 km/ h en el área metropolitana vencieron al ejemplar que terminó caído provocando el accidente fatal. El Server constató, de nuevo, durante el día de ayer que no sufría ninguna patología ni daño previo al vuelco

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