La nueva ministra de Sanidad, Mónica García

Perfil

Sanidad para Mónica García, la portavoz que pisó todos los charcos de Madrid

Licenciada en Medicina y Cirugía, Mónica García acumula un importante historial de polémicas en los últimos tiempos

La portavoz de Más Madrid en la Asamblea, Mónica García, vuelve a estar en boca de todos. En esta ocasión, no se trata de insultos a la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, ni por una intervención polémica. Ahora, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la ha nombrado ministra de Sanidad.

Su vocación va en su sangre, su padre es Sergio García Reyes y fue diputado por el Partido Comunista de España en la I legislatura de la Asamblea de Madrid. La misma cámara donde su hija lidera la oposición.

Antes de su salto a la política, García trabajaba en el Hospital 12 de Octubre de Madrid como anestesista. Fue en 2021 cuando se dio a conocer y logró un gran resultado con 24 diputados, los mismos que el PSOE, convirtiéndose en la segunda fuerza más votada.

La nueva ministra de Sanidad cuenta con una buena formación. Estudió en el colegio Yale, situado en la lujosa zona de El Viso de Madrid. Posteriormente, cursó el bachillerato en el Instituto de Enseñanza Secundaria Beatriz Galindo de la calle Goya, en el barrio de Salamanca.

Tras esta etapa educativa, cursó sus estudios universitarios en la Universidad Complutense de Madrid, concretamente en Medicina y Cirugía, en la espacialidad de Anestesiología. Una profesión que desarrolló en el hospital madrileño hasta que pidió una excedencia para pasar a la política.

En 2012 se unió a la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (Afem) para reivindicar mejores condiciones para los sanitarios ya que, por aquel entonces, el consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, elaboró el Plan de Medidas de Garantía del Sistema Sanitario.

Dicho proyecto recortaba un 7 % el presupuesto en Sanidad y privatizaba algunos servicios médicos, entre otras medidas. Mónica García participó en varias manifestaciones y encuentros de dicha asociación que mostraba su rechazo al Gobierno popular de Madrid.

Esta no es la única asociación que ha apoyado. La exportavoz madrileña se unió a la Marea Blanca, una de las marchas que tenían como objetivo denunciar los recortes y la precariedad de la sanidad pública madrileña.

Su primer gran salto a la política fue en 2015 cuando ocupó el puesto número 26 en la lista de Podemos a la Asamblea de Madrid donde logró un sillón de la Cámara. Dos años más tarde, alcanzó el cargo de presidenta del grupo tras una reestructuración del partido.

Durante la X legislatura madrileña coincidió con Iñigo Errejón, con quien compartía muchas ideas y proyectos políticos, de ahí el cambio de formación. Mónica García saltó del barco de Podemos al de Más Madrid en las listas de elecciones a la Asamblea de 2019.

Las polémicas de Mónica García

La nueva ministra de Sanidad se ha visto envuelta en varias polémicas. Una de ella ocurrió en octubre de 2021 cuando pidió cobrar en régimen de dedicación exclusiva durante su baja como anestesista por una fractura de codo.

Por este motivo, la exportavoz de Más Madrid cobró entre junio y noviembre de ese año una cantidad de 13.000 euros, que, a posteriori, tuvo que devolver. La parlamentaria sostuvo que el cobro de ese dinero se debió a un «error administrativo».

En aquel entonces cobraba 1.246,27 euros al mes de la Asamblea más un extra de 1.486,69 euros por su condición de portavoz de Más Madrid. Esta situación debió mantenerse, pero varió al de exclusividad y empezó a cobrar 3.573,53 euros que es el sueldo de los diputados con dedicación única a la cámara.

Para que el cambio tuviese lugar, García tuvo que solicitarlo a la Asamblea por vía rápida para que tuviese efecto inmediato y de esta manera evitó hacerlo por Registro. Según García en ningún momento pidió un cambio y mantuvo que fue ella quien avisó medio año después.

Un gesto cargado de polémica fue el disparo que dirigió al antiguo consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, durante un pleno en la Asamblea. García simuló con la mano que le apuntaba con una pistola.

La portavoz se defendió diciendo que «estaba señalando a un partido condenado por el Tribunal Supremo. Lo menos importante es que estuviera imitando el gesto» de que le disparaba.

Otra de las polémicas que más controversia ha traído es el chalet irregular que tiene en Guadarrama. García posee el 33 % de la vivienda, ya que el resto está a nombre de su padre y su hermano. La parcela cuenta con 2.060 metros cuadrados y la adquirió por herencia.

El Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de la Sierra define el terreno sobre el que está su chalet como «suelo no urbanizable de protección». Además, la parcela sobre la que está el inmueble está incluida en el Catálogo de Montes de Utilidad Pública desde 1862.

De no ser así, una vivienda de estas características, según los precios de la zona, rondaría los 600.000 euros. Además, al ser un inmueble que opera fuera del mercado no puede ser objeto de ningún tipo de embargo.

En la declaración de bienes que tiene depositada en la Asamblea de Madrid, Mónica García reconoce que cuenta con un segundo inmueble, también heredado de su madre. En este caso, un piso en la calle Ibiza con vistas al Parque del Retiro de Madrid valorado en 1,4 millones de euros.

El piso, ubicado en la séptima planta de un edificio ilustre, tiene una superficie de 180 metros cuadrados y cuenta con una terraza de 27 metros cuadrados.

La última polémica que le salpicó fue porque su marido cobró el Bono Social Térmico, una ayuda estatal que el Gobierno aprobó en favor de las familias vulnerables y las numerosas. Cuando se hizo público que Enrique Ossorio, antiguo vicepresidente regional, había cobrado este cheque, le acusó de «falta de ética pública».

Según adelantó El Debate, Mónica García y su marido se beneficiaron en dos ocasiones de este Bono Social Térmico y cuya última ayuda ascendía a 413,65 euros. Una cantidad que supone más del doble de la ayuda en 2022, cifrada en 195,82 euros.