Varias personas aguardan en el aeropuerto internacional Alfonso Suárez Madrid BarajasEFE

Encuentran a un hombre sin identificación ni billete dentro de un avión que se disponía a viajar a Bogotá desde Barajas

El polizón apareció, según relatan fuentes policiales dentro de uno de los aviones

A veces, y a pesar del alto nivel de seguridad de los aeropuertos, ocurren situaciones difíciles de entender y de explicar. Una de ellas sucedió este martes en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid- Barajas cuando, dentro de uno de los aviones, apareció un sujeto sin billete y sin identificación.

Concretamente, se trataba del vuelo Madrid-Bogotá 6587 operado por la compañía Iberia. El polizón apareció, según relatan fuentes policiales a El Debate, dentro de una de las naves. El hombre, del que se desconocen más datos, estaba dentro del avión al salir de talleres. Un cliente que se disponía a viajar a Colombia en este vuelo asegura que la persona no identificada presentaba una apariencia extraña.

La confusión por lo ocurrido provocó que los pasajeros no pudiesen terminar de embarcar y tuviesen que esperar a que se resolviese. Finalmente, el vuelo operó con normalidad.

El Debate ha intentado recabar más información, pero, por el momento, Iberia se ha remitido a asegurar que «aún se sigue investigando lo ocurrido».

Lo cierto es que es difícil de explicar cómo pudo suceder algo así en el aeropuerto más grande de España a pesar de las cuantiosas medidas de seguridad de la que dispone y, sobre todo, teniendo en cuenta que el polizón ya estaba en el avión antes del embarque de pasajeros.

Por el momento, no se conoce la manera en la que el hombre consiguió subir a bordo ni la zona por la que lo hizo.

A pesar de lo ocurrido, este tipo de situaciones no ocurren de manera frecuente. Sin embargo, el pasado mes de julio, tres activistas de Futuro Digital se colaron en el aeropuerto madrileño burlando todas las medidas de seguridad y se pegaron a la zona de aterrizaje durante más de tres horas.

Aena recordó entonces que, según la Ley 21/203, de Seguridad Aérea, este tipo de acción representaba una infracción contra la seguridad de la aviación civil que, en función de las circunstancias, podría llegar a ser tipificada como de carácter grave o muy grave, con sanción administrativa en ese caso de entre 45.001 a 225.000 euros.