Carlos Novillo: «La izquierda está destruyendo la agricultura con sus lobbies ecologistas radicales»

El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, afronta esta legislatura con «mucha ilusión» y responsabilidad por todas las competencias que abarca. Además, se le suman todos los ataques de Pedro Sánchez en esta materia. Novillo visita la redacción de El Debate para analiza la situación que vive Madrid.

Esta semana el ministerio del Interior ha reconocido su trayectoria de servicio público en distintos puestos de responsabilidad y su aportación al bienestar de los ciudadanos.

–¿Qué le suscita la situación agraria y de sequía que vive actualmente España?

–Me produce mucha frustración porque es algo que venimos denunciado y viendo desde hace dos años con esas políticas que han abandonado todos los criterios agronómicos y de producción. En lugar de estar del lado de los agricultores para ir mejorando día a día, lo que han hecho es ponerles más trabas. Tenemos un problema con el campo porque cada vez es más complicado tener jóvenes que se unan a este sector y con estas dificultades les llevan prácticamente al abandono.

Hay que tener en cuenta que el campo es un sector esencial. No podemos dejar al margen lo que es la soberanía alimentaria del continente, porque precisamente una de las lecciones aprendidas en la pandemia es que tenemos que tener los recursos básicos garantizados en nuestro propio territorio y no depender de terceros países.

–¿Se esperaba todos los ataques de Sánchez en materia de agua, energía, medio ambiente, a la estación de Navacerrada?

–La verdad que sí, viendo cómo actúa es fácil de predecir. En la pandemia nos dejaron completamente solos; además ves como nos ponían palos en las ruedas. Recuerdo que nos impedían hacer la compra de esos equipos de protección individual, creyendo que el Ministerio iba a tener esa capacidad, que debería haber sido así... Y luego, nos tuvieron que admitir que lo hiciéramos nosotros.

Viendo como ha sido esa gestión en momentos tan críticos, nos podíamos esperar que todo fuera igual. Ahora estamos teniendo dificultades muy importantes, sobre todo en puntos esenciales que son el desarrollo económico y social de la capital. Estos ataques son al agua y a la energía; y ahí donde ha podido influir, siempre ha ido a la contra con políticas totalmente alejadas de un criterio científico.

–¿Qué va a hacer Madrid para resistir estos ataques?

–Ser un muro de contención. Tenemos que trabajar, aportar gestión y estar de lado del sector primario ya que tenemos una relación muy estrecha con los agricultores y ganaderos. Queremos conectarles con la industria agroalimentaria para potenciar el producto de Madrid y que tenga ese éxito que se merece.

Lo que hablo en materia del sector primario lo queremos llevar al mundo de la energía, que es otro de los pilares del desarrollo social. Pero vemos esa dificultad que nos está poniendo el Gobierno para poder acceder a esas fuentes de suministro que se han quedado completamente desfasadas. Nos hablan de planes quinquenales para poder desarrollar las redes y a mí esta sequía energética me recuerda a lo que está pasando en Cataluña, que apenas tienen agua.

En cuanto a este tema, Madrid ha invertido en Canal de Isabel II 1.500 millones de euros en estos años, mientras que los catalanes lo han dejado pasar y ahora es cuando vienen los problemas.

El campo es un sector esencial. No podemos dejar al margen lo que es la soberanía alimentaria

–¿Por qué cree que Sánchez decide atacar a Madrid en clave medioambiental?

–Él ha querido coger la bandera del ecologismo más rancio porque es un ecologismo que no está basado en datos científicos. Nosotros tenemos técnicos medioambientales que están trabajando día a día y que realmente aportan soluciones y resultados. Vemos como en Madrid la biodiversidad está con una salud envidiable. Ese equilibrio que intentamos entre el desarrollo social y medioambiental es posible.

Realmente no sabemos qué es lo que pretende Sánchez con estas políticas alejadas de todo lo real y racional. Aparte de perjudicar a Madrid, perjudica a España.

–Uno de los ataques del Gobierno de Sánchez a Madrid es a la hora de controlar la cantidad de agua que llega a la región. La Comunidad lo ha llevado ante la Justicia, ¿qué harán si la sentencia es favorable el Ejecutivo central?

–Ser muy imaginativos e intentar defendernos. Esperar evidentemente otros tiempos donde puedan cambiar esas políticas y que de verdad pasemos esta pesadilla que nos está llevando a tener que estar constantemente viendo de qué manera podemos defender los recursos económicos. Mientras esperamos esa sentencia, seguimos trabajando para para poder optimizar la gestión del agua, que tiene poco margen de mejora porque ya es excelente.

–¿Madrid ayudará a Cataluña con la sequía y la falta de agua que está sufriendo?

–Por supuesto, nosotros somos una región solidaria. Haríamos lo que fuera necesario para para poder ayudar a cualquier español que tuviera una necesidad. Lo hacemos en las emergencias, sacamos equipos madrileños a cualquier parte de España y del mundo cuando hay una catástrofe... y no tener agua para beber para mí sería como una catástrofe.

–¿Cuáles son las claves para que Madrid no tenga un escenario de sequía?

–Nos dicen que no podemos presumir porque en Madrid ha llovido más que en Cataluña, una afirmación que no es cierta porque es al contrario, en Cataluña ha llovido más que en nuestra región. La cuenca de recogida que tienen ellos es muy superior a la de Madrid, ya que cuentan con los Pirineos y con la capacidad de las desaladoras. Lo que ha hecho Madrid es con su poca cuenca y su escasa capacidad de captación, aprovecharla al máximo.

La lluvia no se puede crear y, por tanto, los técnicos del Canal de Isabel II tienen esa visión de optimizar al máximo cada gota de agua. ¿Cómo lo hacen? Pues en varias líneas. Una es en los 18.000 kilómetros de tuberías; invertir constantemente; ir corrigiendo deficiencias para perder la mínima cantidad de agua posible. Lo segundo que hacen es concienciar a los ciudadanos. En estos 20 años hemos tenido un 19 % menos de captación, pero a la vez se ha corregido en un 19 % el consumo.

No sabemos qué es lo que pretende Sánchez con estas políticas alejadas de todo lo real y racional

–Otro de los ataques de Sánchez a Madrid es a la hora de controlar la energía que llega a la región, ¿cómo está la situación y que les piden las grandes tecnológicas?

–Hicimos alegaciones a esa modificación del Plan de desarrollo de redes y no van a ser atendidas por lo que nos dijo la ministra. Estamos hablando que si queremos generar nuevos hospitales, colegios o alguna otra actividad industrial vamos a tener dificultades de darles ese soporte energético a las grandes tecnológicas.

En el caso de los 59 centros de procesamiento de datos es muy claro, son proyectos aterrizados que saben dónde se quieren implantar y que tienen esa posibilidad para poder aportar un valor añadido a nuestra economía. Perder casi 16.000 millones de euros en inversión por no hacer el trabajo va a producir que estas empresas se vayan fuera de Madrid y de España.

–Hace un par de semanas la Justicia dictaba el cierre de la estación de Navacerrada en la parte segoviana, ¿cómo le afecta esta decisión a Madrid?

–El Gobierno ha creado un problema donde no lo había. Teníamos una actividad perfectamente compatible con el medio ambiente porque está en el enclave del Parque Nacional de Guadarrama, y ahora la ministra se empeña en que hay que cerrarlo porque le conviene así.

La sierra de Madrid es la cuna del esquí alpino en España donde está la memoria de los hermanos Ochoa que nos dieron esas medallas. Además, hay una fuerte actividad económica porque genera más de 300 puestos de trabajo. Que la Administración genere un problema en lugar de acompañar y dar soluciones, pues lo dice todo.

–El jueves pasado en el Pleno de la Asamblea, Vox cargó contra usted por unas declaraciones sobre la Agenda 2030 en las que solo se podían escuchar 20 segundos de sus tres minutos de intervención...

–Lo que viene a decir Vox es que hay que acabar con toda la política medioambiental y el pacto que se ha dado entre todos los países europeos. Si nos vamos a las bases fundacionales de esa Agenda 2030, nadie puede estar en contra porque es una filosofía de dejar un mejor planeta. Cualquier persona vota a favor de dejar un mejor futuro a sus hijos. Lo que no se publicó es que teniendo esas bases fundacionales, la izquierda está destruyendo la agricultura con sus lobbies ecologistas radicales.

La contradicción la tiene Vox, que se mire en las comunidades donde gobiernan lo que están haciendo o que se miren cuáles han sido sus resultados en Galicia por ir con ese mensaje que se me parece mucho al de la izquierda radical.