Polémica por una boda gay en una ermita desacralizada de Madrid: «Es un acto de exaltación sodomítica»
La pareja se casó por lo civil y unos días después hizo una celebración religiosa que se ha viralizado en redes sociales
La polémica ha estallado en las redes sociales tras viralizarse unos vídeos de una celebración religiosa en la que los protagonistas eran una pareja homosexual que se había casado unos días antes por lo civil.
Una ermita desacralizada de Madrid acogió este acto donde un sacerdote estuvo presente en una celebración cuya puesta en escena podía parecer, a la luz de las imágenes que han circulado, que imitaba el rito de una boda católica. Sin embargo, la Iglesia no permite los matrimonios entre personas del mismo sexo por lo que sacerdotes como el padre Juan Manuel Góngora han criticado esta celebración.
«Me pasan este clip, que es público en Instagram. Un acto de exaltación sodomítica acontecido en la ermita de una finca privada de bodas en Madrid. Si sois católicos y os invitan a irreverencias semejantes, no seáis cómplices de un pecado mortal. Recemos por su conversión», ha escrito el religioso en sus redes sociales.
Unas palabras que han causado la indignación de muchos usuarios de redes sociales, incluidos diputados de la Asamblea de Madrid, como Rafael Núñez Huesca o Ignacio Catalá.
«Soy católico practicante y este tuit es impropio de un pastor de la Iglesia. Por lo que dice y, más aún, por el tono desdeñoso en que lo dice. Que sean muy felices y que testimonios desafortunados como este no les alejen de la Fe», ha escrito el portavoz adjunto del grupo parlamentario popular en el Parlamento autonómico.
Una reflexión que censuró otro sacerdote, Francisco J. Delgado. «Lo impropio de un pastor de la Iglesia sería no condenar la pantomima sacrílega que aparece en ese vídeo. Lo mismo que es impropio de un pastor de la Iglesia dejar de decir que políticos militantes en partidos abortistas, pro-eutanasia, anti-familia y contrarios al Bien Común y la libertad como el PP estáis en pecado público grave», opinó.
Por su parte, Catalá ha asegurado que en el mentado video ve «muchas cosas» pero, sobre todo, «amor».
El vídeo compartido por el padre Juan Manuel Góngora acumulaba este lunes cerca de cuatro millones de reproducciones en Twitter.
Testigos presenciales del acto se han puesto en contacto con El Debate para explicar que «no hubo lecturas, ni oraciones, ni nada que imite ningún rito católico» y que lo «más parecido» fue la entrada y salida de la pareja «como ocurre en cualquier rito».
«Lo que sucedió ese día fue el acompañamiento de todos los invitados a la pareja a rezar por ellos, por su unión (que ya había sucedido como bien indicáis), y hubo presencia de simbología religiosa porque ellos son religiosos», añaden.
En este sentido, insisten en que estas dos personas son católicas y «plenamente conocedoras de los mandamientos más básicos y de los sacramentos que forman el catolicismo» y matizan que todos los presentes eran conscientes de que lo que allí ocurría no era «una 'boda gay' ni una simulación de una matrimonio católico con la simbología religiosa».
«Esta pareja, siendo consciente de sus circunstancias y habiéndose unido civilmente nos convocó a acompañarlas en oración, pidiendo por ellos y por su futuro como pareja. Simple y llanamente. No fue una boda ni nada que se le asemeje», apostillan.
Archidiócesis de Madrid
«El Arzobispado de Madrid no fue informado ni consultado sobre la posibilidad de realizar dicha celebración siendo un acto unilateral de la finca que tendrá efectos canónicos al respecto», ha informado el Arzobispado en una nota en la que sentencia que «en ningún caso está permitido realizar un matrimonio civil dentro de un recinto religioso».
«Las ermitas familiares solo pueden ser usadas para el fin que la Iglesia les concede. No pueden ser lugar de celebraciones públicas religiosas, salvo autorización expresa del obispado, tampoco pueden ser objeto de finalidades comerciales ni lugares de celebraciones civiles de ningún tipo. De hecho, en su momento fueron concebidas únicamente para uso privado devocional de la familia propietarios de la misma y en ningún caso para ser ofrecidas como un servicio opcional lucrativo de una empresa dedicada a la organización de eventos sociales», ha agregado en referencia a la celebración acaecida este sábado 24 de febrero en la ermita de una finca privada en El Escorial.