Madrid activa un nuevo protocolo para que los médicos notifiquen sospechas de maltrato infantil en pacientes

El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha puesto en marcha en los centros de salud de la región un nuevo protocolo para que los profesionales sanitarios puedan notificar de forma oficial si tienen sospechas de maltrato infantil en pacientes pediátricos.

El objetivo del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso es potenciar la detección temprana de casos como violencia física, emocional, sexual o a través de las redes sociales; negligencia en los cuidados; abuso de nuevas tecnologías; sumisión química; mutilación genital femenina; trata y explotación sexual, o pertenencia a bandas delictivas así como agilizar las comunicaciones y lograr una mayor coordinación entre las administraciones implicadas en este ámbito.

Se trata de un procedimiento que ha sido elaborado por un grupo de profesionales de distintas categorías de Atención Primaria y Hospitalaria, partiendo de las necesidades que se plantean en las consultas. Este protocolo incluye un documento, para toda la red del primer nivel asistencial de la sanidad pública madrileña, con indicadores actualizados que permiten notificar oficialmente la sospecha de que un paciente pediátrico sufre algunas de las situaciones anteriormente mencionadas.

Desde el Ejecutivo autonómico recuerdan que «estas realidades en edades tempranas pueden afectar al rendimiento escolar de niños, generarles trastornos del comportamiento, adicciones o problemas de salud mental». Asimismo, inciden, pueden «condicionar su etapa adulta, tanto en el ámbito personal como laboral, siendo incluso susceptibles de repercutir en la carga genética que se transmite a futuras generaciones». En cambio, explican, «las experiencias positivas en la infancia, como sentir el interés de los profesionales de la salud por su estado, pueden compensar esas dificultades».

La Consejería de Sanidad, comandada por Fátima Matute, sostiene que los partes de notificación, que son «una obligación ética y legal», pueden ser cumplimentados por cualquier categoría sociosanitaria de los centros de salud: médicos de familia, pediatras, profesionales de Enfermería, odontólogos, higienistas dentales, matronas, fisioterapeutas, psicologías y trabajadores sociales.

«El nuevo protocolo incluye desde los casos de riesgo leve a los graves, cuya atención se coordina a través del trabajador social del centro de salud, que es el nexo de unión entre el sistema público sanitario y social. En este sentido, Atención Primaria constituye un nivel sanitario clave en la detección de estos fenómenos gracias a la cercanía con su población y la facilidad de acceso a sus consultas», recuerdan desde el departamento.