Cruz del Valle de los Caídos

Asamblea de Madrid

Un arquitecto enumera en la Asamblea las razones por las que el Valle de los Caídos debe ser declarado Bien de Interés Cultural

El Valle de los Caídos se mantiene a la espera de que la Justicia dicte si puede ser considerado Bien de Interés Cultural (BIC). Las asociaciones en defensa del conjunto monumental llevan años persiguiendo este objetivo, mientras que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso y el Ejecutivo de Pedro Sánchez echan balones fuera. En este contexto, Vox Madrid ha llevado a la Asamblea a un arquitecto para enumerar las razones por las que el Valle debería considerarse BIC.

El experto es Ismael de la Barba, miembro de la Asociación por la Verdad y la Reconciliación Histórica. «Intentaré no entrar en los aspectos que se apartan de su interés arquitectónico, ya que la polémica que acompaña a muchos edificios, con el paso del tiempo y la distancia de los acontecimientos, deja paso a su auténtico valor cultural», comentaba de la Barba en la Comisión de Cultura celebrada esta semana en el Parlamento autonómico.

«Se trata del complejo edificatorio de mayor tamaño y con mayor impronta en el paisaje de toda la Comunidad de Madrid. Es innegable que se trata de un proyecto descomunal, que supuso un esfuerzo técnico y económico increíble y que demostró, sin lugar a dudas, la capacidad de sus creadores», explicaba el arquitecto.

De su calidad artística, cultural y arquitectónica «dan cuenta numerosos estudios pormenorizados y libros de prestigiosos tratadistas e historiadores; sobre la importancia de sus creadores basta con leer el nombre de los arquitectos, ingenieros y escultores, y de su importancia religiosa», concretaba.

El experto remarcaba que «se trata pues, de una obra impresionante que constituye un conjunto magnífico, de importancia internacional. Esta importancia, rebajada en los últimos años por cuestiones ajenas a sus valores culturales y religiosos, es la que se pretende recuperar con la catalogación de Bien de Interés Cultural que se propone».

Imagen del Valle de los Caídos

La Comunidad tiene las competencias

Ismael de la Barba ahondaba en el punto de incisión acerca de la conversión del Valle de los Caídos en Bien de Interés Cultural. «Desde la Comunidad se esgrime que en virtud del artículo 1.3 de la Ley 8/2.023, no es competente para catalogar este monumento como BIC, sino que debe ser el Estado Español quien lo haga».

Sin embargo, «en el artículo 4, se plantea que es la CAM quien tiene la competencia exclusiva sobre patrimonio histórico, artístico, monumental, arqueológico, arquitectónico y científico de interés para la Comunidad, eso sí, sin perjuicio de la competencia del Estado», apuntaba el arquitecto.

La ley fija en el artículo 2 las características que deben cumplir los Bienes que integran el patrimonio cultural de Madrid, estas son: Artístico, Monumental, Histórico, Paleontológico, Arqueológico, Arquitectónico, Etnográfico, Industrial, Científico y Técnico.

«No será difícil justificar que al menos en siete de estas categorías se puede encuadrar el monumento: Artístico, Monumental, Histórico, Arquitectónico, Etnográfico, Científico y Técnico», subrayaba el experto de la Asociación por la Verdad y la Reconciliación Histórica.

Interior de la Basílica del Valle de los CaídosEFE

Ismael de la Barba también aseveraba que la complejidad del Valle hace que sea justificable desde al menos esos siete parámetros por: la autoría, la dimensión de los espacios, la complejidad del programa, la brillantez con la que se resuelve, la calidad de materiales y los procesos constructivos, el paisajismo, la complejidad técnica del reto, la solución al objeto para el que se destina y también cómo es testigo de un momento histórico.

«Su proyección tiene ya no un ámbito regional, sino nacional e internacional. Es quizás la obra más emblemática del siglo XX en España y durante tiempo fue uno de los activos de Patrimonio Nacional más visitados y si no lo es ahora es por el abandono de Patrimonio Nacional», defendía el arquitecto.

Similitudes entre el Valle y El Escorial

Ismael explicó a los presentes que el Valle «es quizás uno de los mayores sarcófagos del mundo, comparable en dimensiones a las pirámides de Egipto, pero conectando con la tradición europea y celta del túmulo. Este espacio está destinado a preservar el descanso de los fallecidos».

El arquitecto desgranaba, por otro lado, las similitudes que tiene el conjunto con un monumento considerado Bien de Interés Cultural, el monasterio de El Escorial. «Su programa es muy parecido ya que cuentan con: un santuario que alberga restos mortales, un monasterio que alberga a los monjes que cuidan del alma de los cuerpos depositados»

Complejo monumental del Valle de los CaídosEuropa Press

Además, «cuentan con una escolanía-colegio y el palacio destinado al rey, que se sustituye por la hospedería que permitiría albergar a los familiares y a toda la ciudadanía que pretenda visitar el santuario».

El Valle de los Caídos tiene un componente etnográfico porque «responde quizás a la más difícil pregunta que la humanidad se ha planteado en su historia, que es la trascendencia de la vida. En el fondo eso es la religión, la relación de la humanidad con el más allá. Y como tal se concibió desde una perspectiva cristiana».

Elementos arquitectónicos

  • El Sarcófago se ubica en las tripas de un monte natural, que hay que horadar, no es un túmulo artificial como Newgrange.
  • La dimensión de la cruz, resuelta con sencillez, donde la transición entre lo ejecutado por la mano del técnico hasta la naturaleza, con la presencia de los cuatro evangelistas que forman el pie de la misma, y que forman una basa que va ensanchando hasta su encuentro con el monte.
  • La integración de todo el programa dentro de un valle que genera un entorno natural que es el que conocemos.
  • La cúpula, con dimensiones de gran templo renacentista, pero ejecutada dentro de un monte y que es de hormigón.

Tras la exposición, tanto PSOE como Más Madrid se abrieron a apoyar la protección del Valle de los Caídos, siempre y cuando este sea «resignificado» y «reciclado democráticamente» y esgrimieron que la competencia recae en el Gobierno de España, los mismo que sostienen desde el Partido Popular.