Mónica García deja sin fondos UE contra el cáncer a 7 hospitales de Madrid que atienden al 40 % de los pacientes de España

El Ministerio de Sanidad, dirigido por Mónica García, (Sumar) ha privado a siete hospitales madrileños de recibir fondos europeos para luchar contra el cáncer. La consejera de Sanidad madrileña, Fátima Matute, envió una carta a la ministra para que reconsiderase la decisión y, pese al escrito, García ha decidido ignorar a la capital. Estos centros afectados son: el Ramón y Cajal, Doce de Octubre, Gregorio Marañón, La Princesa, Fundación Jiménez Díaz, Clínico San Carlos y Puerta de Hierro.

El coordinador de la Estrategia del Cáncer del Sistema Nacional de Salud (SNS), Josep M. Borrás, ha reconocido el error de no destinar estos fondos a ningún centro hospitalario de Madrid.

«Nos hemos equivocado. Somos conscientes de que esto tiene muchos errores y de que tenemos que escuchar a las comunidades autónomas sobre cómo podemos hacerlo mejor», ha afirmado Borrás.

A este descontento se ha sumado la comunidad científica, que ya mostró su profundo descontento en una carta que emitió al Ministerio de Sanidad en la que acusaba la «falta de transparencia y rigor» en el proceso.

De los ochos hospitales madrileños que se presentaron, sólo La Paz ha sido escogido. En la Comunidad se atiende al 40 % de todos los pacientes oncológicos de España.

Esos ocho centros cumplen con todas las especificaciones necesarias, lo que ha sorprendido aún más al Gobierno madrileño. El Ministerio de Sanidad no ha hecho público qué criterios se han seguido para seleccionar los centros que recibirán dichos fondos europeos.

La Comunidad de Madrid ya ha anunciado que trasladará a la Comisión Europea su disconformidad por el reparto, cargando especialmente contra la falta de transparencia sobre los criterios de selección y la precipitación en la toma de decisiones.

«La consecuencia de todo ello no es otra que la arbitrariedad, que es lo que ocurre cuando hay precipitación y no hay transparencia ni criterio en la toma de decisiones. Arbitrariedad que da lugar a agravios comparativos entre profesionales y hospitales, y que, en el largo plazo, va a ocasionar perjuicios», subrayaba Matute.

En esta línea, insistía en que, según dispone la UE, el propósito de estos centros integrales de atención al cáncer es que puedan dar cobertura al 90 % de los ciudadanos de toda España que requieran atención oncológica.

«Difícilmente se va a poder alcanzar ese objetivo si se deja al margen a los siete hospitales madrileños que han sido excluidos», sentenció la consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid.