Imagen de una residencia de la Comunidad de Madrid durante la pandemiaEFE

Madrid lanza un protocolo de supervisión en residencias de mayores para evitar agresiones sexuales

La Comunidad de Madrid lanzará a lo largo de abril un nuevo protocolo para la prevención, detección y actuación frente a posibles delitos de carácter sexual en residencias de mayores. El objetivo de esta medida es reducir la vulnerabilidad de estas personas frente a los diferentes tipos de abuso.

Para evitar que se cometan delitos contra la integridad física o mental, el protocolo indica que, siempre que sea posible, las personas dependientes o con deterioro cognitivo reciban asistencia de dos trabajadores de su mismo sexo para las tareas cotidianas.

Este protocolo también recomienda reforzar la supervisión durante las intervenciones de carácter más íntimo, donde la situación puede facilitar que se den situaciones de abuso. En este sentido, se facilitará las preferencias de los usuarios a la hora de asignar a los profesionales que les van a atender.

Esta iniciativa surge tras la detención de un auxiliar de enfermería que agredió a dos ancianas en San Sebastián de los Reyes. El agresor aprovechaba la vulnerabilidad de estas personas y los momentos a solas en la habitación para atacarlas, tal y como ha explicado la policía.

Para evitar estas situaciones, el nuevo protocolo, que en breves estará listo al 100 %, da relativa importancia a «dar credibilidad a las manifestaciones, empatizar con las personas y no prejuzgar ningún comentario o situación. Además de valorar las «circunstancias personales de cada persona».

En el escrito de la consejería de Familia se detallan los signos de alarma, físicos, psicológicos, emocionales, conductuales o sociales, que pueden ser indicativo de una posible situación de violencia sexual. Esta medida trae la novedad de la creación de la figura del profesional de referencia.

Un comedor de una residencia de mayores

Este puesto de trabajo consiste en tener la suficiente instrucción en el tema para desarrollar acciones encaminadas a prevenir que se den situaciones de abuso, trabajando directamente con sus compañeros.

Protocolo de los comedores

Por otro lado, la Comunidad de Madrid ha aprobado una inversión de 10,1 millones de euros para reforzar la seguridad alimentaria y la calidad nutricional en las casi 500 residencias de mayores de la región, incluidas las de gestión privada mediante un plan que permitirá la realización de 1.000 auditorías específicas.

La Dirección General de Evaluación de la consejería de Familia hará anualmente dos estudios de este tipo en cada una de las residencias inscritas en el Registro de Entidades, Centros y Servicios de Atención Social de la Comunidad de Madrid.

A través de un contrato para la gestión de este servicio, se analizarán los resultados de dichas auditorías, con los que se confeccionan posteriormente los correspondientes planes y acciones de corrección.

Los trabajos incluirán análisis higiénico-sanitarios de sus instalaciones y de las prácticas de preparación de la comida; una auditoría de calidad nutricional del producto servido en el menú y revisión de la adecuación y el equilibrio dietético de la alimentación semanal en relación con las necesidades de las personas residentes.

La empresa adjudicataria de este nuevo programa, que comenzará este verano y se extenderá hasta el año 2027, proporcionará a las entidades gestoras la información y la formación suficiente para elaborar los documentos de posibles modificaciones, y realizará el seguimiento de su cumplimiento.

Residencia geriátrica San Fernando, en el Real Sitio de San Ildefonso-La GranjaEFE/Pablo Martín

Asimismo, se definirá un procedimiento de comunicación de alertas en caso de detectar resultados de carácter grave y se impartirá formación adicional específica al personal técnico de la consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales.

Esta iniciativa se suma al nuevo contrato de alimentación que va entrar en vigor próximamente en los centros de gestión pública dependientes de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS), que prevé una inversión de 26 millones y un aumento del precio del menú por comensal de un 25 %.