Tribunales
El 'Rey del Cachopo' reconoce por primera vez el asesinato de su novia: así fue el terrible crimen
El 'Rey del Cachopo', como se conoce popularmente a César Román, ha reconocido por primera vez en una carta mandada desde la cárcel que asesinó a su novia, Heidi Paz, en 2018.
En la misiva, que adelantó Telecinco y que está dirigida a la Audiencia Provincial de Madrid, Román pide perdón a los familiares de la víctima por sus «deplorables acciones». Una carta que habría escrito con la finalidad de conseguir beneficios penitenciarios de los que no ha disfrutado hasta ahora.
El rey del cachopo, Cesar Román, que fue condenado a 15 años de prisión por asesinar y descuartizar a la que fuera su novia, Heidi Paz, en 2018 después de que esta le hubiera dejado. El cocinero no asumió la ruptura y decidió acabar con la vida de la mujer y después abandonar su cuerpo en una nave de Usera.
César Román nació en Madrid en 1973. Se hizo famoso por sus dotes culinarias por las que llegaron a apodarle como 'el Rey del Cachopo'. En 2016 abrió su primer restaurante, A Cañada Delic Experience, con el cachopo como plato estrella. Román comenzó a salir mucho en televisión y llegó a abrir cinco locales más e impulsar una franquicia. Para promover sus negocios utilizó como estrategia de marketing fotografiarse con personas famosas, lo que disparó su nivel de notoriedad. En 2018 contrató como camarera a Heidi Paz, una hondureña que tenía 25 años en ese momento y con quien el empresario comenzó a salir.
Sin embargo, en junio de ese mismo año, Paz decidió poner cortar la relación sentimental con César Román. El 23 de julio, la joven desapareció oficialmente, y una semana más tarde lo hizo Román. El 13 de agosto apareció el cadáver sin vida de Heidi Paz, cuyo cuerpo había sido descuartizado y mutilado, en una maleta ubicada en una nave en el distrito madrileño de Usera propiedad de Román. La policía sospechó inmediatamente de él, por lo que fue puesto en busca y captura de inmediato.
El 16 de noviembre César Román fue detenido en un restaurante de Zaragoza, donde se había ocultado durante los últimos meses. Se encontraba trabajando en el establecimiento con un nombre falso, suplantando la identidad de otra persona. Había intentado ocultarse cambiando su aspecto físico; llevaba la cabeza rapada con una barba inusual para él, y había adelgazado unos diez kilos.