Cocinando en siete metros cuadrados: cómo hacerse un hueco en el boom de las pastelerías en Madrid
El negocio en auge atrae a toda clase de clientes en la capital
El pequeño comercio es uno de los negocios clave para la vida madrileña, tanto por su impacto económico como por su papel social. Desde la pandemia hemos visto una rápida recuperación de estos sectores, y, en particular, Madrid no para de ver abrir nuevas pastelerías.
Sea una gran cadena nacional, un proyecto innovador, o un negocio familiar centenario, la pastelería siempre encuentra hueco. Los dulces artesanos apetecen a cualquiera que pasa por delante de una, especialmente en una ciudad como Madrid, con ocio callejero constante.
En barrios céntricos de la ciudad, sobre todo, no es raro encontrar una pastelería cada pocas manzanas. En un mercado tan saturado, los pequeños negocios tienen que encontrar un componente especial para diferenciarse.
José empezó su negocio Pecados Divinos en 2023 en un local de 7 m² del mercado de Vallehermoso. Para destacar en una zona de Madrid tan competitiva como es Chamberí, José explica que «fue una aventura empezar, pero hemos encontrado un toque personal y la gente lo agradece».
«Lo hacemos todo en este huequito, en siete metros tenemos producto y hacemos productos, a la gente le llama mucho la atención», explica. Las recetas propias y el ambiente acogedor son sus señas de identidad.
La estética de este, como de muchos otros establecimientos, une la cocina y el mostrador, dejando ver el proceso para transmitir cercanía y naturalidad.
La cocina sin aditivos, con recetas populares, y tradiciones como la cocina de aprovechamiento son algunas de las tendencias que muchas pastelerías están aprovechando para encontrar una personalidad atractiva.
En la pastelería de José es un punto central: «No somos partidarios de una repostería atiborrada de azúcar, sino que tenga lo que se necesita para hacer su reacción y que dé el toque justo, pero que se note el sabor de lo que te estás comiendo».
La afluencia suele crecer hacia el final de la semana, por ello se aprovechan los momentos más tranquilos para elaboraciones complejas. «El martes cerramos el negocio para elaborar los bizcochos y las cremas, para que puedan reposar y montarlo al día siguiente».
El ambiente, el proceso, y, por supuesto, el producto son los puntos clave en la personalidad de un local, y en este sector son la clave del éxito.
La hostelería de Madrid está creciendo cada vez más de forma generalizada. El pasado marzo se alcanzó la cifra de 237.582 trabajadores afiliados a la Seguridad Social en hostelería en la ciudad, 10.000 personas más que en marzo del año anterior, según datos del Ministerio del Trabajo.