Imagen general de La Rosaleda del Real Jardín BotánicoReal Jardín Botánico

Antonio López apadrina la llegada de seis nuevas rosas donadas por Chanel al Real Jardín Botánico de Madrid

La firma francesa mantiene un convenio para preservar el jardín y realizar investigaciones

El Real Jardín Botánico incorpora seis nuevas rosas donadas por la firma francesa Chanel, como parte del convenio entre ambos para restaurar la rosaleda de este espacio madrileño. «Danubio azul», «Cecilio Rodríguez», «Violinista Costa», «Recuerdo de Felio Camprubí», «Jardinero Ortiz» y «Tarde gris» son los nombres de las seis nuevas rosas que se han incorporado al Jardín este martes en un acto en el que ha estado presente el célebre pinto realista Antonio López.

La colección, gestionada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), cuenta con 2.800 metros cuadrados y reúne más de 340 especímenes de distintas especies de rosas.

Ilustración de La RosaledaReal Jardín Botánico

Durante el acto, la rosalista Matilde Ferrer ha explicado cómo en su trabajo no busca tener la «rosa más bonita», sino «nuevas flores de flores sencillas, busco la funcionalidad, la eficacia y sostenibilidad», así como la creación de rosas «muy atractivas para las abejas».

Además, ha explicado que en esta ocasión las rosas seleccionadas para el Jardín Botánico hacen un homenaje a los grandes rosalistas españoles del siglo XIX. En concreto, se homenajea a los rosalistas de la familia Camprubí, con un ejemplar de la primera rosa que estos hibridaron, y al jardinero real de Madrid Cecilio Rodríguez, que tiene su propio ejemplar dedicado. También se hace un homenaje a la familia de rosalistas Rot, empresa ya desaparecida, con las rosas «Jardinero Ortiz» y «Tarde gris».

Chanel colabora en la restauración de la rosaleda desde 2021, y a que consideran la naturaleza «la base de su inspiración y el origen de sus conocimientos». En esa línea, también ha financiado la investigación «La Rosaleda del Prado: Las rosas del Real Jardín Botánico en el Museo del Prado» que ha llevado a cabo el paisajista Eduardo Barba. Este estudio será presentado el próximo 4 de mayo en el salón de actos del Real Jardín Botánico

El Real Jardín Botánico es uno de los espacios más singulares de la capital desde su fundación en 1755. Su misión es promover el conocimiento, la conservación y el disfrute de las plantas y hongos, y de su medio natural. Esta labor se lleva a cabo a través de una continua investigación científica, cuyos resultados divulgan a la comunidad científica y a los ciudadanos, con la exhibición de plantas vivas y con la conservación de plantas secas en su Herbario, uno de los más importantes de Europa.

Antonio López

El acto en el Jardín ha sido presidido por el pintor Antonio López, quien destaca la «tensión» al pintar una flor por su «breve vida».

«En 1953 pinté por primera vez una flor, un alhelí, pero después he pintado las flores que tenían relación con mi infancia porque tienen una presencia especial en mi interés como modelo de mi pintura. Yo no he podido pintar una orquídea, porque no tengo una relación fundamental, pero sigo pintando claveles, rosas, alhelíes, lirios», ha explicado el pintor manchego.

Según ha expresado, su interés por las rosas nació «muy temprano», cuando tenía 17 años y estudiaba Bellas Artes en Madrid.

«Cuando llegaron mis vacaciones en 1953 en mi casa de Tomelloso había una rama de alhelí, y me impresionó mucho. Echo mucho de menos en las flores de ahora que no huelen, ¿qué pasa?», ha lamentado este artista que en el jardín de su vivienda tiene «rosas que huelen».

El manchego ha recordado también cómo cuando estudiaba Bellas Artes tuvo una asignatura de pintura de paisaje que lo trajo hasta el Jardín Botánico, donde pintó un cuadro en el que se ve en primer término un árbol y al fondo un edificio que «acababan de hacer y que ahora es el Ministerio de Sanidad».