Madrid
Los recortes económicos y las irregularidades en las cátedras extraordinarias indignan a profesores de la Complutense
La Universidad Complutense de Madrid, la universidad más antigua de la región y considerada una de las más prestigiosas e importantes de toda España, está pasando momentos aciagos. La institución se encuentra en el ojo del huracán mediático por el presunto trato de favor que habría tenido con Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero, además, hay voces que apuntan a otras irregularidades en la gestión de otras cátedras extraordinarias a lo que se suman los recortes económicos.
Hace escasos días, la Vicerrectora de Economía y la Gerente de la Universidad mandaba un correo electrónico a los decanos y gerentes de las distintas facultades que conforman la Universidad, al que ha tenido acceso El Debate, en el que informaba de que se va a proceder a la retención de no disponibilidad por el 30 % de los gastos de créditos disponibles, a fin de «de racionalizar y contener el gasto ordinario en los términos definidos en la normativa de estabilidad presupuestaria, declarándose dichas partidas e importes no susceptibles de utilización».
Algo que, en la práctica, según señalan profesores a este periódico, va a suponer que no van a tener «ni para comprar libros, ni para hacer viajes». «Se ha gastado malamente el dinero, es un descontrol», denuncian.
La comunicación de la gerente universitaria agrega que «excepcionalmente, para poder proceder a cualquier compra que se vea afectada por dicha retención, será necesario la autorización previa».
«Los centros gestores, en el ejercicio de sus competencias, serán los que, a partir de los saldos resultantes tras la retención, tendrán que priorizar sus gastos hasta final de ejercicio en función de la importancia y la necesidad, no ejecutando o aplazando a nuevo ejercicio aquellos gastos considerados no esenciales para la prestación del servicio público que tiene encomendada la Universidad», concluye el correo.
A la penosa situación económica se une, no sólo la polémica en torno a la relación con Begoña Gómez, recrudecida después de que el pasado viernes el rector Joaquín Goyache reconociera que la mujer de Sánchez le citó en Moncloa para «colaborar», sino también la dudosa gestión de otras cátedras extraordinarias, tal y como puso de manifiesto el Decano de la Facultad de Ciencias de la Información, Jorge Clemente Mediavilla, en el último Consejo de Gobierno de la Universidad.
Clemente expuso en esa reunión, celebrada el pasado 25 de junio, en un durísimo alegato, toda una serie de irregularidades que cometidas por distintas cátedras extraordinarias, además de la codirigida por Gómez. «No se trata sólo de una cátedra en concreto que está en la mente de todos y en los medios de comunicación de España y del extranjero por la que la Universidad Complutense de Madrid está sufriendo un daño reputacional difícil de valorar, se trata de la regulación y vigilancia del cumplimiento en todos los casos, en todas las cátedras, para que no ocurra lo que está ocurriendo», clamó.
Además, el decano pidió modificar el reglamento que regula esas cátedras extraordinarias para establecer limitaciones y fijar la idoneidad, con experiencia documentada y especialización real en el tema objeto de la cátedra, para dirigirlas, así como la obligatoriedad de realizar una auditoria anual ante el Consejo de Gobierno de la Universidad.
Así, instó al rectorado a que «se ocupe del cumplimiento de la normativa por parte de los directores de todas las cátedras» porque «de ello depende que la Universidad quede fuera del foco político, mediático y social al que estamos siendo sometidos».
Además, en esa reunión celebrada el 25 de junio, cuando el rector ya había sido citado a declarar el 5 de julio en calidad de testigo, en el juzgado de instrucción número 41 de Madrid, en el marco de la causa que instruye el juez Juan Carlos Peinado con Begoña Gómez como investigada por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios, Clemente pidió que el rector enviara un comunicado a toda la universidad tras su declaración para explicar lo sucedido en sede judicial y, en general, para aclarar todas las informaciones que se conocen hasta el momento.
Una petición a la que Joaquín Goyache respondió lo siguiente: «Naturalmente el día 6, el 8, el 9 o cuando sea -o el propio 16- comunicaré a este Consejo de Gobierno lo que haya pasado el día 5, los datos que tengamos, no sé si conviene hacer comunicado o no, porque al final todo esto se retransmite y es una decisión muy personal, mía, naturalmente con toda la transparencia que tenemos».