La consejera de Economía, Hacienda y Empleo, Rocío AlbertPaula Argüelles

Consejera de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad de Madrid

Rocío Albert: «Madrid no puede asumir la aportación que hace ahora Cataluña al Fondo de Solidaridad entre regiones»

La consejera de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad de Madrid advierte que si Madrid no puede asumir este coste lo tendrá que hacer el Gobierno central

El cupo catalán que quiere aprobar Sánchez para investir a Salvador Illa como presidente de la Generalitat trae drásticas consecuencias para el conjunto de España, en especial a las comunidades autónomas que más aportan a la caja común como Madrid. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ya ha advertido de esta hoja de ruta que no tiene vuelta atrás. La consejera de Economía, Hacienda y Empleo, Rocío Albert, atiende a El Debate para hablar de este cambio de modelo económico.

–¿Cómo ve el cupo catalán?

–Es un atentado contra la Constitución, contra la igualdad de los españoles, contra la solidaridad entre las regiones… Pedro Sánchez está dispuesto a todo con tal de mantenerse en el poder y de que Illa sea investido. Está subastando España y su dignidad –si alguna vez la ha tenido– para saciar su desmedida ambición y ansia de poder.

–¿Qué supondrá para Madrid esta medida?

–Madrid no puede asumir la aportación que ahora hace Cataluña al Fondo de Solidaridad entre regiones. Si al final no impera la cordura y no se puede parar este disparate tendrá que hacerlo el Gobierno central con sus propios recursos.

La consejera de Economía, Hacienda y Empleo, Rocío AlbertPaula Argüelles

–¿Desde Madrid qué harán para paliar esta situación?

–Todo lo que esté en nuestras manos. Una vez que sea firme, utilizaremos todas las vías que tengamos a nuestro alcance para parar esta aberración impulsada por el presidente más indigno de la historia de nuestra democracia.

–¿Cómo afectaría el cupo catalán a la distribución de recursos entre las comunidades autónomas?

–Estamos expectantes a la forma con la que van a tratar de disfrazar y dulcificar este expolio a los recursos que son de todos y con los que están mercadeando Pedro Sánchez y sus socios independentistas. Pero las habas están contadas. Y si una de las tres regiones que aportan deja de hacerlo… El Gobierno central tendrá que asumir el coste.

El cupo catalán es un atentado contra la Constitución, contra la igualdad de los españoles, contra la solidaridad entre las regiones…

–¿Qué le diría a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, tras negar en noviembre que no estaban negociando con los nacionalistas catalanes?

–Que mintió. Y que forma parte de un Gobierno que está instalado en la mentira. Mintieron para llegar al poder y mienten para mantenerse en él.

–¿Cómo ve la Comunidad de Madrid la propuesta del cupo catalán desde una perspectiva política y administrativa?

–Es un disparate desde todas las perspectivas, y apunta directamente a la línea de flotación de la Constitución y de la igualdad entre todos los españoles que ésta ampara.

Rocío Albert responde a El DebatePaula Argüelles

–¿Cree que la adopción del cupo catalán podría influir en las demandas de otras comunidades autónomas para obtener un trato similar?

–Hasta hoy, todas las Comunidades Autónomas, independientemente de su signo, están actuando con la responsabilidad que le falta al Gobierno central. Están demostrando más sentido de Estado que el propio presidente del Gobierno.

Un presidente que no está actuando como tal, y que en vez de estar gestionando los asuntos y resolviendo los problemas de su país, está centrado en mantenerse en el poder y en poner la maquinaria del Estado al servicio de los familiares sobre los que la Justicia ha puesto su lupa.

–¿Espera una respuesta contundente de los barones del PSOE que se postulan en contra?

–Más contundentes no han podido ser ya. Pero el momento de las palabras ya pasó. Ahora lo que toca es pasar de las palabras a los hechos. Y si no lo hacen, serán también cómplices de lo que está ocurriendo. Sus ciudadanos les están observando, y esperan de ellos que defiendan sus intereses, no los de Pedro Sánchez.