Render sobre cómo funciona la energía del subsuelo
El sofisticado sistema para obtener energía del subsuelo que podría usar Madrid para alimentar la ciudad
Esta energía se desaprovecha y disipa como energía residual de muchos procesos y sistemas urbanos
El subsuelo de las ciudades tiene una energía limpia de dióxido de carbono que muchas veces es desconocida y desaprovechada. La geotermia propia del terreno, los andenes y galerías del Metro y de otros trenes, las canalizaciones de agua corriente y residual, los pozos de abastecimiento o de drenaje y los túneles para el paso de vehículos acumulan un potencial energético residual y reciclable al que la asociación Madrid Subterra saca partido.
El consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, Jorge Rodrigo, visitó hace unas semanas esta entidad que aprovecha esta energía subterránea para alimentar ciudades como Nueva York, Viena o Helsinki. Entre los colaboradores destaca el Gobierno autonómico y Metro de Madrid.
El objetivo de Madrid Subterra es abrir una nueva frontera energética urbana, generar un nuevo espacio para la innovación, la inversión y el empleo. Además de superar las barreras que dificultan la puesta en valor del yacimiento de energía limpia y renovable que encierra el subsuelo.
Junto al calor natural del subsuelo, las infraestructuras y servicios subterráneos constituyen importantes fuentes de energía.
El subsuelo urbano encierra un gran yacimiento de energía limpia y próxima, un potencial que ahora se ignora o desperdicia. En el caso de la estación de Metro y Cercanías de Sol se podría obtener energía geotérmica, hidroeléctrica y térmica.
Infografía sobre cómo se obtiene energía del subsuelo
La instalación de una nueva caverna de andenes y el túnel de Cercanías, por el que discurren dos líneas, podría abastecer la energía para las cuatro parejas de escaleras mecánicas y los dos ascensores que hay en el vestíbulo.
Además, el paso de los trenes de Metro podría generar electricidad y calor que se podría implementar en la Real Casa de Correos, sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid.
Otro caso donde se podría aprovechar la energía del subsuelo es en el polideportivo de Moratalaz. Los pozos de bombeo y obtención de agua generaría una energía térmica que se podría utilizar en las instalaciones deportivas. Esto permitiría un ahorro del 39 % en la factura energética.
Infografía sobre cómo se obtiene energía del subsuelo
Otro ejemplo de este tipo de energía es la metrolinera. Gracias al sistema de frenado del suburbano se generaría energía que iría a los depósitos de carga de los coches eléctricos.
El potencial del subsuelo es tal que se podría generar electricidad gracias al flujo de la presión del agua. Otra ventaja de este tipo de energía sería a la hora de aprovechar el calor del Metro en las viviendas.
En Islington (Londres) la calefacción procede de la recuperación del calor residual del suburbano. Este sistema permite dar servicio a 600 viviendas públicas, 100 privadas y una escuela.
De los distintos modos de transporte en Londres, el Metro es el que produce la mayor cantidad de calor, cerca de 500 GWh al año.
Infografía sobre cómo se obtiene energía del subsuelo
Energía subterránea en proyectos
Madrid Subterra baraja instalar este sistema de energía subterránea en Madrid Nuevo Norte, en el soterramiento de la A-5 a su paso por el Paseo de Extremadura. Además, se quiere instalar en la ampliación de la Línea 11 de Metro.
En concreto, en el intercambiador de Conde de Casal hay una superficie de 6.447 m² a climatizar. El sistema geotérmico aportará un 30 % de la demanda climática.
Madrid Subterra señala que en estas infraestructuras puede aprovecharse este potencial energético, fundamentalmente a través del intercambio de calor o de la generación de energía eléctrica.
A día de hoy, y a pesar de que existen proyectos que confirman la viabilidad de la explotación energética del subsuelo urbano, esta energía se desaprovecha y disipa como energía residual de muchos procesos y sistemas urbanos.
Las barreras que lo impiden son el desconocimiento, la desconfianza y los prejuicios, la escasez de investigación en la materia, la carencia de emprendimiento e inversión, y la ausencia de un mecanismo de promoción de estas actividades.
