Juan Carlos, el kamikaze que mató a un Policía Nacional: ingeniero, del Atleti y poco aficionado a la bebida
Muchas personas han llenado las redes sociales de comentarios de pésames y rezos
Juan Carlos B., un joven de 26 años y origen peruano, circuló durante tres kilómetros en sentido contrario por la A-6. Lamentablemente el chico, un policía nacional de 44 años y un amigo de este último fallecieron. Según ha informado El Mundo, la familia del kamikaze está desolada. Por otra parte, su hermano, Jorge de 28 años, iba en el asiento del copiloto y está en coma tras el impacto.
Por el momento, nadie se explica los motivos que llevaron a este joven a incorporarse a la A-6 en sentido contrario. Su familia explica que Juancito, así le llamaba su círculo cercano, «no era de beber y que si lo hubiese hecho no era una borrachera».
El joven era ingeniero civil y contaba con un máster de Prevención de Riesgos laborales. Juan Carlos había fichado hace poco por una reconocida empresa ya que contaba con experiencia como jefe de obra y producción.
El chico era del Atlético de Madrid, tal y como expresaba en sus redes sociales. Su familia escribía en Facebook «que Dios nos traiga sosiego y fortaleza en estos momentos de dolor y tristeza».
Los usuarios de la red social llenaron los comentarios de pésames y rezos. Además, desde Perú enviaban mensajes de apoyo para que su hermano se recupere y los padres se recompongan.
Por su parte, el hermano de Juan Carlos, Jorge, es graduado en Psicología y completó su formación con un máster en Dirección de Recursos Humanos. Además, compartía equipo de fútbol con su hermano, ambos del Atlético de Madrid.
Antes de producirse el choque mortal, que tuvo lugar sobre las 6:18 horas de la mañana, otros dos conductores que circulaban por la A-6 habían avisado, en dos llamadas distintas, al 112 de que había un coche circulando en sentido contrario.
El Policía Nacional fallecido se llamaba Alberto Sánchez, estaba casado y tenía una hija de cuatro años. Sus compañeros dieron ayer su «más sentido pésame» a los familiares y amigos del agente por su terrible muerte, que, al producirse cuando se dirigía al trabajo, está considerada un accidente laboral in itinere.