Planta de biogás del Parque Tecnológico de Valdemingómez, en MadridEuropa Press

Comunidad de Madrid

El sistema de energía de Madrid que utiliza baterías de coches desechadas e impulsa el biometano

Este nuevo modelo supondrá un cambio en la manera de producir y consumir recursos naturales

La Comunidad de Madrid quiere asegurar un entorno más limpio y saludable a los ciudadanos, además de lograr una región generadora de empleo y riqueza. Para ello, son aspectos clave la gestión de los recursos naturales y de los residuos generados. La economía circular responde a este desafío medioambiental de la sociedad industrializada, además de ofrecer una oportunidad de cambio para reducir la explotación insostenible de estos recursos y la generación descontrolada de desechos.

Este nuevo sistema de energía supondrá un cambio en la manera de producir y consumir recursos naturales. También mejorará la salud y aportará ventajas empresariales como la reducción de costes.

De esta manera, se abrirán nuevas oportunidades de negocio como el reciclaje de baterías de coches eléctricos, que va a ser cada vez más relevante o el tratamiento de residuos voluminosos como los colchones, que podrán transformarse en nuevos materiales.

En este sentido, el aceite de cocina, que en España alcanza un porcentaje de recuperación del 72 % en los hoteles, restaurantes y cafeterías, tan solo llega al 5 % en los hogares, por lo que podría incentivarse para convertirse en una fuente de combustible sostenible.

Planta de biogás del Parque Tecnológico de ValdemingómezEuropa Press

Para lograr la implantación de la economía circular es esencial el apoyo a municipios y mancomunidades. Por ello, el Gobierno de la Comunidad de Madrid financia el 50 % de su puesta en marcha.

Además, el Ejecutivo que lidera Isabel Díaz Ayuso contribuye a mejorar la gestión de residuos municipales con los fondos europeos. La aportación de los primeros 64 millones de euros ha financiado más de 150 proyectos, tanto públicos como privados.

Entre los proyectos más destacados, sobresale la construcción de una nueva planta de compostaje en Colmenar Viejo o de una planta automatizada de tratamiento de materia orgánica de los Cantiles en el Parque Tecnológico de Valdemingómez.

En los últimos meses, la Comunidad de Madrid ha estado evaluando varios proyectos de infraestructuras de residuos, que vendrán a mejorar las ratios de reciclado y recuperación. Ha habido un proyecto de biometanización que se iba a ubicar en el municipio de Cubas de la Sagra en el que no se ha otorgado la Autorización Ambiental Integrada por razones exclusivamente técnicas, ya que la instalación propuesta no era viable urbanísticamente, y por lo tanto se ha cerrado el expediente.

Esto demuestra nuestro compromiso del Gobierno regional con el respeto a todas las normativas vigentes y la imparcialidad en la toma de decisiones. Aunque situaciones como esta no son habituales, es cierto que pueden darse en casos puntuales.

Planta de biogás del Parque Tecnológico de Valdemingómez, en Madrid.EP

Planta de biometano

El biometano es una fuente de energía renovable que no solo ayuda a reducir las emisiones de carbono, sino que también mejora la gestión de los residuos orgánicos.

Tiene un potencial enorme en la región madrileña como sustituto del gas natural y puede utilizarse con las infraestructuras de distribución actuales, ahorrando inversiones adicionales.

El biometano es una alternativa sin huella de carbono en comparación con el gas natural que importamos. También tiene la ventaja de conectar diferentes sectores industriales, creando sinergias que refuerzan la sostenibilidad y la eficiencia de nuestra economía.

Las nuevas plantas de biometano requieren tecnologías avanzadas y deben estar situadas en lugares que cumplan los requisitos urbanísticos.

Desde el inicio del proyecto, es clave que las empresas mantengan una comunicación abierta y constante con municipios y vecinos, de modo que estén bien informados y que sus preocupaciones sean escuchadas.

Planta de residuos de ValdemingómezEeA

La evaluación ambiental que hacen los expertos verifica que se cumple con lo establecido en la normativa vigente. Esto garantiza la protección de la salud y el medio ambiente, además de proporcionar seguridad jurídica a las empresas.

En suma, el crecimiento económico y la protección del medio ambiente; el desarrollo y el uso racional de los recursos pueden coexistir de manera equilibrada.

En esta línea, la Comunidad de Madrid está invirtiendo en un modelo socioeconómico productivo más sostenible, descarbonizado y respetuoso con el planeta, conformando una auténtica economía verde y convirtiéndose en referente para otras regiones.