El PP celebra el «respeto institucional» de sus barones al aceptar reunirse con Sánchez a la espera de la confirmación de Ayuso

Los barones populares comenzaron ayer a desfilar por el Palacio de la Moncloa convocados por Pedro Sánchez. Después de que el Lehendakari Imanol Pradales diera el pistoletazo de salida a esas reuniones bilaterales del socialista con los presidentes autonómicos, tocó el turno al gallego, Alfonso Rueda, y al andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla.

«Me voy con intranquilidad» y «me voy con las manos vacías» fue como Rueda y Moreno Bonilla, respectivamente, resumieron cómo salían de La Moncloa tras sus reuniones. Con todo, este sábado en una entrevista radiofónica, el vicesecretario de Economía del Partido Popular, Juan Bravo, alababa el «respeto institucional» que han mostrado los presidentes autonómicos de su formación al aceptar el ofrecimiento de Sánchez para verse a solas con cada uno de ellos, a pesar de que el socialista, cuando ha ocurrido a la inversa, lo ha rechazado.

Sin embargo, no todos los presidentes autonómicos han confirmado aún su asistencia a esa reunión. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a la espera aún de ser oficialmente convocada, no ha aclarado si aceptará o no. Lo que sí ha hecho es fijar como condiciones que haya un orden del día claro, fijado con antelación por los gabinetes de ambos gobiernos, y que este, bajo ningún concepto, incluya nada que tenga que ver con financiación autonómica.

Sobre este último extremo están de acuerdo todos los barones populares, puesto que así lo fijaron conjuntamente en la cumbre de presidentes del PP que celebraron hace unos días, con Alberto Núñez Feijóo a la cabeza, en el Palacio de los Duques de Pastrana de Madrid.

«Los pactos de financiación singulares perjudican a todas las comunidades autónomas y lo tenemos cuantificado en una disminución de la financiación actual para nosotros», aseguraba Rueda en la rueda de prensa que ofreció tras su reunión con el jefe del Gobierno, del que no extrajo «ningún compromiso de detener la dinámica de pactos singulares» como el de Cataluña.

En esa misma línea, Moreno lamentó salir de su reunión con Sánchez «sin ningún compromiso concreto» por parte del presidente del Gobierno, a quien pidió precisamente la retirada del cupo catalán, del que Andalucía sería, según dijo, «la gran pagana», ya que perdería hasta 6.000 millones de euros de financiación de los 32.000 con los que dejaría de contar el sistema en total.

Además, ambos reclamaron a Sánchez convocar inmediatamente la Conferencia de Presidentes para, en ese foro sí, abordar la financiación autonómica. «Lo que es de todos se negocia entre todos», subrayaba hoy Juan Bravo, al tiempo que aclaraba que no hablar sobre este tema en las bilaterales no es una «consigna» impuesta por Génova a los barones, sino que se trata de una «convencimiento acordado por los propios presidentes autonómicos» con los que la dirección del partido trabaja «conjuntamente».