Comunidad de Madrid
Fuenlabrada debate llamar Isabel Díaz Ayuso su centro de menas en medio de la gran polémica por su apertura
El centro abrirá sus puertas esta semana para acoger a no más de un centenar de menores, con la oposición del Gobierno socialista del municipio
Desde que el Gobierno de la Comunidad de Madrid anunciara hace meses que el polígono de La Cantueña en Fuenlabrada iba a albergar un centro de menores extranjeros no acompañados (menas), la oposición del Gobierno socialista del municipio, capitaneado por Javier Ayala, ha sido total y la polémica no ha dejado de crecer.
Tras tratar de frenar su apertura llevando la cuestión a los tribunales —según esgrime el Consistorio, el edificio que va a albergar ese centro es propiedad municipal y está cedido a la Comunidad de Madrid para destinarlo a determinados usos, que no incluyen el acogimiento de menas—, Ayala presentó esta semana, a espaldas de su secretario general, Juan Lobato, una iniciativa para bautizar el centro como «Isabel Díaz Ayuso».
Los socialistas cuentan con mayoría absoluta en el Ayuntamiento fuenlabreño por lo que, a buen seguro, la propuesta, que será debatida en el Pleno de este jueves, saldrá adelante. Sin embargo, eso no quiere decir que finalmente el centro vaya a llamarse así. De hecho, no lo hará.
Y es que la titularidad del lugar —y, por tanto, la competencia exclusiva para nombrarlo— es de la Comunidad de Madrid y la iniciativa del PSOE lo que hace es pedir al consejo de Gobierno madrileño que tome en consideración la propuesta. Algo que no va a hacer, puesto que el Ejecutivo ha calificado como «frivolidad» la idea de Ayala de bautizar el centro con el nombre de la presidenta.
Lo que tampoco hará el Gobierno regional es llamar al centro «Pedro Sánchez» como se le ocurrió deslizar al PP de Fuenlabrada como contraataque a la propuesta del PSOE, que no dejaba de ser una forma irónica de protesta contra el centro.
Quejas del PSOE
Uno de los principales problemas que tiene el centro, según los socialistas, es su ubicación, «en mitad del campo y al lado de un polígono industrial». Desde que comenzó la campaña del PSOE en contra de este lugar, que la Comunidad ha decidido levantar para hacer frente a la crisis migratoria desatada en España y que, a su juicio, viene acentuada por las políticas de inmigración desplegadas por el Gobierno de Pedro Sánchez, ese argumento de la localización del centro ha sido uno de los más aireados.
Es decir, el PSOE no decía estar en contra de que Madrid, tal y como le obliga la ley, dé acogida a los menores extranjeros no acompañados —algo a lo que, por ejemplo, sí se oponen desde Vox— sino que, la problemática del centro era, principalmente, el hecho de que estuviera alejado del centro de la ciudad de Fuenlabrada y en una zona aislada.
Sin embargo, en una reciente entrevista televisiva, el alcalde reconocía, acorralado por el presentador, que el problema va más allá de la mera ubicación y que lo que no quiere Fuenlabrada es, directamente, albergar ese centro.
Para justificar ese posicionamiento sin que parezca que no quieren a los menas y evitar acusaciones de racismo e insolidaridad con las que, por otra parte, atacan constantemente a PP y Vox cada vez que mencionan los problemas derivados de la inmigración ilegal, desde el PSOE arguyen que están en contra del modelo de «macrocentros».
Un argumento que, no obstante, pierde credibilidad cuando es el Gobierno de Pedro Sánchez el que ha habilitado en Alcalá de Henares un centro para inmigrantes ilegales que supera las 1.300 plazas de capacidad, mientras que el de menores de Fuenlabrada va a tener un centenar.
Así, mientras que el alcalde critica la capacidad del centro de menas de Ayuso, calla ante el centro de inmigrantes de Sánchez en Alcalá pese a tener 1.200 plazas más.
En este contexto, el centro va a abrir sus puertas en los próximos días, antes de que culmine el mes de septiembre, tal y como confirmó el portavoz del Gobierno autonómico, quien ha acusado a Ayala de «señalar a los menores» con su oposición al centro y a los socialistas en general de «crear una parte del problema (migratorio) y luego no querer ponerle solución».
Mientras tanto, desde Vox han convocado este jueves a las 19 horas una concentración frente al Ayuntamiento «por el futuro de nuestros barrios». «Que sientan la presión del pueblo, no vamos a permitir que dejen una España rendida para nuestros hijos», ha lanzado la portavoz de la formación en la localidad, Isabel Pérez Moñino.