Interior de uno de los restaurantes del Food Hall Canalejas

El Food Hall de Canalejas pende de un hilo

El comercio gastronómico que prometía mucho actualmente brilla por la ausencia de clientela en muchos de sus restaurantes

El centro comercial de las galerías de Canalejas destaca por su alta gama de comercios y la afluencia de clientes que se dejan pasar por allí atraídos por los lujosos escaparates. Aprovechando el éxito de la moda, surgió un nuevo proyecto gastronómico, el Food Hall Canalejas, situado justo debajo.

El comienzo de esta innovadora idea fue fulgurante con una gran demanda. Sin embargo, con el paso del tiempo, la demanda comenzó caer y muchos de los trabajadores lo achacan a la escasa publicidad para dar visibilidad a dichos comercios.

El comercio gastronómico se encuentra sumido en una gran crisis al haber apostado mucho en un proyecto que no está dando rentabilidad económica, lo cual ha llevado a que ahora esté en concurso de acreedores.

Con el paso del tiempo, esta falta de consumo se tradujo en el cierre de varios restaurantes. El Davvero, DBellota y Le Petit Dim Sum, cuyos nombres aún aparecen en los cárteles de la galería, son algunos de los ejemplos de locales que se han visto obligados a cerrar o mudarse hacía otra localización por la falta de comensales.

Aunque estén vacíos, los restaurantes siguen conservando la limpieza y el orden

Actualmente, algunos de los empleados de los comercios desconocen de su futuro real en la empresa. «No sé si el día de mañana no me van a pagar la nómina por falta de dinero», aseguran este periódico. Achacan la falta de clientela a la mala organización a lo que publicitariamente se refiere. «Se tiene que hacer algo para que la gente sepa que esto existe, especialmente hacía los turistas, pero no se ha hecho nada», afirman. Eso sumado a que el escaparate transmite la imagen de que «te van a sacar un riñón», no favorece a que un usuario de estatus normal se sienta atraído por el comercio.

Varios locales se han marchado y no ha habido reemplazo aún

Anteriormente, los locales permanecían abiertos hasta pasada la medianoche, actualmente muchos trabajadores de los restaurantes y bares antes de dicha hora ya están preparando todo para irse a casa ya que «cuando sales un día a tomar algo lo que buscas es ambiente». Lo cierto es que algunos de los locales aún reciben algo de clientela, especialmente extranjera, pero el futuro es incierto para muchos de los empleados.