Los dos arquitectos de prestigio internacional que diseñaron Madrid hace siglos
A estos dos genios del urbanismo se suman otros grandes profesionales de la arquitectura urbana
Madrid cuenta con cientos de rincones culturales, sus edificios, plazas, parques y zonas verdes conforman una ciudad única en Europa. El diseño de varios inmuebles y parques se deben a dos grandes arquitectos de prestigio internacional. La llegada de Felipe V a la corona española implicó la incorporación de artistas y arquitectos extranjeros, sobre todo franceses e italianos, que acabarían construyendo algunas de las obras más representativas de la ciudad.
Su hijo Carlos III, que vivía en Italia desde los 15 años y era rey de Nápoles y Sicilia, regresa a España tras la muerte de su hermanastro Fernando VI para sustituirlo en el trono español. Al volver le acompañan varios colaboradores, como Francesco Sabatini, quien encabezaría una nueva generación de arquitectos.
La formación en ingeniería y arquitectura permitió a Sabatini llevar a cabo las innovaciones urbanísticas que el monarca deseaba para modernizar Madrid y mejorar sus infraestructuras, con el objetivo de consolidar la imagen de la corona, en línea con el espíritu del despotismo ilustrado.
Bajo su supervisión se realizaron importantes obras de urbanización, limpieza, y construcción de puentes, así como la pavimentación de calles, mejoras en las canalizaciones y la edificación de monumentales puertas de acceso a la ciudad.
Entre sus obras más notables destacan la icónica Puerta de Alcalá, símbolo indiscutible de Madrid, y la Puerta de San Vicente, reconstruida en 1995, además de uno de los accesos al Jardín Botánico.
En su afán por optimizar los recursos hídricos de la capital, también diseñó las infraestructuras de la Casa de Campo. En la actualidad, se conservan algunos elementos de su diseño original, como varias rejas y los históricos puentes del Álamo Negro, la Agachadiza y la Culebra, que forman parte del legado arquitectónico de este espacio natural.
Como arquitecto de los Reales Sitios, tuvo un papel clave en la ampliación de palacios emblemáticos como los de Aranjuez y El Pardo, y trabajó en proyectos importantes como el desaparecido Cuartel de Caballería de Leganitos.
Su intervención en el Palacio Real y sus caballerizas, ahora sustituidas por los jardines que llevan su nombre, dejó una huella significativa en la configuración de estos espacios históricos.
En el ámbito religioso, realizó la portada neoclásica de la basílica de San Francisco el Grande y la ampliación del convento de Las Comendadoras, un edificio protegido como Bien de Interés Cultural (BIC), que ha sido restaurado recientemente por la Comunidad de Madrid.
Entre sus obras de carácter administrativo se encuentra la antigua Real Casa de Aduanas, ubicada en la Calle Alcalá y actual sede del Ministerio de Hacienda y Función Pública. Este edificio, uno de los primeros exponentes del neoclasicismo en Madrid, está también catalogado como Bien de Interés Cultural.
Otro de sus logros fue el Palacio de Godoy, construido como residencia y despacho de los Primeros Secretarios de Estado, como el conde de Floridablanca o Manuel Godoy. El edificio, que albergó la famosa colección de arte de Godoy, entre ellas las célebres majas de Goya, es hoy sede del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.
Antonio Palacios
Considerado uno de los arquitectos más importantes e influyentes en España durante la primera mitad del siglo XX, Antonio Palacios fue el responsable de algunos de los edificios más emblemáticos de Madrid que contribuyeron a transformar la antigua villa barroca en una metrópoli moderna.
Palacios irrumpió en el panorama madrileño de comienzos del siglo XX con una serie de obras que lo consagrarían como una de las figuras más importantes de la arquitectura moderna.
Entre los inmuebles más destacados que proyecto palacios destaca: el Palacio de Comunicaciones, el Hospital de Jornaleros de San Francisco de Paula o el Círculo de Bellas Artes. Se trata de construcciones que pueden catalogarse como singulares, puesto que responden a tipologías edilicias.
Como ejemplos representativos de la arquitectura comercial y doméstica que desarrolló Palacios se encuentra: el Banco Español del Río de la Plata, la casa palacio del Conde Bugallal y la Casa Comercial Palazuelo.
Además, todos estos edificios tienen en común su excepcional ubicación, ya sea en grandes plazas como Cibeles y Cánovas del Castillo, en calles de importancia histórica y artística como Mayor, Alcalá y Gran Vía, o en un contexto aislado que favorece su contemplación como es el caso del Hospital de Jornaleros en la calle Maudes.
Otra de las cualidades de Antonio Palacios es que trabajó Metro de Madrid, en aquel entonces llamada Compañía Metropolitana Alfonso XIII.
Palacios se encargó del diseño y decoración de las estaciones, incluidos vestíbulos, pasillos, andenes y bocas de acceso. Especialmente reseñables por su impacto en el entorno urbano fueron los templetes de Sol y Gran Vía.
La mayoría de estos elementos se han perdido tras las sucesivas obras de ampliación y actualización de instalaciones realizadas en la red de Metro. Sin embargo, aún puede verse la decoración original de forja y granito de los accesos en las estaciones de Noviciado, Cuatro Caminos y Tirso de Molina.
Otros arquitectos de prestigio
- Juan de Villanueva
- Ventura Rodríguez
- Pedro de Ribera
- Teodoro de Anasagasti
- Rafael Moneo
- José María de la Vega Samper
- Luis Gutiérrez Soto