El secretario general del PP de Madrid, Alfonso SerranoPartido Popular de Madrid

Partido Popular de Madrid

El PP de Madrid reacciona a la dimisión de Lobato: «Era su única salida, es un presunto delincuente, uno más de la lista del PSOE»

Las reacciones a la dimisión de Juan Lobato como secretario general del PSOE de Madrid no han tardado en llegar. Desde el Partido Popular de Madrid, su secretario general, Alfonso Serrano, ha opinado que el socialista no tenía otra salida que renunciar al cargo porque es un «presunto delincuente».

«Lobato es el primero, el resto se irán después. Sánchez ha traspasado todos los límites y tienen que irse», ha lanzado el número dos de Isabel Díaz Ayuso al frente del populares madrileños al poco de conocerse que Lobato no ha aguantado la presión y, tras declarar la guerra a Moncloa este martes, poco más de 24 horas después, ha presentado su dimisión como secretario general del PSOE-M.

«Entendemos que la decisión de Lobato es su única salida tras reconocer ayer que, desde Presidencia del Gobierno, se le podía haber utilizado para atacar a la Presidenta de la Comunidad de Madrid con una información filtrada por la Fiscalía General del Estado, y tras meses encubriendo un delito. Ahora falta que haga pública el acta notarial», ha esgrimido Serrano antes de calificar a Lobato como un «presunto delincuente». «Uno más en la lista del PSOE», ha aseverado.

«Lo que también supimos ayer es que Lobato exhibió en la Asamblea el mail de la Fiscalía y por lo tanto, Lobato ha cometido graves actos delictivos en consonancia con sus compañeros. Si se matan entre ellos no significa que uno de ellos sea mejor», ha apostillado.

Así las cosas, y mientras la presidenta autonómica se encuentra en la última jornada de si viaje a Seúl y no ha realizado ningunas declaraciones -únicamente lo han hecho fuentes de su entorno en la misma línea expresada por Serrano-, en el PP de Madrid insisten en que el «problema no es Lobato» sino quien «filtra y quien da las instrucciones». Serrano ha pedido que tanto Pedro Sánchez como Óscar López den explicaciones y, posteriormente, dimitan y se convoquen elecciones.

«No es propio de una democracia que un Gobierno use el aparato del Estado para, filtrando información protegida, amedrentar a adversarios, a críticos, a jueces y a medios. Sánchez ha traspasado todos los límites. Mientras, tiene a su mujer, hermano y cargos cercanos imputados por corrupción. Tiene que irse», ha concluido.