Opositores a bombero piden medir el nivel de testosterona del hombre que se declaró mujer para lograr plaza

opositores a bombero del Ayuntamiento de Madrid van a pedir que se mida el nivel de testosterona durante los reconocimientos médicos de quienes han logrado plaza como especialista. Una petición que ha avanzado el diario ABC y que se enmarca dentro de la polémica suscitada porque un aspirante haya logrado plaza después de declararse mujer en mitad del proceso gracias a la Ley Trans. Otro opositor, Raúl Asenjo, fue quien denunció públicamente lo ocurrido puesto que tras el cambio de sexo de su compañero, este subió de nota -al medírsele por los baremos femeninos más laxos- y Asenjo quedó fuera de la convocatoria.

Ante esta situación, Asenjo y varios de sus compañeros recuerdan que las pruebas físicas para bombero las regula el Consejo Superior de Deporte y solicitan que, en caso de que haya aspirantes que superen el límite máximo de testosterona en sangre, fijado en 2,5 nanomoles por litro para ciertas pruebas femeninas, sean declaradas no aptas en el reconocimiento médico y excluidas del proceso selectivo, tal y como informa el citado diario.

Además, este opositor ha interpuesto un recurso de alzada ante el Consistorio de José Luis Martínez-Almeida, alegando un fraude de ley. Cabe recordar que desde el Ayuntamiento madrileño ya advirtieron en numerosas ocasiones de las problemáticas que iba a traer consigo la Ley Trans, impulsada por la exministra de Igualdad Irene Montero, que permite la autodeterminación de género, es decir, que cada persona decida sin ninguna prueba si es hombre o mujer.

«Desde el Ayuntamiento de Madrid ya dijimos en su momento, cuando se aprobó esta ley, que estas situaciones iban a ocurrir, que podían ocurrir y evidentemente esta es la primera situación en la que nos encontramos en procesos selectivos en nuestro ayuntamiento. Desde luego, lo que vamos a hacer desde la administración, desde el Tribunal en este caso, es comprobar que se ha cumplido escrupulosamente la ley», manifestó cuando saltó el caso la vicealcaldesa de la capital, Inma Sanz.

«Insisto, es una ley que no nos gusta porque se hizo desde la imposición, desde la pancarta, desde el puro sectarismo y está dando lugar ya en muchos otros sitios de España también se ha producido a situaciones injustas con otros opositores, también con otras mujeres que han acudido a los procesos selectivos», agregó.

«Por lo tanto, por nuestra parte, por un lado denunciar que era una mala ley desde el inicio, que se van a producir situaciones fraudulentas y, desde el Ayuntamiento de Madrid lo que vamos a comprobar es que el proceso ha cumplido escrupulosamente con la ley. Una ley que, repito, no nos gusta, pero que lógicamente tenemos que cumplir», concluyó.