Comunidad de Madrid
La carta contra Más Madrid del hijo de un fallecido en una residencia: «No se puede ser más miserable»
Desde Más Madrid llevan años haciendo oposición al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso con los fallecidos en residencias durante la terrible pandemia del covid-19. Pleno tras pleno, antes, la actual ministra de Sanidad, Mónica García, y, ahora, su sucesora como portavoz del grupo en la Asamblea, Manuela Bergerot, recuerdan a la presidenta el número de ancianos que perdieron la vida en las residencia madrileñas para endosarle directamente la responsabilidad de sus fallecimientos a la jefa del Ejecutivo.
Una actitud que ha criticado duramente Ayuso en numerosas ocasiones, tachando de «inhumano» al partido por usar a los muertos como ariete político. Además, cabe recordar que ya son más de un veintena las sentencias que han eximido de responsabilidad en esas muertes al Ejecutivo madrileño.
En ese contexto, Díaz Ayuso leyó este jueves durante la sesión de control en el Parlamento regional, una carta firmada por el hijo de uno de estos fallecidos en la que exigía a Más Madrid dejar de utilizar a su padre. Una carta a la que ha tenido acceso El Debate y en la que este hijo, llamado Raúl, afirma que su padre, Felipe, murió en una residencia de Madrid a los 91 años durante los primeros días de la pandemia y lo hizo «perfectamente asistido y en paz».
El hombre explica en la misiva que la finalidad de la misma es hacer llegar a la presidenta, o a quien corresponda, «que exijan a la portavoz del grupo parlamentario de Más Madrid que descuente uno, mi padre, la próxima vez que de cifras de los fallecidos en residencias».
Raúl explica que se le «parte el alma» cada vez que «esta partida de mercenarios» convierte la memoria de su padre en «un número, uno más entre tantos, con motivos espurios y meramente electorales, buscando arañar un puñado de votos».
«No se puede ser más vil y miserable. Porque no quiero que el recuerdo de un buen hombre y mejor padre, esposo y abuelo, justo y entrañable, sea mancillado por una secta carente de moral y de ética», esgrime. «Mi padre ya no se puede defender, pero yo pido su ayuda para defender su memoria», concluye.