Los significados ocultos del escudo de la Comunidad de Madrid: un lazo entre las dos Castillas

Desde finales de 1983, en concreto el 24 de diciembre de aquel año, están vigentes los símbolos que representan a la Comunidad de Madrid, es decir, la bandera, el escudo y el himno de la región.

Aunque, a excepción de la bandera, el resto de símbolos de Madrid tienden a ser poco conocidos, la ley que los aprobó subraya en su exposición de motivos su importancia porque «los símbolos, por servir de identificación a los pueblos, tienen una vocación unitaria y deben, en consecuencia, estar por encima de las diversas opciones y proyectos políticos e ideológicos por correctos y ajustados que estos sean. Recogen la herencia del pasado, las vivencias del presente y los proyectos del futuro».

Esa misma ley recoge, no sólo cuáles son esos símbolos, sino su significado. Así, por ejemplo, los dos castillos de oro sobre gules del escudo recogen «el más característico símbolo castellano» y recuerda que las dos comunidades limítrofes, es decir, Castilla La Mancha y Castilla y León, los lucen como emblemas.

El hecho de estar pareados simboliza la pretensión de la Comunidad de Madrid de ser «lazo entre las dos Castillas, fundiendo el símbolo fundamental de una y de otra, al tiempo que viene a proyectar su propia complexión extensiva hasta los límites precisos de las cinco provincias que la abrazan: Toledo, Guadalajara y Cuenca, pertenecientes a Castilla La Mancha; Segovia, y Ávila, integrantes de Castilla y León».

Por otra parte, la corona real de España que remata el escudo, «hunde su tradición en la historia madrileña -que fue ganada o merecida en Cortes- y enlaza con el hecho de haber sido Madrid, por largo tiempo, sede de la Corona, quedando en el marco de la antigua provincia y actual Comunidad la espléndida huella histórico-arquitectónica de los Reales Sitios».

La menciona ley recuerda que la, por aquel entonces, nueva Autonomía, tiene por capital la misma que es de la Nación al tiempo que residencia oficial de Rey, símbolo de la unidad y permanencia del Estado en su forma política de monarquía parlamentaria. Todo ello, recoge el texto, «tradición y modernidad, hacía aconsejable inscribir la corona en el escudo de la Comunidad, como así hace la ley».

En el escudo también figuran siete estrellas de plata, de cinco puntas, colocadas cuatro y tres, de idéntica forma que aparecen en la bandera de la Comunidad de Madrid. Las estrellas son siete porque representan la constelación de la Osa Mayor y cada estrella tiene cinco puntos por las cinco provincias que rodean a Madrid.

Por último, cabe mencionar que el escudo es rojo carmesí, al igual que lo es la bandera, porque «Madrid indica con ello que es un pueblo castellano y que castellana ha sido su historia, aunque, evidentemente, el desarrollo económico y de población haya sido diverso».