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Velas con inscripciones de nombres de bebés no nacidos
Comunidad de Madrid
Un 'Bautismo de deseo', el consuelo que prestan dos parroquias de Madrid a padres de bebés no nacidos
Las parroquias del Buen Suceso y de San Alberto Magno celebrarán este fin de semana sendas ceremonias de presentación de niños no nacidos
El próximo fin de semana, coincidiendo con la fiesta de la Presentación del Señor en el templo, dos parroquias madrileñas van a celebrar el 'Bautismo de deseo', la inscripción de los nombres de niños no nacidos en un libro no sacramental. Se trata de una forma de que «el Señor pueda consolar a los padres» de bebés que, o bien no pudieron llegar a nacer, o que murieron antes de recibir las aguas bautismales.
La ceremonia se va a celebrar tanto en la parroquia del Buen Suceso, en Moncloa, como en la de San Alberto Magno, en Vallecas. En el caso de la primera, es el segundo año que va a llevar a cabo esta iniciativa y está previsto que se inscriban hasta un centenar de niños, entre ellos, ocho hermanos de una misma familia. La celebración tendrá lugar el próximo domingo 2 de febrero a las siete de la tarde.
Por su parte, la parroquia de Vallecas es el primer año que se suma a esta celebración, en la que 15 niños no nacidos serán recordados en la misa del sábado 1 de febrero a las seis y media de la tarde. Según informan desde la Archidiócesis de Madrid, en esta parroquia la mayoría de los padres son jóvenes con niños pequeños que se han preparado para esta celebración durante la Navidad. Una de las madres que la pasada Navidad perdió a su segundo bebé celebraba que mientras el año pasado pasó las fiestas navideñas llorando esta las ha pasado con esperanza y preparándose para el 'Bautismo de deseo'.
Con todo, en declaraciones recogidas por la Archidiócesis de Madrid, Belén Moya, una de las impulsoras en la parroquia del Buen Suceso, prefiere no hablar tanto del Bautismo como del «camino de gracia» que se hace en la pastoral de las Ocho estaciones de la Luz que se puso en marcha tras la primera presentación de niños no nacidos celebrada el año pasado.«Igual que Dios acompañó a María para que viera sus circunstancias desde la trascendencia, aquí se trata de ayudarnos a trascender lo que ha pasado con nuestros hijos; hablamos de la acogida de la Iglesia y de cómo esto nos hace vivir la paternidad y maternidad trascendida», explicó. Y es que, en marzo de 2024, un grupo de padres que habían presentado a sus hijos ese año en la primera celebración iniciaron un recorrido que consistió en reunirse una vez al mes para rezar siguiendo las ocho estaciones de Luz de la Octava de Navidad.
Se trata, en palabras de Moya, «de un 'itinerario de Luz a la luz de la Palabra', una pastoral de acompañamiento para facilitar que los padres reciban el consuelo de Dios, vivan la acogida eclesial y presenten a sus hijos al Señor. El trabajo lo hace todo el Señor; nosotras solo creamos ese espacio, y que sea la luz de la Palabra, la fe de la persona y la gracia los que hagan el resto. Y se hace en la Iglesia, para acoger a los padres y acercarles al consuelo de Dios».