
Agustín Rosety
Vox
Agustín Rosety, tras dejar Vox: «No he cambiado yo, ha cambiado el partido»
el exdiputado y ex General de Brigada del Cuerpo de Infantería Marina Agustín Rosety, que se dio de baja de Vox esta misma semana por discrepancias con la dirección de la formación, ha asegurado que él no ha abandonado el partido sino que el partido le ha abandonado a él.
«Yo no he cambiado, el partido ha cambiado, no es donde yo ingresé, no lo reconozco», ha señalado en una entrevista radiofónica este sábado en esradio, en la que ha puesto de manifiesto que el viraje en la política internacional de la formación liderada por Santiago Abascal es lo que le ha empujado definitivamente a dejar Vox.
«No es lo mismo estar en ERC, que es una marca conservadora en la que estuvo el partido conservador británico, que formar un grupo con el partido de Orban, que es una marca más bien nacionalista», ha expuesto.
«No es lo mismo ser nacionalista que ser patriota. Ser nacionalista es poner todo por delante, elevar la nación a lo absoluto. Yo soy católico y no puedo ver las cosas de esa manera», ha ahondado, antes de comentar el camino que recorrió antes de su baja definitiva esta semana.Así, Rosety ha recordado que cuando anunció su renuncia a presentarse de nuevo en las listas de Vox al Congreso de los Diputados, le pidieron que se quedara como patrono de honor de la Fundación Disenso. Sin embargo, ha apuntado, se dio cuenta de que ahí era «poco más que una foto» porque no le encargaban «ningún trabajo en particular». «Para estar ahí sin hacer nada, no me tomo la molestia, no me parece muy digno», ha reconocido.
En ese punto y coincidiendo con el cambio de grupo en Europa, ha proseguido, decidió dejarlo y quedarse como afiliado pero, ha asegurado, comunicó a Santiago Abascal su disconformidad con el cambio de postura internacional y con el hecho de que no hubiera sido consultado. «No porque mi opinión fuera muy importante, sino porque estaba ahí para eso», ha considerado.
Rosety ha recordado que cuando se produjo la invasión rusa de Ucrania, algo que él vivió «muy directamente», lo que hizo Vox fue «ponerse en sintonía con sus aliados, con sus socios y con el derecho internacional». «Hay que respetar los tratados, hay que respetar las fronteras y la guerra no es un instrumento válido para las relaciones internacionales», ha afirmado.
«Esa fue la posición de Vox, ¿qué ocurre? Ha habido otros matices en otros países y uno de ellos ha sido Hungría, que es un país que recibía el gas ruso, lo siguió recibiendo, y, además, está en su inmediación geopolítica y tiene intereses que son bastante modulados en relación con los que pueda tener España», ha declarado.
En cambio, «España es un país del extremo occidente, no como Hungría que es el corazón continental». Es decir, ha incidido, «hay razones, no solamente las razones ideológicas que ya he apuntado, sino que también hay motivos de carácter geopolítico».
«Vox, al tomar esta decisión de vincularse de esta manera con Fidesz yo creo que se puso en una situación imposible. porque quizá lo que nadie podría prever es lo que hizo el presidente Trump. Al hacer esto Trump, después de habernos puesto completamente en alineación con él -hasta el punto de que Abascal fue invitado a su toma de posesión como presidente de Patriots-, ahora no se puede sorber y soplar al mismo tiempo», ha razonado.
«Trump necesita que se cuestione a Ucrania para apartarlo de la negociación y ellos concertarse con Rusia que es lo que necesitan. Y esa es una posición muy fundada en sus propios intereses pero que no deja en buen lugar el compromiso de Estados Unidos y su honor, que es el respeto a la palabra dada a sus aliados. Lo que ha pasado yo creo que ha sorprendido a todo el mundo, también a Vox, y le ha puesto en una situación imposible en la que, con todo, yo creo que hay que tener claros los principios y yo creo que no se están teniendo claros», ha concluido.