
En la imagen, un simulador de lluvias
El sistema de ingeniería forestal que ha comenzado a utilizar Madrid para luchar contra las lluvias
El mecanismo es capaz de reproducir eventos pluviométricos reales, de manera artificial, tanto registrados en la serie histórica como de cualquier otra zona
La Comunidad de Madrid ha vivido un histórico mes de marzo en cuanto a lluvias se refiere. Por ello, el Gobierno regional ha presentado un sistema pionero de ingeniería forestal en Europa desarrollado por el Canal de Isabel II. Se trata de un simulador de lluvias, «instrumentos de investigación diseñados para aplicar agua de forma similar a los episodios tormentosos naturales. Son útiles para obtener datos de erosión, infiltración, escorrentía superficial y transporte de sedimentos», explican los técnicos.
«No obstante, las características de la lluvia natural han de ser simuladas de forma adecuada, los datos de escorrentía/erosión obtenidos han de ser analizados cuidadosamente y se debe efectuar una buena interpretación de los resultados para obtener una información fiable», añaden.
En este sentido, el objetivo de los simuladores de lluvias es «determinar la conductividad hidráulica del suelo en condiciones de saturación y elaborar la curva de variación de la filtración con el tiempo. La simulación de lluvia es uno de los métodos más empleados para la determinación, tanto en campo como en laboratorio de la capacidad de infiltración de los suelos».
Este sistema de ingeniería «ahorra una gran cantidad de tiempo, pero para que las medidas obtenidas sean fiables deben tenerse en consideración los siguientes aspectos».«En primer lugar, la lluvia simulada debe reproducir en la mayor medida posible las características de la lluvia natural en tamaño de gota, velocidad de caída e intensidad. Además, el mecanismo generador de la lluvia puede ser de tipo boquilla de riego o de tipo goteo», explican los ingenieros.

Sistema de riego del simulador de lluvias
El segundo aspecto a tener en cuenta es que «estos parámetros deberán ser idénticos si así lo deseamos. De esta forma, la variación de los resultados no podrá ser nunca imputable a la lluvia, sino a otros factores diferentes, como puede ser el tipo de suelo, la pendiente del terreno o la cobertura vegetal».
Para poner en marcha el simulador de lluvias se colocan varios pluviómetros distribuidos por toda la parcela. Esto permitirá controlar en todo momento tanto la cantidad de lluvia caída como la uniformidad de su distribución.
A continuación, se colocarán recipientes en los tubos colectores situados en la parte inferior de la parcela. Estos estarán destinados a recoger la escorrentía, tanto la superficial como la subsuperficial.

Cubetas de tierra donde se analiza la filtración de agua
Una vez preparados los elementos anteriores, se dará inicio a la simulación de lluvia abriendo la llave de paso del agua al circuito. Al mismo tiempo, se pondrá en marcha el cronómetro.
Desde ese momento, será clave observar el inicio del encharcamiento, que dependerá de la humedad previa del suelo, su textura y la intensidad de la precipitación. La cobertura del terreno y el tipo de manejo podrán identificarse por el brillo característico de la superficie del suelo.
Con el avance del experimento, el agua comenzará a acumularse en la superficie del suelo y, finalmente, discurrirá pendiente abajo hasta llegar al punto de salida de la parcela. Será entonces cuando se registre el inicio de la escorrentía superficial y se comience a recoger el agua en los recipientes correspondientes.

Pluviómetros del simulador de lluvias
Durante todo el proceso, se controlará la evolución de la escorrentía mediante anotaciones periódicas del volumen de agua recogido. Cuando el suelo alcance la saturación completa, se generará escorrentía superficial, la cual deberá registrarse del mismo modo.
Una vez que se compruebe que la tasa de escorrentía permanece constante, se cerrará la llave de paso del agua y se anotará el momento exacto en el que cese la circulación de agua superficial.
Para finalizar, se medirá y anotará la cantidad de agua recogida en cada pluviómetro. Estos datos permitirán determinar tanto la intensidad como la uniformidad de la precipitación.

El consejero de Medio Ambiente, Carlos Novillo, visita el simulador de agua de la Comunidad de Madrid
El simulador de lluvias de Madrid
Por su parte, el simulador de lluvias de Madrid funciona de la misma manera, pero incluye alguna novedad. Este está dividido en tres zonas principales, una de ellas con cuatro tipos de cubiertas, sobre las que se mueve esta máquina, que funciona a través de seis estructuras de pórtico fijo que se desplazan sobre raíles para descargar la precipitación sobre cuatro cubiertas drenantes.
Otra contiene tres tipos de firmes: uno con material impermeable, que sirve de control, y dos con pavimentos porosos. Y, la última, dos zanjas drenantes.
Se estima que, gracias a esta tecnología pensada para retener, laminar y pretratar el agua de lluvia en origen, se pueda reducir hasta un 80 % su contaminación. Igualmente, disminuiría en torno al 70 % del caudal que llega a la red de alcantarillado.

Simulador de agua de la Comunidad de Madrid
Con ello, además, se minimiza la posibilidad de inundaciones y de vertidos incontrolados a los cauces en momentos de precipitaciones intensas.
El sistema es capaz de reproducir eventos pluviométricos reales, de manera artificial, tanto registrados en la serie histórica como de cualquier otra zona. De esta manera, puede descargar precipitaciones moderadas o incluso torrenciales, con intensidades que oscilan entre 5 mm/h y 70 mm/h.
También puede simular lluvias con distinto grado de contaminación, de acuerdo con los valores de referencia obtenidos a partir del análisis de las aguas de escorrentía en diferentes zonas de la región.