Así será el increíble soterramiento de la A-5 que empezará a finales de 2024 en Madrid

Esta iniciativa permitirá dar continuidad al bulevar peatonalizado de la avenida de Portugal hasta la avenida del Padre Piquer

El Ayuntamiento de Madrid ha sacado adelante este jueves la licitación que permitirá el soterramiento de la A-5, dejando a su paso el que será el paseo verde del suroeste, en una actuación que se desarrollará a lo largo de 3,2 kilómetros y una inversión plurianual de 347 millones de euros.

Así lo ha dado a conocer el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno. Se trata de uno de los proyectos clave para este mandato, que contempla el soterramiento desde la boca de túnel de la avenida de Portugal hasta el entorno de la avenida del Padre Piquer.

Los vehículos en superficie y las emisiones contaminantes se reducirán en un 90 %. En superficie, habrá aceras más amplias y 33 nuevas conexiones peatonales frente a las 16 actuales.

El órgano de Gobierno municipal daba luz verde en los últimos días al pliego impulsado por el área de Urbanismo, Medio Ambiente, que dirige Borja Carabante, y que contempla los trabajos de ejecución del Paseo Verde del Suroeste, comenzando por el soterramiento de la A-5 y sus conexiones con la M-30.

Infografía de la A-5Ayuntamiento de Madrid

Con esta actuación, se recuperará para los vecinos el espacio ocupado en la actualidad por la autovía, que parte en dos el distrito de Latina. Desde 1968, los barrios de Lucero, Aluche y Las Águilas han estado separados de los de Campamento y Casa de Campo por este asfalto atravesado diariamente por 80.000 vehículos.

El soterramiento de la A-5 permitirá dar continuidad al bulevar peatonalizado de la avenida de Portugal hasta la avenida del Padre Piquer en una actuación que comprende un total de 3,2 kilómetros.

El alcalde ha defendido que confía en que a lo largo de los próximo siete u ocho meses pueda adjudicarse definitivamente y que las obras comiencen antes de que concluya el año.

Las obras en superficie tendrán una duración de aproximadamente 14 meses, después de lo cual continuará las que acometerán bajo superficie. Espera el regidor que esté finalizada esta gran obra en el último trimestre de 2026 o primer trimestre de 2027 definitivamente.

«Este proyecto es la continuación, en definitiva, de esa transformación urbana que tuvo la ciudad de Madrid ejemplar, que es todo el ámbito de Madrid-Río, permitiendo tanto la mejora de la movilidad de los coches, la mejora de la movilidad peatonal, reduciendo considerablemente el nivel de emisiones», ha señalado.

Con esta obra, se pretende mejorar la movilidad peatonal en transporte público y la viaria, redundando en la mejora también de la seguridad vial en el entorno. Se logrará resolver los problemas de retenciones en conexiones conflictivas como el paseo de Extremadura, Batán y Boadilla.

Soterramiento M-30

El cubrimiento de la M-30 tendrá una pasarela de 300 metros de longitud y, además, este espacio promete crear una zona verde de 20.000 m². Los 'populares' han asegurado que este espacio contará con jardines, áreas de juego y ejercicio.

Servirá para acceder más fácilmente a las canchas deportivas de Ciudad Lineal y al parque de Quinta de la Fuente del Berro.

También se llevará a cabo una renaturalización de los muros de hormigón de la Calle 30 mediante jardines verticales lineales, que contribuirán a aumentar las zonas verdes que sirven de pulmón a la capital.

Soterramiento de la M-30 a la altura de Ventas

Además, se emplearán árboles y arbustos funcionales, que tengan una alta resistencia y requieran de pocas cantidades de agua para crecer en el entorno y hacer de pantalla vegetal. Además, se contará con los últimos sistemas de tecnología en cuanto al sistema de riego automático.

El objetivo es cubrir los nueve kilómetros de la red de carretera de 32,5 kilómetros que circunvala la ciudad por la que los vehículos todavía circulan en superficie. La referencia a seguir es el área sur que Alberto Ruiz-Gallardón soterró entre 2004 y 2007.

Aquella infraestructura cambió el perfil de la capital, por la reducción del tráfico en superficie y la disminución de la contaminación y del ruido que sufrían los vecinos que habitan en la ribera del Manzanares.