Sánchez gasta 18.100 euros en buscar brigadistas en una parcela de Montecarmelo que el Ayuntamiento ya estudió
La lucha entre los vecinos y el Consistorio comenzó por querer levantar un cantón de limpieza
Sánchez quiere exhumar a brigadistas para paralizar el cantón de Montecarmelo
El Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática se ha gastado 18.148,79 euros (14.999 € sin IVA) en buscar una fosa común de brigadistas internacionales en una parcela de Montecarmelo que el Ayuntamiento de Madrid ya estudió previamente y cuyos informes indicaron que no se hallaban restos mortales. Los vecinos de este área residencial están en pie de guerra contra el Consistorio porque quiere levantar con cantón de limpieza.
Según los contratos menores del Estado que ha consultado El Debate, el Gobierno de Pedro Sánchez ha adjudicado uno de ellos a la Asociación Científica Aqueoantzo para las labores de excavación y búsquedas de brigadistas internacionales en una parcela junto al cementerio de Fuencarral.
Las obras comenzaron este martes y se espera que duren seis meses, tal y como indica el contrato del Estado. Además, dicho documento oficial señala la referencia catastral de la parcela que coincide con la superficie que linda con el cementerio de Fuencarral.
La lucha entre los vecinos de Montecarmelo y el Ayuntamiento de Madrid comenzó por querer levantar un cantón de limpieza –donde se guardan los camiones– junto a viviendas, un colegio y una guardería. El objetivo de los residentes es parar esta iniciativa del Consistorio.
Los vecinos juntos con la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales elaboraron un informe en el que se recopilan varias pruebas que demuestran que en el lugar donde se quiere construir el cantón de limpieza hay una fosa común de los brigadistas que participaron en la Guerra Civil.
Se estima que podría haber 451 personas enterradas en la que sería la «mayor fosa común» de brigadistas en España. La asociación mantiene que sus compañeros fueron enterrados en el cementerio de Fuencarral y con la llegada del franquismo fueron arrojados a esta parcela colindante.
Tanto los vecinos como los brigadistas pidieron que se hicieran estudios para comprobar si hay restos de estas personas en la parcela del cantón de Montecarmelo. El Ayuntamiento realizó pruebas de georradar para analizar si realmente hay una fosa común.
Según el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, este tipo de máquina no es del todo efectiva para estas labores de arqueología «porque solo detecta si hay alguna irregularidad en la tierra a dos metros de profundidad».
Informe del Ayuntamiento
El Ayuntamiento de Madrid solicitó un informe a una empresa especializada y el resultado fue que « en general no hay ningún tipo de evidencia sobre que haya habido un movimiento anómalo de tierras que indicara que pueda haber algún tipo de resto».
El alcalde José Luis Martínez-Almeida explicó que en una parte de la parcela «sí se ha detectado un movimiento anómalo de tierras», aunque no se podría saber de qué se trataba sin excavar, una tarea que corresponde al Gobierno central por ser un asunto de memoria democrática.
El Consistorio dio los permisos de obras para proceder a las catas que está ejecutando el Ministerio de Memoria Democrática y que costarán 18.148,79 euros.
El secretario de Estado del Ministerio ha señalado este miércoles que de no encontrarse restos de brigadistas en esta zona, se plantearían pedir al Gobierno municipal que les dejaran intervenir en otras partes de la parcela.
Los Brigadistas
Durante la Guerra Civil se estima que más de 35.000 hombres y mujeres de 53 países distintos acudieron a España para apoyar al Gobierno de la II República. Se estima que más de 9.000 de estas personas perdieron su vida en nuestro país.
Las Brigadas Internacionales fueron unidades militares compuestas por voluntarios procedentes de más de 50 países que participaron en la Guerra Civil (1936-1939) dentro del ejército de la Segunda República.
La idea de crear este grupo se gestó en verano de 1936 a partir de diversas iniciativas paralelas, entre otras del Partido Comunista francés. La reunión de la Comintern celebrada en Moscú el 18 de septiembre de 1936 dio el aval a esta propuesta y los partidos comunistas se comprometieron desde entonces a reclutar a voluntarios.