Entrevista
Ortega Smith: «El Madrid 360 de Almeida solo servía para convertir la ley en una máquina de recaudación»
El portavoz de Vox en la capital señala que su formación es partidaria de que exista una ordenanza de movilidad pero días concretos, en zonas concretas y con medidas concretas, y no los 365 días, en toda la ciudad y para todos los madrileños
Javier Ortega Smith visita la redacción de El Debate la semana en que el TSJM ha dictado una sentencia anulando parte de las restricciones de movilidad contra las que Vox ha batallado en los tribunales y que viene recriminándole al alcalde José Luis Martínez-Almeida; de hecho fue lo que llevó a su grupo a romper el acuerdo de investidura en el pasado mandato. El portavoz del partido de Santiago Abascal en la capital y diputado en el Congreso analiza qué supone esta sentencia, el recurso anunciado por el Ayuntamiento, su labor de oposición y otros temas de la actualidad política.
–Vox se acaba de apuntar un tanto después de que la justicia madrileña haya tumbado las Zonas de Bajas Emisiones tras un recurso de su partido. ¿Cómo valora la sentencia?
–Muy positivamente. Desde el punto de vista jurídico, es impecable. Es una sentencia valiente, rigurosa y, desde el punto de vista político, nos da la razón, en cuanto a que se había aprobado de manera precipitada, sin los informes necesarios, despreciando los intereses de los madrileños más necesitados, imponiendo unos criterios que vienen dictados desde el fanatismo climático.
Nosotros decíamos que esta ordenanza solo servía para convertir la ley en una fabulosa máquina de recaudación de dinero, cerca de un millón de euros diarios de multas que se imponen en Madrid, bajo las tres mentiras que hemos denunciado en estos años. La primera es la mentira legal. Dicen «es que nos exige Europa este tipo de medidas tan rigurosas». Cualquiera, sin ser especialista en derecho, se da cuenta de que si fuera así, ¿cómo puede haber dictado esta sentencia el Tribunal, se salta la normativa europea? ¿Cómo puede haber otras ciudades españolas de más de 50.000 habitantes que aplican unas medidas infinitamente más lógicas?
La segunda: la medioambiental. Esa gran mentira del alcalde de que si no fuera por su ordenanza, la llamada estrategia 360 más o menos nos moriríamos de polución. Hemos conseguido demostrar con los informes periciales que Madrid tiene un fabuloso aire, no gracias a esta ordenanza. Diez años antes de que existiera la primera, Madrid Central, que fue la de Carmena, tenía una magnífica calidad del aire. Y la tercera gran mentira es la electoral. Llegó al Gobierno prometiendo a los madrileños que iba a quitar el Madrid Central, y no solo no lo quitó, motivo por el cual rompimos el acuerdo de investidura, sino que lo ha multiplicado por 130.
–El Ayuntamiento ya ha anunciado que va a recurrirla ante el Supremo. ¿Se lo esperaba?
–Sí, porque el alcalde necesita tiempo para maquillar la ordenanza actual, cambiarle cuatro cosas formales, volverla a aprobar y que no haya ni un solo día en el que no esté cobrando multas. En el momento que recurre, la sentencia no es firme. En el momento que no es firme, mantiene encendidas todas las cámaras, los controles, las multas y sigue la máquina de recaudación. Y mientras tanto, tiene tiempo para hacer los maquillajes necesarios para aprobar la nueva ordenanza. Créanme, no llegará a ver el Supremo este recurso. Lo retirarán al día siguiente de aprobar la nueva ordenanza.
–¿Apoyaría Vox alguna ordenanza que aplicase Zonas de Bajas Emisiones, pero restringiéndolas al máximo, como han hecho PP y Vox en otros municipios?
–Por supuesto que sí. Claro que Madrid necesita una ordenanza de movilidad, como necesita una de limpiezas o de terrazas. Pero que sea lógica y proporcional a las verdaderas necesidades. Nosotros aportamos al Tribunal, y lo ha tenido en cuenta, un riguroso informe que hablaba precisamente de las alternativas. No han barajado esa posibilidad. Por ejemplo, hemos aportado con datos científicos de las propias estaciones de meteorología y del control del aire del Ayuntamiento, que se producían en Madrid, de los 365 días del año, una media de 14 los llamados fenómenos de inversión térmica, que hemos denominado vulgarmente la boina de Madrid: momentos en los que la presión del aire no deja que respire la ciudad.
Pues esos días en concreto, se toman medidas, se dice vamos a restringir el tráfico en esta zona, a permitir solamente que circulen unos determinados vehículos, vamos a poner gratuito esos días el transporte público para incentivar que no se saque el coche privado, vamos a hacer un llamamiento de conciencia a la ciudad para que estos días rebajemos la actividad del transporte…Eso es lógico y sensato. Y esos días concretos en esas zonas, quien se salte las medidas se habrá ganado una multa.
Pero lo que ha hecho este señor es aplicarlo 365 días del año, en toda la ciudad y a todos por igual, tanto si te puedes comprar un coche eléctrico como si no llegas a fin de mes para llenar la nevera. Eso es lo que es una auténtica injusticia y una falta de equidad. Pero sobre todo, es innecesario. Los días concretos en las zonas concretas y con medidas concretas sí, y luego seguir apoyando medidas medioambientales, como la renovación de vehículos, cambio de calderas, sistemas menos contaminantes, aislamientos térmicos en las viviendas...Lo que no vamos a apoyar son medidas de fanatismo climático cuyo objetivo es recaudar dinero y cortar libertades.
–Le pregunto ahora por otro tema de Madrid, que es la Ley de Capitalidad, en cuya reforma está trabajando el Gobierno municipal. Hace unos días, usted vino a insinuar que podría haber un pacto entre el PP y el PSOE para reformarla sin llamarles a ustedes. ¿Qué supone esta ley? ¿Y por qué cree que existe ese pacto?
–Primera afirmación ¿Necesita Madrid reformar la Ley de Capitalidad? Sí. ¿En qué dirección? Para conseguir mayores competencias como capital de España, mejor financiación que permita tener recursos suficientes, y en materias de personal para cuestiones, por ejemplo, como la contratación de policías o de bomberos. Por tanto, es necesario reformarla. Segunda pregunta: ¿Se está tramitando correctamente por parte del equipo de gobierno? No, se está haciendo sin transparencia, sin respeto democrático…No ha tenido en cuenta nada con nosotros. Ya ha redactado sus borradores, dice que nos lo va a poner encima de la mesa para opinar cuatro cosas, pero ya está hecha.
Almeida llegó al Gobierno prometiendo a los madrileños que iba a quitar Madrid Central, y no solo no lo quitó, sino que lo ha multiplicado por 130
Y tercera y la más importante: ¿Es el momento de hacer este cambio? No, es el peor momento, porque necesita ser aprobada en el Congreso, y ¿quién va a decidir en último término cuándo se lleve allí como proposición de ley del PP? O si se presenta como proyecto de ley. ¿Qué se cree el señor Almeida? ¿Que Sánchez y todos sus secuaces van a hacer la Ley de Capitalidad que a él le interese? Sánchez lo va a hacer al dictado de sus socios separatistas, que le van a decir menos competencias para Madrid y más para Barcelona; menos financiación para Madrid y más para Bilbao. Es una irresponsabilidad. Y es cuando yo he afirmado que para que el alcalde esté diciendo que esta ley va a salir adelante, tiene que haber pactado algo con el PSOE, porque si no, no sé por qué se cree que porque él mande un proyecto al Congreso, lo van a aprobar.
–¿En qué va a centrar Vox su labor como oposición en el Ayuntamiento este nuevo curso?
–Vamos a seguir las tres líneas fundamentales que hemos mantenido. La primera línea, la de la defensa de la libertad, la libertad de movimiento, la libertad de economía en el bolsillo de los madrileños para que se bajen los impuestos, la libertad de participación política y de opinión para que no se prive a quienes representamos a los madrileños de poder estar institucionalmente en los actos, en las comisiones...
Otra línea es la seguridad. No hay libertad sin seguridad. Madrid tiene que empezar a recuperar a pasos agigantados esa seguridad en sus calles, que es peligrosísimo perderla, porque puedes encontrarte luego en situaciones como otras ciudades de España, véase Barcelona, o de Europa, donde ya no es posible revertir la situación. Y cuando hablo de seguridad hablo también de que no haya ocupaciones ilegales, y de combatir la mafia del tráfico de las personas. Y una tercera línea: la defensa de la protección de la ciudad. La protección de su patrimonio histórico, de sus calles, que los parques tengan árboles...Cuidar nuestra ciudad.
–¿Su relación con el alcalde es irreconciliable?
–La relación con el alcalde es irrelevante. Que dos políticos se lleven bien o mal es una cuestión personal. Lo importante es la relación política. Y es muy difícil con este señor, porque tener una relación política con alguien que te engaña, del que no te puedes fiar, una persona con la que firmas un acuerdo de investidura, le das la posibilidad de ser alcalde como en 2019 y se da media vuelta y hace justo lo contrario...Es muy difícil tener una relación de confianza, de estabilidad y, si se me apura, de cierta lealtad institucional.
–Pasando ahora al plano nacional, un tema clave de la actualidad es la inmigración ilegal. Usted estuvo este fin de semana en Ceuta y desde allí aseguró que el ministro Marlaska había llamado a Marruecos para que movilizase a sus fuerzas de seguridad para evitar un asalto, porque en ese momento no les interesaban esas imágenes. Pero auguró también que vendrán otros intentos...
–Y no me he equivocado; desgraciadamente ya está anunciado para el día 30 de este mes un nuevo asalto. Esto es una política de chantaje permanente por parte de Marruecos, que no ha tenido todavía ni con el PP ni con el PSOE un gobierno que le ponga freno y le diga: se acabó, no vas a recibir un solo euro más de ayuda a la cooperación, ni ningún tipo de apoyo, vamos a plantarnos y vamos a decir que la soberanía nacional de España no es negociable, que queremos unas fronteras seguras y controlar quién entra en nuestra nación y no vamos a permitir que siga presionando a Ceuta, Melilla o a las Islas Canarias.
España tiene dos gravísimos problemas uno que es exterior y otro que es interior. El problema interior es el asalto a las instituciones, y la segunda gran amenaza es el fenómeno de invasión migratoria. Esta nefasta política de fronteras abiertas impuesta por las agendas globalistas, por quienes desprecian la soberanía nacional. Es una presión permanente en nuestras fronteras. Y es el buenismo, ese gran engaño de decir que es que tenemos que acoger a todos los niños del planeta.
Frente a la inmigración no hay gestión, como hace el PP; hay firmeza, control de las fronteras y una inmigración posible, integrable y necesaria. Que entren como viajábamos los españoles cuando íbamos de migrantes al resto del mundo, con un contrato, a trabajar, a respetar las leyes y no ir a imponer lo que nos dé la gana a esos países, a saltarnos sus fronteras y a cometer delitos.
El plan de Sánchez es un plan de degeneración antidemocrática, un apretón de tuerca más contra la independencia judicial, la libertad de prensa y la libertad política
–Alberto Núñez Feijóo se ha reunido con Giorgia Meloni en Roma. No sé si cree que puede haber algún punto de encuentro entre PP y Vox en la cuestión migratoria o si su esquema es contrapuesto...
–Santiago Abascal ha sido muy claro. Nos alegra que nuestra socia Giorgia Meloni reciba al señor Feijóo y estamos seguros de que va a hacer todo lo posible para intentar explicarle que la política que está llevando el PP con respecto a la inmigración es nefasta, que tiene que dejar de apoyar estas políticas de fronteras abiertas. No sé si el señor Feijóo va a dar su brazo a torcer, pero al menos va a escuchar de una presidenta líder en Europa como Giorgia Meloni que hay otra forma de hacer política y que no hay por qué arrodillarse ante el globalismo y ante las políticas que nos impone la izquierda.
–Y para terminar, esta semana el Gobierno ha aprobado en el Consejo de Ministros el 'Plan de Acción para la Democracia', que incluye 31 medidas y que ya ha avisado de que es una hoja de ruta para la legislatura y un primer paso. ¿Qué espera Vox de este plan? ¿Qué puede suponer para España?
–Siempre lo peor. Cualquiera de los planes que aprueba un tipo autócrata, autoritario y sometido a los dictados de los peores enemigos de España siempre es un mal plan. Como siempre, el eufemismo político, 'plan de regeneración democrática'. No. Plan de degeneración antidemocrática, porque al final lo que está haciendo es degenerando, pudriendo y atacando las bases de la democracia. La democracia, conviene recordarlo, se basa en tres principios fundamentales: la división de poderes, que es tanto como decir la independencia del Poder Judicial, la libertad de prensa y la libertad política o de opinión. Estos tres condicionantes son los que están más profundamente atacados en estos momentos en España.
Este plan es un apretón de tuerca más contra la independencia judicial, contra la libertad de prensa y contra la libertad política. Y nos van a tener enfrente siempre, aunque nos ilegalicen, aunque pretendan callarnos la boca. Vamos a pelear porque sabemos que España merece la pena, que hay millones de españoles que no quieren renunciar a un país donde haya Estado de derecho, donde haya justicia, donde haya libertad, donde los periodistas puedan opinar y decir la verdad.