Cómo podría influir el voto en blanco y la abstención en las elecciones vascas este 2024

Ante las elecciones al Parlamento vasco del 21 de abril, son muchos los ciudadanos que van a ejercer su derecho al voto o que, incluso, tienen pensando votar en blanco, abstenerse o introducir un voto de carácter nulo.

Años tras año, cada vez son más los ciudadanos que hacen del día de las elecciones un lugar en el que montar el «teatrillo» y mostrar su descontento con los diferentes dirigentes políticos. Pero, en cualquier caso, ¿cómo puede influir las decisiones de los electores a las urnas y cuáles son sus consecuencias?

Voto en blanco: se registra y suma

El voto en blanco se refiere a la elección de no votar por ningún candidato o lista, expresando así una disconformidad con las opciones disponibles. El elector mete el sobre en la urna, pero dentro de él no hay nada.

Este voto es válido y sí cuenta para el escrutinio, ya que se suma a los votos logrados por las diferentes formaciones para el reparto de escaños. Esta forma de votación se puede interpretar como una manifestación de descontento o desconfianza hacia los partidos o el sistema electoral.

Sin embargo, estos votos perjudican a los partidos minoritarios dado que son los que menor representación tienen. En estos casos se aplica la Ley D´Hondt, que establece un mínimo del 3 % de los votos obtenidos para obtener representación asignando los escaños uno por uno a los partidos o coaliciones en función de los cocientes más altos que hayan obtenido.

Su principal función es favorecer a los partidos que obtienen un mayor número de votos y dificulta la entrada de los partidos pequeños al sistema político. Por tanto, las candidaturas que no obtengan este porcentaje son excluidas en cada circunscripción, ya que, al añadir los votos en blanco, un partido necesita más votos para lograr los escaños mínimos.

Abstención: no votar

Por otro lado, la abstención se produce cuando los ciudadanos con derecho a voto eligen no participar en el proceso electoral, ya sea por apatía, desinterés o descontento. Al no haber voto, este no suma ni afecta en los resultados.

En las elecciones al Parlamento del País Vasco del 2020 hubo una abstención del 49.22 % (883.227) de la población con derecho a voto y un 0.94 % de votos en blanco (8.540). Estos comicios consiguieron el récord de abstención en unas autonómicas, la peor cifra obtenida en 40 años de elecciones vascas.