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Pedro Sánchez apoya en un acto al candidato a lehendakari del PSE, Eneko AnduezaEFE/Miguel Toña

Elecciones en País Vasco 2024

El PSOE respira en el País Vasco en medio de su cascada de derrotas electorales

Los socialistas lograron aumentar dos escaños respecto a 2020, unos resultados que contrastan con los cosechados en los últimos procesos electorales

Los socialistas respiran aliviados en el País Vasco. Este domingo lograron un buen resultado, sumando dos escaños más, hasta doce -cuatro por cada provincia- y siendo, como querían, llave del próximo Gobierno vasco, aunque no consiguieron superar la tercera posición, a la que han llegado tras una caída de apoyos desde 2009.

El candidato, Eneko Andueza, que ha insistido durante la campaña en la afirmación de que no gobernarán con EH Bildu y en erigir al PSE como «dique de contención» para que que Bildu no gobernase -aunque a nivel nacional es socio preferente del PSOE- aseguró anoche que ahora «tocará decidir» con «responsabilidad» y que el partido «volverá a estar a la altura de lo que se merece la ciudadanía vasca».

La de esta noche es la excepción en la cascada de derrotas electorales que acumula el PSOE de Pedro Sánchez de un tiempo a esta parte. Pese al triunfalismo de su secretario general desde la noche electoral del pasado 23 de julio, cuando celebraba desde Ferraz sabedor de que iba a poder conformar gobierno sin ser la lista más votada, encadena fracaso electoral tras fracaso, salvo este 21 de abril.

Hace solo dos meses, el PSOE cosechó en Galicia su peor resultado histórico en la región, cayendo de 14 a nueve escaños y perdiendo cerca de 50.000 votos. Entonces, como contó El Debate, si bien sí hubo mucho votante socialista que prefirió decantarse en febrero por el BNG, un 8 % de votos del PSOE fueron al PP, a pesar de que los socialistas culpaban de los malos resultados al voto útil que había recaído en los nacionalistas gallegos, la segunda fuerza. Si se tiene en cuenta que en estas elecciones se alcanzó además una participación de más del 65 % –la cifra más alta desde 2009–, el golpe fue aún más agudo.

En 2022 empezó una caída cada vez más notable en el panorama nacional. La pérdida de apoyo social se evidenció así en las elecciones de Castilla y León, donde pasó de 35 a 13 escaños, quedando sin posibilidad de sumar una alternativa al popular Alfonso Fernández Mañueco.

Elecciones autonómicas de Castilla y León en febrero de 2022Ángel Ruiz

Meses más tarde llegó un nuevo golpe: Andalucía. Ese fue aún más sonado, puesto que durante 40 años había sido uno de sus feudos y ya en las elecciones anteriores, las de 2018, recibió un batacazo por perder la mayoría frente a Juanma Moreno, que primero sumó con Ciudadanos y tuvo el apoyo externo de Vox y en 2022 terminó alcanzado la mayoría absoluta, con 58 escaños frente a los 30 del PSOE.

Resultados de las elecciones andaluzas de junio de 2022Ángel Ruiz

Y en 2023 esa tónica continuó. En las autonómicas y municipales del mayo, el mapa político dio un vuelco y los socialistas perdieron cinco comunidades autónomas: La Rioja, Baleares, Aragón, Comunidad Valenciana y Extremadura, además de 15 capitales de provincia y 400.000 votos. Solo mantuvieron dos regiones, de aquellas en las que se celebraban comicios: Asturias y Castilla-La Mancha. Y aún más. En la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se alzó con una mayoría absoluta incontestable, con 70 escaños, pese a los intentos del Gobierno por derribar a la dirigente popular. Y el PSOE quedó en tercera fuerza, por detrás de Más Madrid, con 27 escaños.

Resultados de la Comunidad de Madrid el 28-MÁngel Ruiz

En la gran mayoría de regiones experimentó un retroceso en porcentaje de votos, exceptuando Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana y Navarra. En territorios donde habían gobernado la legislatura anterior, bajaron. Por ejemplo, en La Rioja, pasaron de 38,70 % a 31,92 %, en Murcia, de 32,43 % a 25,60 %, o en Extremadura, de 46,73 % a 39,90 %.

Ante estos resultados, Pedro Sánchez anunció el día siguiente el adelanto electoral de las generales. En el 23-J, pese a que creció casi un millón de votos respecto a 2019, el PSOE se colocó en segunda posición, superado por el PP además con una diferencia de 16 escaños. Esa aritmética electoral le llevó a sellar un conglomerado de pactos, cada cual más exigente, que ha acentuado la deriva del PSOE desde la llegada de Sánchez al frente. En el horizonte más próximo se abre la nueva cita electoral, en Cataluña, donde el PSC se dibuja en las encuestas como el favorito con el independentismo, insaciable, pisando el acelerador.