Dormir como un duque en el Palacio Santo Mauro, la nueva joya del lujo hotelero de Madrid

Nadie dormía en el número 36 de la calle Zurbano de Madrid desde hacía cinco meses. El Hotel Santo Mauro cerró sus puertas de cristal el día 11 de julio para volver por (casi) Navidad con más brillo y boato que nunca. Este 2 de diciembre el maravilloso palacete de estilo francés que asoma discretamente tras la esquina de la calle Almagro y Caracas, se ha inaugurado tras completar una colosal reforma de 7 millones de euros y duplicar su plantilla, que ahora alcanza los 120 trabajadores.

 La propuesta tenía que ser ambiciosa si quería convertirse en lo que aspiraba: se trata del primer alojamiento de la marca Luxury Collection de la cadena hotelera Marriott en Madrid, aunque pronto se sumarán otros establecimientos singulares de la firma.

Residencia, embajada y hotel

La reforma y la redecoración, diseñada por el interiorista Lorenzo Castillo, han querido preservar el espíritu decimonónico del histórico palacete, que debe su nombre al primer Duque de Santo Mauro. Mariano Fernández de Henestrosa mantuvo una estrecha relación con el rey Alfonso XIII y su mujer, la reina Victoria Eugenia de Battenberg. Aparte de prestar servicios a la Corona, ocupó varios cargos en el gobierno y fue alcalde de Madrid. Siendo el rey Alfonso menor de edad, le concedió el ducado sobre el principado de Santo Mauro de Nápoles, durante la regencia de su madre María Cristina de Habsburgo.

En 1902 levantó su casa a la francesa: los tejados de pizarra y los ventanales de arco delatan la inspiración parisina de la arquitectura del palacio, que contó con los mejores profesionales de la época para su diseño y construcción, como el arquitecto Juan Bautista Lázaro de Diego. Así lo atestiguan también fotografías y documentos de la época, como el cuadernillo El jardín: construcción, reforma y conservación de Parques y Jardines. Otro dato interesante que se reveló en ellos es la similitud de los planos de los jardines con los del Palacio de Liria, cuyos parterres son exactamente iguales a los que adornaron el hotel hasta finales del siglo XX.

El duque y su familia vivieron en el palacio hasta la Guerra Civil, cuando les fue confiscado durante un tiempo. Tras recuperarlo, sirvió como sede de las embajadas de Rumanía, Canadá y Filipinas, siempre bajo la administración del ducado. En 1989 fue rehabilitado, aunque conservando su diseño interior original y detalles únicos como la escalera modernista en el vestíbulo de entrada, el pequeño óvalo del patio, la antigua capilla y la biblioteca del duque. Nueve años más tarde, se unió al vecino palacete del conde de las Estradas para convertirse en el actual Hotel Santo Mauro.

La reforma: un jardín decimonónico y un bar 'art déco'

Hoy, la zona del jardín se ha levantado entero, se ha cambiado el suelo por uno ajedrezado o damero, y se ha sustituido el mobiliario. El resultado es un romántico y acogedor rincón donde desayunar como si estuvieras en el siglo XIX, quiosco de hierro forjado incluido. El culpable, el veterano paisajista, Fernando Valero, avezado en proyectos de carácter histórico.

Una vez franqueada la entrada de cristal una luz tenue recibe al cliente creando una maravillosa atmósfera, que es solo una de todas las que ha diseñado María de Covarrubias, cuyo estudio de arquitectura (por el que han pasado proyectos para el Museo del Prado y el Thyssen) ha sido el encargado de dar luz al nuevo Santo Mauro.

El decorador y anticuario Lorenzo Castillo ha vuelto a vestir el palacio y los jardines, después de participar en la actualización de sus salones hace algunos años. Las 50 habitaciones y los espacios del hotel, como la biblioteca y el bar, han sido redecorados respetando el carácter histórico del edificio y sus singularidades, pero añadiendo un punto de vanguardia.

En el caso de la biblioteca original del palacio, enteramente realizada en roble francés, y de estilo Luis XV, se ha modernizado con una iluminación más cálida y se ha diseñado un mobiliario más anglosajón. El bar, de estilo art déco neoyorquino, es «como si la familia de la casa hubiera deseado modernizarse y decorar, junto a la biblioteca, un espacio para bar y un fumador para los caballeros, algo muy habitual en la época», ha explicado el interiorista.

Cada suite tiene su propia personalidad y todas están inspiradas en influencias del siglo XIX, época de viajes, descubrimientos y alardes, tanto estéticos como técnicos.

Comer como un aristócrata

En la propuesta gastronómica, el Santo Mauro ha confiado en el reconocido chef Rafa Peña, que ha elaborado una experiencia a base de platos de temporada. El hotel también contará con momentos especiales centrados en encuentros alrededor del vino y de la música de diversos estilos, a cargo del compositor Lucas Vidal.

Además, dos días a la semana, se ofrecerá a los huéspedes la posibilidad de disfrutar de un exclusivo e íntimo recorrido por las dependencias del palacio, mientras se les ilustra con historias, anécdotas y secretos de la familia ducal y de la época en la que el palacio alojó diversas embajadas. Para terminar, los visitantes podrán relajarse disfrutando de una degustación del cóctel favorito del duque.

Marriott Luxury Collection

Junto recién inaugurado Four Seasons y el renovado Mandarin Oriental Ritz, el Santo Mauro llega al podio de las últimas apuestas por el lujo que está haciendo el sector hotelero en Madrid. Según Antonio Catalá, presidente de AC Hotels by Marriott, la capital «no tiene nada que envidiar a Londres ni a París». Sus «extraordinarias infraestructuras», sumadas a una «inmejorable oferta cultural y de ocio, a su estabilidad política y la seguridad que ofrece a los visitantes», han sido los principales motivos para reforzar su apuesta por la capital.