Estilo de vida
Rituales mágicos para la noche de San Juan
Un par de rituales de tradición pagana para limpiar la casa, pedir buenos deseos y fulminar todo lo malo
En San Xoán meigas e bruxas fuxirán, en San Juan meigas y brujas huirán. La idea de que el fuego purifica lleva años sirviendo de excusa como remedio contra los malos espíritus, que es algo carente de lógica, pero con mucha magia.
Este jueves a las doce de la noche les propongo, con ayuda del gran Rappel, hacer un par de rituales de tradición pagana para limpiar la casa, pedir buenos deseos y fulminar todo lo malo. Gracias a que hay muchas opciones, podemos adaptarlas a nuestro gusto y luego terminarlas con una queimada, una coca de San Juan o lavándonos el cuerpo al día siguiente con una maceración de hierbas olorosas –romero, tomillo, pétalos de rosas o hierba de San Juan– en agua que habremos puesto en la víspera.
Por cierto, que este jueves Rappel me ha descubierto su sitio mágico. Estará en Pinedo, Valencia, con su perolo de hierro donde todos sus amigos, según van llegando al lugar del «aquelarre», arrojan su papel de los deseos para celebrar el ritual de ofrendas con el maestro.
Aquí les dejo los dos ritos que me acaba de dar el gran Rappel y que ahora comparto con ustedes porque en una noche de San Juan, bajo el signo de Tauro, todo se potencia aunque tengamos luna menguante con un 23% de iluminación.
En la orilla del mar se hace una pequeña hoguera, si las autoridades lo permiten. Cada persona que toma parte en el rito, tiene que escribir en un papel tres cosas negativas que quiera olvidar. Luego, dará siete vueltas, en el sentido de las agujas del reloj, alrededor del fuego y arrojará el papel con los malos deseos. Se finaliza cruzando la fogata en forma de equis.
Para pedir al más allá cosas buenas, hay que situarse en la orilla del mar o de un río, vestido de blanco, descalzo y mirando al horizonte. En las manos llevar tres piezas de fruta madura, tres monedas de color cobre, de las de un céntimo, y tres flores blancas naturales. Bien concentrado y sin hablar, hay que meterse un poquito en el agua y pedir el primer deseo mirando al horizonte y arrojar las tres frutas. Adentrarse en el agua otro poquito, y pedir el segundo deseo, tirar las flores al horizonte y por último, el tercer deseo, arrojar al agua las tres monedas, que es como si pagásemos por la concesión de las peticiones y sin darle la espalda salir del agua y secarse con una toalla blanca.
Para hacer una limpia en casa, cuando vayan a ser las doce de la noche, en cada habitación con las ventanas cerradas y los armarios y puertas abiertas, se van prendiendo unas varitas de incienso y se deja una lucecita encendida, que también puede ser una vela blanca. La última estancia de la casa será el vestíbulo, cerrar la puerta y salir a la calle. Esperar unos minutos y entrar. Apagar todas las velas o luces y abrir la ventana que este más cerca del vestíbulo. Por esa ventana, que es la más cercana a la salida, sale el humo de haber apagado el incienso y las velas y con él se escapa todo lo malo. Volver a salir a la calle, esperar unos minutos y la casa ya estará limpia. Feliz noche de San Juan.