Aceite de oliva untable, la gran estafa que nos quieren colar

Lo malo es que nos hemos acostumbrado. Lo malo es que juegan al engaño dentro de los límites de lo legal. A veces, sus palabras no son mentira, pero son verdades muy matizadas. Ocultar es engañar, llegar a esos límites, estirando la realidad, también. Y en cuestiones de alimentos, este cúmulo de pequeñas verdades termina confundiendo y (lo peor) deteriorando la salud del consumidor.

Los alimentos ultraprocesados no son saludables. Así de sencillo y tajante. Pero como son un extraordinario negocio, para venderlos se usan unas palabras que resultan positivas y que con frecuencia son huecas; también se eluden otras que, sin embargo, definen la realidad más fehacientemente.

Ha ocurrido algo, una vez más, que confunde al consumidor. Se trata del denominado AOVE untable, de la marca Realfooding, de Carlos Ríos.

Vamos a ver, por partes el asunto:

1. La margarina no es un producto saludable. Aunque sus principales componentes lo sean. Sencillamente porque se someten a un proceso de hidrogenización que es lo que hace que sea sólido y que desarrolle las temidas grasas trans.

2. Solo el aceite de oliva virgen extra es aceite de oliva virgen extra. Es obvio, pero parece que la marca Realfooding no lo tiene tan claro. Su producto «AOVE untable» no es AOVE.

Su composición es un 72% de AOVE, y el resto es grasa de karité, con un pequeño porcentaje de sal y agua. AOVE transformado, por supuesto, con el fin de solidificarse y con los problemas que esto acarrea.

3. Por tanto, carece de los beneficios del AOVE para la salud. Con la carga añadida de que el consumidor cree que es bueno para él. Y no son productos económicos.

4. La pobre mantequilla, vejada y apartada, es un buen producto. Al que la margarina quiere sustituir utilizando ese marketing engañoso. Si quieren tomar grasa sólida de buena calidad, tomen mantequilla de la buena. Tiene mucho sabor, es un producto que puede formar parte de una dieta saludable, no entiendo la demonización de la mantequilla.

5. Si quieren tomar AOVE, tómenlo ¡es un producto maravilloso! Pero en otro formato. Envasado en recipiente oscuro, de una buena marca. Ese es el único que de verdad es AOVE. El resto son asnadas.

La cuestión es que vender este tipo de productos jugando a que son más saludables y aprovechando que no todo el mundo conoce el fondo de la cuestión, no es decente. Lo haga quién lo haga. Y más aún si lo hace alguien utilizando redes de marketing y credibilidad de grupos de seguidores. Es necesario hacer un viejo y sencillo ejercicio de crítica antes de comprar por impulso.

Y por favor, compren productos básicos, transfórmenlos en casa. El viejo tándem mercado + cocina sigue funcionando bien. Para el bolsillo y para la salud.