Fundado en 1910
Ezcaray

Una de las típicas fachadas de Ezcaray

Ruta por Ezcaray: mantas de mohair, croquetas de Echaurren y una sorpresa cinéfila

Recorremos este pintoresco pueblo riojano a bordo del nuevo Peugeot 3008 Hybrid

Lejos de playas atestadas, resorts multitudinarios y chiringuitos horteras, hay rincones de España que muestran su cara más mágica en verano, cuando se respira tranquilidad y quietud. En el corazón de La Rioja, sobresale la belleza de Ezcaray, un pintoresco pueblo, cuyo casco histórico es exponente de la arquitectura bien conservada. Un entramado de calles antiguas que destacan por sus casas solariegas y palacios blasonados, salpicados de soportales donde se refugia la vida en meses inclementes. Recorremos los puntos más emblemáticos, a bordo del Peugeot 3008 Hybrid, el líder en el mercado de los SUV compactos con más de 800.000 vehículos producidos desde que se lanzara en 2016.

Una de las primeras paradas para conocer Ezcaray es su famosa fábrica de mantas. «Estamos ahora cuatro primos. Mi abuelo Cecilio Valgañón fundó esta empresa. En 1930, la industria textil era importante, gracias a los factores que rodeaban al pueblo como el agua y la naturaleza. A Cecilio le gustaba la música y estudiaba en el conservatorio. Allí en las tiendas de la calle de Serrano descubrió el tipo de tejido de lo que hoy es el mohair de las mantas de Ezcaray. Aquí sus tíos tenían un taller, donde hacían paños, trajes para militar y monjas. Incorporó lo que vio en Madrid», declara Ignacio Valgañón a El Debate.

Bufanda de Ezcaray

Bufanda de Ezcaray

«Poco a poco fue empezando, pero justo le pilló en medio la guerra civil. En esa España gris, comenzó a innovar con colores alegres y vivos. Había gente que le tachaba de loco, pero se demandaba esa alegría. El proceso productivo se hace íntegramente en Ezcaray, la fábrica está a quince minutos. Recibimos la materia prima en crudo y hasta el último punto que es el etiquetado se hace aquí. Destacamos por ser una empresa artesanal, siempre hay unas manos encargadas de comprobar ese proceso de calidad», añade Valgañón.

«Trabajamos con el mohair, que es lo que nos hace distinguirnos. El mohair es proveniente de Sudáfrica, proviene de una cabra de angora que necesita unas condiciones climáticas raras, necesita un clima seco pero a la vez húmedo para que la hierba esté muy seca. Solo se puede encontrar granjas en sitios remotos», añade. Desde el corazón de esta tienda, salen telas para surtir a firmas globales como Loewe, Armani o Carolina Herrera.

Telares de la fábrica de mantas Ezcaray

Telares de la fábrica de mantas Ezcaray

En pleno centro histórico, frente a la iglesia de Santa María la Mayor, se encuentra la estupenda oferta gastronómica de la familia Paniego Sánchez. El biestrellado Portal de Echaurren, dentro del hotel Echaurren Relais & Châteaux, nacido en 2002 y dirigido por Francis Paniego, es el restaurante para disfrutar de la cocina más conceptual. En sus inicios, fue una apuesta nada fácil en un pueblecito de apenas 2.000 habitantes. Hoy en día presume de haber sido el primer restaurante en la historia de La Rioja en conseguir una estrella y también el primero en conseguir la segunda estrella Michelin para esta región. En palabras del Francis, «nuestra cocina es un reflejo culinario de lo que vemos y vivimos a nuestro alrededor. La tradición culinaria de la región, las sensaciones que nos transmiten los diez kilómetros de naturaleza que rodean nuestro valle, la rica huerta del Ebro, el omnipresente vino de Rioja, la casquería, el tapeo, y finalmente, la sabrosa repostería riojana».

Croquetas de Echaurren

Croquetas de Echaurren

Su cocina de El Portal de Echaurren se articula en torno a dos ejes. El primero es la gastronomía de kilómetro cero, que gira en torno al producto de cercanía, en parte procedente del valle del Oja. El otro pilar de la cocina de El Portal gira en torno a la casquería, un terreno en el que Francis Paniego lleva investigando unos cuantos años y que ha creado emblemáticos bocados como los sesos lacados, las navajas de tendones de cerdo, el tartar de corazones o la lengua de cordero glaseada con salsa de tomate viejo. Mención aparte merecen sus famosas croquetas, cuya receta creó Marisa Sánchez y posteriormente perfeccionó su hijo Francis Paniego. El secreto radica en la bechamel a golpe de muñeca.

Con el estómago saciado, conviene dar un paseo por el centro histórico. En la plaza de Verdura, puede contemplarse una de las principales casas entramadas y porticadas, antigua sede del Ayuntamiento y actual oficina de Turismo. Además la plaza conserva la famosa Argolla del Fuero.

Casco histórico de Ezcaray

Casco histórico de Ezcaray

Otro de los monumentos que no se pueden dejar de visitar es la iglesia de Santa María la Mayor, una construcción de sillería del siglo XV sobre otra románica. Dentro, aguarda su ‘Matachín’, un muñeco articulado, que toca las horas sobre una campana. La joya de esta iglesia es su retablo, creado en 1510 por el artista Felipe de Bigarny, más conocido como el Borgoñón.

Y quizá lo más desconocido de Ezcaray sean sus tres fábricas de butacas de cine, que surten a todo el mundo. En 2019 vendieron ocho millones de euros en producto, de los que el 60% fueron ventas internacionales. Anualmente producen cerca de 46.000 butacas de madera.

De regreso a Madrid, recorremos los 330 kilómetros con un coche que destaca por su gran habitabilidad y espacioso maletero. El Peugeot 3008 Hybrid encarna a la perfección el poder de elección (Power of Choice), permitiendo escoger entre un motor híbrido enchufable, tracción a dos o cuatro ruedas, y motores de gasolina o diésel, que combinan placer de conducción y eficiencia.

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