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La actriz Jane Fonda, de 84 añosGTRES

Las pistas infalibles para la juventud eterna, el gran anhelo de la humanidad

Hay ciertas pautas básicas como la alimentación, el descanso, el ejercicio o la disposición mental

La eterna juventud es un viejo anhelo de la humanidad, quizás cada uno de nosotros ha fantaseado con vivir una madurez repleta de fuerzas juveniles. Eso es lo que añoran los mayores, vivir en un cuerpo que no sea un enemigo, sino que les proporcione unos días amables y una vida despreocupada del exceso de cuidados, de medicinas, de precaución.

Parece una idea bárbara, efectivamente. La Sanidad se ahorraría los costosos servicios de gerontología, una gran parte de las goteras que desde jóvenes vamos desarrollando, y la Seguridad Social nos tendría en activo toda la vida. Eso es seguro. Cotizando, vamos. Podríamos vivir más activamente la vida de los hijos y nietos, ser más útiles durante más tiempo.

Yo, sin embargo, tengo algunas preguntas que hacer a esta teoría en la que grandes magnates, por ejemplo, Jeff Bezos, están empeñados en su labor en la compañía científica Altos Labs ¿Qué hacer con el cansancio mental, vital? Con esa fatiga que no tiene que ver con la del cuerpo ¿O quizás sí tienen relación? La alquimia antigua y medieval se apasionó literalmente por encontrar fórmulas para rejuvenecer, pero con frecuencia utilizaron metales tóxicos como el mercurio. Y hoy necesitamos mucho más y mejor, claro.

Ralentizar el envejecimiento, o postergarlo para siempre forma parte de esa cruzada. Sin embargo, hay ciertas pautas que sí nos pueden llevar a una vida mejor y más saludable. La primera es la alimentación, la segunda el descanso, la tercera el ejercicio, y la cuarta la disposición mental, las emociones y nuestro propio carácter. Porque somos materia, pero hay algo más que la anima, y es eso que justamente nos hace humanos. La disposición personal es sin duda sustancial.

Dietas bajas en calorías

Ya sabemos que la alimentación es clave para una mejor salud. Comemos varias veces al día, y transformamos esos alimentos en parte de nuestro cuerpo. Somos de la forma más íntima posible, aquello que ingerimos; nuestros hábitos nos fabrican. Se habla de las dietas bajas en calorías, siempre que los nutrientes sean, además, de excelente calidad. Los centenarios de la isla japonesa de Okinawa consumen casi un 20 % menos de calorías que un occidental. Confesémonos con tristeza que reducir la cantidad de alimento drásticamente puede ser muy duro.

Sin embargo, hay alimentos que debemos abandonar para siempre y otros que deberían ser nuestra guía. Usted ya sabe cuales debe descartar: la comida procesada, los platos elaborados, con exceso de grasa de mala calidad, la bollería y panadería industrial, el alcohol, los tóxicos… no hay secretos aquí. Aunque también la genética tiene un papel importante, es una auténtica lotería que nos condiciona en la casilla de salida.

Y eso sí, podemos abonarnos a cuatro grupos principales que nos ayudarán en la tarea de vivir más y mejor. El primero de ellos es el de las proteínas, carnes, pescados, huevos y lácteos, en cantidad moderada, porciones magras principalmente. El segundo está compuesto por las grasas de buena calidad, siendo el aceite de oliva virgen extra la primera de ellas. El tercero es el de las semillas y frutos secos, vinculado con el de las grasas; no hay que temer consumir cada día una pequeña porción de ellos. Tienen una composición extraordinaria, pero no los coma cuando estén rancios, porque harán justamente el efecto contrario. El cuarto grupo es el más extenso, por que es el compuesto de hortalizas, verduras, frutas, cereales, hierbas aromáticas y legumbres.

Familia de las coles

Pero es muy interesante, porque la variedad en el consumo de estos productos, a ser posible cuando están en temporada alta, nos proveerá de los nutrientes suficientes y variados. Hay un grupo entre ellos especialmente interesante que es la familia de las coles, ya que ayuda a protegernos contra el cáncer por su riqueza en sulforafano. No hay riesgo cero contra la enfermedad, pero sí una vida sana que evite numerosas enfermedades. Catón el viejo comía siempre que podía una ensalada de col aliñada con vinagre, y a eso atribuía su extraordinaria fuerza y longevidad. Quién sabe.

Desde luego, envejecer con salud y grácilmente es más complejo que unas pocas recomendaciones genéricas. Nuestro médico nos ayudará a desarrollar un estilo de vida sano, o más sano. Por supuesto, es imprescindible una férrea voluntad, ganas, más que recursos económicos, aunque estos, por supuesto, lo ponen todo más fácil.

Y una penúltima pauta, hay que cocinar los alimentos de forma sencilla, sin ahumar, sin que se tuesten excesivamente. Tomar alternativamente algunos de origen vegetal cocinados o crudos. Se puede abusar de las ensaladas de verduras.

Enfrentémonos a la vida con serenidad y alegría. Desconozco si seremos eternos alguna vez, y yo no estoy segura de anhelarlo. Aceptar sosegadamente que somos mortales es posible que nos haga vivir el presente con más gozo. El emperador filósofo, Marco Aurelio, decía en sus Meditaciones que la vida está creada por nuestros pensamientos. De manera que habrá que cuidar también lo que pensamos.

Y, porqué no, también cocinar esos platos que nos pueden ayudar a disfrutar de una vida mejor.