Fundado en 1910

Alto ColchaguaSERNATUR O'Higgins

Estilo de vida

Cuánto cuesta y cómo llegar al glaciar de ´La sociedad de la nieve´

El éxito de la película, que recrea la tragedia del avión uruguayo en los Andes, ha reavivado el interés por el recóndito Valle de las Lágrimas. Varias agencias argentinas ofrecen la posibilidad de conocerlo in situ

Los que creen, rezan; los que no, permanecen en silencio. Unos y otros sienten el especial recogimiento espiritual al que invita el lugar del siniestro de la tristemente célebre aeronave uruguaya. Tragedia, milagro, las dos cosas al mismo tiempo, según se mire, y en todo caso un hecho desgarrador y extraordinario que aún hoy, cincuenta años después, conmueve al mundo por las muy especiales circunstancias de toda aquella historia inolvidable.

El rotundo éxito de la película de Bayona, tanto en público como en crítica, con las miras puestas ahora en la cita de los Oscar del próximo 11 de marzo, ha puesto de nuevo en el mapa uno de los lugares más recónditos e inhóspitos del planeta. Un pequeño punto en medio de la cordillera más larga de la Tierra, 7.000 kilómetros de cumbres, riscos, abismos, laderas, glaciares y volcanes que discurren a lo largo de siete países.

De toda esta inmensa y escarpada superficie, un pequeño punto nos hace llorar, estremecernos, mirarlo con un profundo respeto, nos toca la fibra con la fuerza poderosa que tienen algunas historias imperecederas. De forma terriblemente premonitoria, el Valle de las Lágrimas ya tenía ese nombre antes de que ocurriera la catástrofe aérea del equipo amateur de jóvenes jugadores de rugby, algunos familiares y amigos, y la tripulación.

Su toponimia se debe a la alta presencia de minerales en sus rocas, que provoca irritación ocular. Los supervivientes del accidente, como es bien conocido, se quedaron atrapados en el glaciar del Valle, situado en la ladera argentina de la cordillera, aunque ellos siempre pensaron que estaban en Chile. A 3.500 metros de altura, con temperaturas de hasta 30 grados bajo 0, aludes, vientos heladores en ese escenario infinito, bello e inhóspito donde no cabe la vida animal ni vegetal, solo las piedras lacrimógenas, el inmenso cielo azul y las noches con las estrellas que más brillan.

Su localización concreta se encuentra en el departamento de Malargüe, en la provincia de Mendoza, muy cerca de los volcanes Tinguiririca y Sosneado. A tan solo 20 kilómetros del lugar del siniestro había un hotel abierto con motivo de la existencia de aguas termales, hotel Termas del Sosneado, del que hoy queda el esqueleto de su pasado esplendor, algunas paredes con pintadas y un pilón lleno de esas aguas sanadoras.

En 1972 ya estaba abandonado y hoy se encuentra en ruinas, pero les hubiera dado mejor cobijo. Una de las preguntas que siempre se hacen los especialistas es qué hubiera pasado si hubieran caminado en esa dirección en vez de dirigirse hacia Chile. Por lo general, se indica que se hubieran topado con tramos y abismos prácticamente insalvables.

Actualmente, el Valle de las Lágrimas se encuentra en una propiedad privada. Pertenece al Valle de Las Leñas, una de las zonas más importantes de esquí de Argentina, a 1.200 kilómetros de Buenos Aires. El complejo es propiedad de un grupo de inversores extranjeros cuya cabeza visible es un empresario malayo de muy bajo perfil mediático. Cualquier incursión en la zona, al ser propiedad privada, requiere permisos de entrada. Y aunque el Valle se ubica cerca de Chile, no hay paso fronterizo en este punto con Argentina, por lo que todas las travesías al lugar del siniestro han de realizarse desde este país.

Trekking hasta los restos del aviónArgentina Extrema

En todo caso, sería demasiado largo, complejo y arriesgado, como queda patente en el film de Bayona. La travesía final que narra la película, protagonizada por dos de los supervivientes, y que les conduce al encuentro con el arriero chileno que da la voz de alarma cerca de un río, en realidad la han repetido muy pocas personas en este medio siglo, solo aquellos con larga experiencia en montañismo y autorizaciones especiales.

De hecho, se cree que fueron dos de los jóvenes uruguayos, Parrado y Canessa, los primeros en escalar estas cumbres. Monte Seler, una de las ellas, fue bautizada por Nando Parrado con el nombre de su padre, que perdió en el siniestro a su mujer y a su hija de 20 años y durante 72 creyó, como el resto de la humanidad, que no había ningún superviviente.

El interés por visitar el Valle de las Lágrimas empezó a raíz de la película Viven, en 1993, que narra igualmente el acontecimiento. Pero es ahora cuando se han disparado las búsquedas en internet por este punto del mapa, que acumula más de 10 millones de registros en Google, así como las llamadas a las agencias argentinas especializadas que trabajan este peculiar destino.

«En estos dos últimos meses hemos tenido una explosión de consultas, aunque, sí es cierto que es mucho más la curiosidad que el hecho de hacer efectiva la experiencia: siguen siendo pocos los que se animan», explica a El Debate desde Mendoza, Fernando Robledo, director de la agencia especializa Argentina Extrema.

Vadeo del Río Lágrimas, a la altura de la YeseraArgentina Extrema

Formada por guías profesionales de alta montaña, sus propuestas de viaje de aventura incluyen entre otros, los míticos ascensos al Aconcagua, al Lago Titicaca, al Cerro Mercedario o el cruce de los Andes a Caballo por Paso los Patos, es decir el realizado por San Martín. «Trabajamos el Valle de las lágrimas desde hace quince años. No hay que olvidar que es alta montaña. La Cordillera de los Andes Central requiere cierta preparación y un buen estado físico, equipamiento adecuado y muchas ganas de vivir una gran aventura», añade.

Una aventura llena de matices, muy distintas a las que organiza Robledo o las otras agencias que trabajan en la región o en otras cumbres. «Es un sitio especial, cargado de una energía diferente e intensa. Es el único objetivo de todas nuestras expediciones, que, al alcanzarse, no se festeja. En general, cuando se llega a una cumbre de cualquier montaña, o se cumple un objetivo como cruzar los Andes, o completar una travesía de la Selva a la Puna, al finalizar, hay un gran festejo: abrazos de montaña, gritos, sonrisas, mucha alegría.

En el caso de llegar al memorial es diferente, porque cada persona rinde su homenaje de forma muy personal, estamos en un cementerio en plena montaña. Predomina el silencio, el respecto, el recogimiento personal». Muchos expedicionarios llegan habiendo conocido la historia, o les interesa la montaña, y quieren poner in situ la última pieza de este puzle arrebatador, trágico y milagroso.

La mayoría de los amantes de la montaña va en busca de tratar de entender como sucedió todo, la pregunta recurrente es porqué fueron hacia Chile y no hacia Argentina. Pero también hay cuestiones más profundas, de más calado, especialmente desde que Pablo Vierci publicara, en 2008, el libro en que se basa la película La sociedad de la nieve, que ahonda en la parte más espiritual y trascendental de la historia y cala de una manera diferente en las nuevas generaciones. La historia ha ayudado a muchas personas a sobrellevar situaciones críticas y encontrar un camino, o encontrarse a sí mismas, y resalta valores como la solidaridad, el trabajo en equipo, la resiliencia, la trascendencia, la respuesta en situaciones límite...

Memorial y museo de San FernandoSERNATUR O'Higgins

Unas 1.500 personas acuden al lugar todos los años, en expediciones en grupos reducidos que, como las que organiza Argentina Extrema, una las más veteranas y de mejor reputación, ofrecen dos modalidades: a caballo o trekking. Se realizan solamente en el verano austral, es decir, de diciembre a abril. «El año del siniestro fue especialmente frío, pero también lo está siendo esta temporada, que ha nevado muchísimo. Hasta los primeros días de enero no pudimos llegar al memorial por la gran cantidad de nieve», señala Fernando Robledo.

En esta expedición en concreto, que se comercializa como Expedición Avión de los uruguayos. Viven, (tal vez ahora sea rebautizada por alguna agencia relacionando con La Sociedad de la nieve) los organizadores tienen montado un campamento base con servicios, lo cual ayuda a los participantes a que la experiencia sea más placentera. La expedición a caballo dura 3 días y cuatro en la modalidad de trekking.

Hay 8 cruces de ríos: el Atuel, el Rosado, el Barroso y el Lágrimas, ida y vuelta. Dependiendo de la cantidad de nieve y el deshielo, pueden ser pasos llenos de dificultad. Son en total unos 60 km de recorrido ida y vuelta, subiendo la montaña. El tiempo estimado de caminata por el Valle de las lágrimas concretamente dura 7 horas de ida, 5 de vuelta, es decir, un total de 12 horas, con pronunciados desniveles de 1.050 metros en ascenso y descenso desde el campamento base, situado a 2.500 metros de altitud. El precio de la excursión, en cuyo equipo va un cocinero, dado el importante desgaste energético es un tema fundamental, oscila entre los 450 dólares y los 600 dólares, dependiendo de la modalidad. Desde España es necesario volar a Buenos Aires y desde allí al aeropuerto de Mendoza, conocido como «El Plumillero».

Los MaitenesSERNATUR O'Higgins

El punto esencial del Valle es la sencilla cruz, levantada por los supervivientes, que atesora restos, recuerdos que se van encontrando y multitud de rosarios que han dejado familiares que visitan el lugar y expedicionarios. En fechas señaladas, como aniversarios, se celebran misas. También hay un pequeño memorial con los nombres de todos y algunas placas. Una de las últimas, puesta hace tan solo unos meses por un familiar de Numa Turcatti, narrador de la película y persona fundamental en la historia, recoge la frase que deja escrita a sus compañeros y que es leída a su muerte, un momento especialmente emotivo de la cinta. «No hay un amor más grande que el dar la vida por los amigos».

La placa señala también el versículo de la Biblia Juan 15:13-17. Buscando a Numa. Buscando a Nemo. ¿Cuál será el efecto final de la Sociedad de la Nieve? La paradoja de la célebre película de dibujos animados puso en peligro la vida del simpático pez payaso, pues todos los niños querían tener uno en sus casas tras ver el taquillazo de Pixar y se dispararon sus capturas. Un éxito de taquilla que hizo que se catapultaran las ventas de estos peces y casi lleva a un desastre ecológico. ¿Qué cabe esperar del éxito de La Sociedad de la nieve? Una reflexión espiritual sobre la condición humana o un valle lleno de lágrimas y de personas que llegan en helicóptero en busca de un selfie.