500 cocineros españoles se solean en Cartagena
81 restaurantes se hacen con su primer galardón
Los cocineros han pasado de entrar por las puertas de servicio de las casas señoriales y vivir escondidos en las cocinas, a ser como estrellas del Rock and Roll o jugadores de la NBA. Toño Pérez de Atrio se hace más selfies al cabo del día que «si cobrara por cada uno podría vivir de ello». Así va, como un figurín.
Y eso pudimos comprobarlo en la entrega de los 98 nuevos Soles de la Guía Repsol. El lunes por la noche, la ciudad de Cartagena estuvo tomada por los mejores cocineros de España. La Guía Repsol, que cumple 45 años, entregaba sus Soles, en presencia del presidente de la Comunidad murciana, Fernando López Miras y del de Repsol, Antonio Brufau, que se adelantó a las críticas de los trolls talibanes verdes, anunciando con orgullo y satisfacción que se pone en marcha en Murcia, una planta de biocombustibles reciclando aceites usados y desechados. López Miras, no se amilanó y puso las lechugas sobre las íes «el 70 por ciento de las lechugas que se comen en Europa salen de Murcia. Somos la huerta de Europa y maestros en salazones, gracias a los fenicios. Y podemos presumir de ser la región de Europa con más horas de sol al año». De ahí que, tratándose de soles, se entregasen en el moderno El Batel de Cartagena.
Teniendo en cuenta que estábamos en la huerta de Europa, se ofreció un cóctel, a los 700 invitados, homenaje a vegetales, legumbres y verduras. El ex ministro Garzón habría sido feliz, nada de vacas que se tiran pedos contaminantes. Lo mejor de todo no eran los bombones de zarangollo o la croqueta de tomate escabechado preparado por el murciano Local de Ensayo de David López, sino haber visto a tanto talento culinario junto comiendo humildes ensaladas de la huerta. El chef del mar, Ángel León, enfrente de Subijana, que tiene un carácter de aupa, a Pepe Solla, que es un filósofo y un erudito de los pescados, junto a Francis Paniego feliz con el 125 aniversario de su Echaurren y a Diego Guerrero, que estaba meditando nuevos platos inspirándose en el campo de golf que nos rodeaba. Todos ellos bien soleados y estrellados.
Al día siguiente, el garrote de Martín Berasategui estaba en el lobby del hotel reunido con su equipo planeando nuevos negocios, mientras Elena Arzak se despedía de uno de los hermanos Torres, que me perdonen pero como son iguales no los distingo, y de Joan Roca, el hombre tranquilo. Un frenesí el que se vivía en las cocinas de ese hotel Grand Hyatt del Mar Menor alojando a tanto Sol junto. No hubo deconstrucción, ni aires, ni espumas, gracias a Dios, los Soles de la guía Repsol que desde hace ocho años ha puesto en órbita, María Rittel, premian la cocina de cuchara, las ricas viandas, el toque moderno y el buen hacer de toda la vida de los cocineros. Y lo más entrañable de esta gala es ver cómo los consagrados aplauden y entregan los Soles a los que acaban de llegar a este sistema solar generador de felicidad.
81 restaurantes se hacen con su primer Sol de la Guía Repsol, que son esos restaurantes que recomendarías a un amigo que llega a tu localidad. 16 consiguen los dos Soles que reconocen los restaurantes que son como jovenes que progresan adecuadamente y por último, Begoña García consigue los tres Soles, que es el destino final de un viaje, es la excelencia, la técnica, el conocimiento, la bodega cuidada, y la atención perfecta.