Siete vinos de Toro para disfrutar en los meses más fríos

Cuando el frío empieza a apretar y buscamos reconfortarnos con un buen vino, Toro, en Zamora, se convierte en una de las opciones más seductoras. Esta Denominación de Origen es célebre por sus vinos potentes, aunque cada vez mucho más equilibrados y con sensaciones que hacen disfrutar de ellos en muchos momentos.

Los vinos de esta zona están elaborados principalmente con la uva Tinta de Toro, una variante de la Tempranillo que aquí encuentra una expresión particular marcada por las variaciones de temperaturas, los terrenos arenosos y pedregosos sobre los que se elabora y las viñas viejas, centenarias en muchos casos. Todas estas particularidades crean un entorno perfecto para producir vinos de gran cuerpo, taninos firmes y un carácter inconfundible.

En los meses de otoño e invierno, estos vinos son el acompañamiento ideal desde el punto de vista gastronómico para platos más contundentes, típicos de esta época del año. También, a la vez, por una elaboración que ha ido afinando el cuerpo y los taninos han pasado a ser vinos para disfrutar en momentos de mayor tranquilidad, con apasionados del vino, la conversación y el debate.

Elaborado a partir de viñedos centenarios, Numanthia es el vino insignia de la bodega con el mismo nombre y que es reconocida como referente dentro de los vinos de la D.O. Toro. Este vino es una sutil alianza de los distintos «terroirs», lo que ofrece un balance único de concentración y poder. De carácter firme y elegante, el estilo de este vino viene de una meticulosa selección de uvas de más de 100 parcelas de viñedos que tienen entre 50 y 100 años de edad.

Marqués de Peñamonte Colección Privada es el ejemplo de un vino elaborado por uno de los grandes grupos bodegueros de España, Bodegas Riojanas. La bodega de Toro cuenta con las más avanzadas técnicas para resaltar las características más diferenciales en los vinos obtenidos en la zona. Procedente de viñedos viejos, este vino no ha estado sujeto a filtrados en profundidad ni a estabilizaciones a bajas temperaturas, por lo que en él se conserva toda su plenitud.

En un lugar idílico de la zona, al pie de un palacio neogótico del siglo XIX lleno de historias que ha perdurado durante años hasta convertirse en un precioso hotel boutique, se sitúan las Bodegas Monte la Reina. Castillo de Monte la Reina Vendimia Seleccionada es un vino procedente de viñas centenarias, prefiloxéricas. Un vino de Tinta de Toro reconocido como de alta gama que envejece durante 14 meses en barricas de roble francés. Un vino seco y equilibrado, con taninos maduros y dulces que provienen de la fusión perfecta entre la uva y estas maderas nobles.

Uno de los mejores Museos del Vino de España es desde mi punto de vista el de Pagos del Rey en Morales de Toro. En esta bodega, del Grupo Félix Solis, se elabora el vino Sentero. Un nombre inspirado a medio camino entre la palabra Sendero y el concepto Sentimiento. Detallas desde la bodega que se ha querido transmitir con la etiqueta esta emoción de fluir entre los vastos paisajes de viñedos de esta localidad. Igual que los anteriores este vino proviene de viñas viejas y uvas especialmente seleccionadas para conseguir extraer el máximo de elegancia a un vino que transmita pasión.

En la misma localidad de Toro, dando paso a un lugar en el que un paseo por sus calles puede ser la mejor opción para pensar que te has trasladado a otro momento de la historia por su cuidada arquitectura, las bodegas Campo Eliseo elaboran su Contracorriente. Este vino ha visto la luz hace poco tiempo y se ha hecho ya un hueco entre los vinos de Toro que merecen una reseña especial. Un vino con fruta, con acidez, con estructura. Todo ello lo hace especial para ser una elección con la que no fallar para cualquier tipo de público.

Si hay un edificio que es imagen y reseña de la ciudad de Toro es la Colegiata de Santa María la Mayor de estilo románico-gótico cuya construcción se llevó a cabo desde el último tercio del siglo XII. Volver al origen del vino y rememorar lo que ha aportado este monumento de arquitectura y de arte a la ciudad supone evocar un recuerdo imborrable. Esto es lo que Bodega Fariña, premiada y reconocida a nivel nacional e internacional, ha querido hacer con su vino Gran Colegiata Original. Un verdadero clásico de Toro que tiene un toque más fresco y juvenil. Desde la bodega señalan que «Colegiata fue la marca que utilizamos para comercializar nuestros primeros vinos, allá por los años 70. Fue el «origen», un punto de partida, un nuevo enfoque de cómo creíamos que debía ser el vino de Toro en un ya avanzado siglo XX».

Teso La Monja es la bodega de Bodegas Sierra Cantabria en la D.O. Toro. Perteneciente a una familia que destaca que se consideran siempre viticultores por su respeto del viñedo y cuidado de la uva en la bodega. Teso La Monja ha ganado prestigio por su capacidad de reinterpretar la Tinta de Toro con elegancia y frescura, y su vino Victorino es prueba de ello, destacando por su equilibrio entre potencia y finura, con notas de fruta roja madura y toques florales. Comparado con Alabaster, el vino que podríamos tener como más exclusivo de la bodega, Victorino es más accesible y versátil.

La D.O. Toro ha cumplido su 35 aniversario y no solo nos ofrece vinos potentes y de gran cuerpo, sino también una diversidad impresionante dentro de una misma variedad uva. Desde opciones jóvenes y accesibles hasta vinos con gran capacidad de guarda, estos siete vinos reflejan la esencia de Toro y son perfectos para disfrutar durante los meses fríos, cuando buscamos momentos de mayor calidez, profundidad y una experiencia vinícola que nos envuelva.

Tiempo de Vinos (https://www.tiempodevinos.com)