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Vajilla a la venta en un mercadillo organizado en una casa particularIG

Gente

La moda de los mercadillos a domicilio para vaciar casas

Consiste en dar una segunda vida a los tesoros que se acumulan en los hogares, tras la muerte de sus propietarios

Mercadillos a domicilio para aligerar las casas particulares tras el fallecimiento de sus propietarios. Es la última moda para comprar artículos de segunda mano. Solo se necesitan dos requisitos para acudir a este tipo de cita: poco dinero y mucha paciencia.

Foto de un mercadillo organizado por 'Arquitectura del Orden'IG

Es la última moda y un negocio muy interesante para los vendedores y para los posibles clientes, que cada vez son más. Se trata de llamar la atención en las redes sociales y boca a boca entre los cazatesoros, habituales o no, para que acudan a la llamada de los organizadores de este tipo de eventos programados para vaciar casas que se comunican a través de Instagram. Es, de hecho, un plan de fin de semana, muy divertido y entretenido, que cada día prolifera más, y ya no solo en Madrid. Ya se organizan en varias ciudades de España.

Y hay, incluso, jornadas de puertas abiertas de las viviendas en cuestión que tienen lista de espera. Es más, las citas previas en algunas ocasiones son obligatorias para quienes deseen acudir a la emocionante tarea de encontrar una vajilla o un bolso de cocodrilo que pueden ser fabulosos, a precios también fabulosos. Hay piezas desde un euro. Rebuscar para descubrir joyitas de segunda mano, de eso se trata, a precios chollo. Los domingos suelen ser ventas incluso a mitad de precio. Lámparas a 30 euros o manteles a 10, por ejemplo.

Tesoros domésticos

Plata, mantelerías, vajillas, alfombras, muebles de todo tipo, etc... y, si abrimos los armarios, puede haber de todo. Desde ropa usada o casi nueva, hasta piezas de bisutería y los bolsos y las pañoletas con más estilo del siglo pasado.

Cuberterías plata a la ventaIG

Los mercadillos particulares organizados para vaciar casas son sin duda una interesante caja de sorpresas, eso sí, aptos solo para quienes vayan cargados de energía.

Hay que llevar bolsas y en la mayoría es posible pagar con tarjeta de crédito. Son mercadillos caseros, divertidos y muy bien organizados. Un plan muy recomendable y sostenible. Se trata de dar un nuevo uso a algunas piezas que estaban destinadas al olvido. Una gran iniciativa muy rentable donde regatear el precio final está a la orden del día.