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Así es 'La Farm Studio', el espacio mágico que gestiona Francesca Garrigues
Situado en La Granja de San Ildefonso, tanto la belleza del lugar como su agenda cultural son algo único
situado a menos de una hora de Madrid, La Farm Studio es un bellísimo espacio, muy singular y muy bien rehabilitado, que está situado en el casco histórico de Real Sitio de La Granja de San Ildefonso, Segovia. Un espacio abierto al público donde se pueden hacer planes muy diversos.
Desde dar una clase de yoga hasta celebrar una boda, pasando por acudir a una conferencia o disfrutar con una exposición de pintura. En La Farm Studio casi cualquier cosa es posible. Al frente, la empresaria y comunicadora, Francesa Garrigues, el alma del espacio, y una perfecta anfitriona que organiza bien cualquier clase de evento que caiga en sus manos.
La Farm Studio no es un edificio cualquiera. Con sus casi 300 años de antigüedad, en este enorme lugar estuvo situada la primera Fábrica de Cristales de La Granja de San Ildefonso en el año 1727. Es un enclave con mucho encanto, sin duda, y cargado de historia.
Actividades culturales
La arquitectura del lugar conservada con esmero, y el maravilloso entorno natural en el que se encuentra, lo convierten en uno de los mejores y más exclusivos espacios donde celebrar todo tipo de actividades festivas y culturales.
La Farm Studio tiene agenda propia. Una serie de iniciativas que este año están dedicadas más que nunca a la difusión de la cultura y las artes a través de ponencias, charlas y exposiciones que conectan a la ciudadanía con los más destacados creadores contemporáneos.
Sin ir más lejos, el próximo 16 de noviembre se celebra una charla única titulada «Un único pensamiento, dos maneras de escribir», con la presencia de las reconocidas autoras Lorena Casas y Phil Camino, quienes dialogarán sobre sus recientes obras literarias frente al público.
Una larga historia
Este espacio es, a simple vista, un imponente edificio de granito, con una torre neoclásica, que llama poderosamente la atención. Un edificio con un intenso pasado y una historia fascinante.
Hay que remontarse a 1790, cuando se instaló aquí una fábrica de telas y lanas que funcionaba gracias a dos máquinas: el batán y la «Calandre». Pronto ese nombre se castellanizó y se convirtió en «Calandria», dando nombre al lugar. Esta fábrica duró un lustro, como tal, y después pasó a ser una fonda y también unos baños públicos.
En 1859 se fundó el Convento de religiosas franciscanas Nuestra Señora del Triunfo, gracias a Sor Patrocinio.
Años después, en 1868, llegó la Revolución Gloriosa que llevó al exilio a la Reina Isabel II. Con las leyes desamortizadoras el Convento salió a subasta por unas 36.000 pesetas.
A finales del siglo XIX, se pone en venta el edificio y fue adquirido de nuevo por una comunidad religiosa franciscana, que se instaló en 1901 bajo la advocación de Santa Isabel hasta 1936, año en que las religiosas se fueron debido a la Guerra Civil.
Tras el fin de la guerra, decidieron vender y este lugar se convirtió en un elegante hotel: Hospedería La Calandria, inaugurado en julio de 1945. Su esplendor fue breve, ya que tuvo que cerrar sus puertas en los años 50.
Gran parte del edificio se reformó posteriormente para convertirlo en los años 80 en una urbanización privada, que nunca vio la luz.
En el siglo XXI, los actuales propietarios emprenden un sueño y una rehabilitación y llaman a este edificio 'La Farm Studio'. Un espacio que lleva camino de convertirse en imprescindible y referencia por su belleza y por su agenda cultural bajo la batuta de la perfecta anfitriona, Francesca Garrigues, quien recibe siempre a sus clientes y amigos, con una generosa sonrisa y los brazos abiertos.